Diario de Rusia y Regreso de la URSS

Aprovechando el tirón steinbeckiano de hace poco, me leí el Diario de Rusia y, justo a continuación, el homólogo del también nobel Gide, titulado Regreso de la URSS y sus Retoques. Fueron muchos los intelectuales que se asomaron a curiosear a los soviéticos, para ver en qué había quedado la utópica promesa del comunismo de construir un mundo mejor.
El relato de Steinbeck tiene poco interés, ya que relata una visita a la URSS muy superficial y turística. Es básicamente un compendio de festines, que apenas da lugar al americano para componer dos o tres retratos que podrían haber resultado interesantes. Las fotos de Capa que salen en la edición que yo he leído (Capitán Swing, 2012), algunas están muy bien y otras no son nada del otro mundo. También es cierto que el relato de Steinbeck estaba intencionadamente despolitizado y dirigido a un público muy concreto (creo que para un periódico neoyorquino).
Gide estuvo allí mucho antes que Steinbeck, en el '36 y menciona con preocupación los sucesos de España. Su punto de vista es el del simpatizante del comunismo que queda desencantado y señala con agudeza los puntos flacos. Le parece que el comunismo podría estar bien si no se hubiese convertido en stalinismo, si hubiese sido un comunismo a la francesa o, mejor aún, a la andregidianesa. Bien venía de dar un palo gordo a una parte podrida de su propio país unos años antes con el Viaje al Congo, donde denuncia los abusos sistemáticos perpetrados contra los nativos en ese territorio colonial francés, aunque sin llegar a ser tanto como los métodos del simpático barbudo genocida Leopoldo II de Bélgica, en el vecino Congo belga.
Gide habla del rebaño, de la represión, de la corrupción y de una pobreza sistémica que sigue sin arreglo, pese a las promesas y a la ostentación de los logros del régimen stalinista. En fin, todo este asunto es muy conocido y no vale la pena ahondar en él.


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