Basárov

Personaje de Turguénev. Dice el novelista que era un "nihilista". Acabo de mirar la wiki, y resulta que según ellos el término "nihilista" fue popularizado precisamente por este librillo, por este señorín Basárov.
Turguénev es curioso, porque hace novela rusa típica. Es decir, lo que para mí es novela rusa típica del XIX: princesas rusas que están cañón, oficiales del ejército que en realidad no tienen relación ninguna con el ejército, etc. Pero de pronto va metiendo pequeños conceptos sorprendentes u originales. Llamativos, más bien, como que uno no se lo espera, no realmente originales...
Entonces, con más razón, voy a describir a este Basárov. Yo calculo que la novela transcurre en uno o dos meses. Él es joven y va con un colega/discípulo más joven, a casa del discípulo, a pasar unos días, ahora que vienen de ¿estudiar por ahí? ¿viajar por ahí? Algo de eso. Lo que hacen, fundamentalmente, es rascarse las pelotas. Basárov, al menos, tiene ciertas inquietudes. Se levanta temprano y se va a coger ranas y hierbas. Es una especie de estudiante de medicina, hijo de un viejo médico del ejército. Lo de nihilismo significa que se mea conceptualmente en el orden establecido, aunque se mueve en él. Es el típico cabreado, pero no tanto como para coger el fusil. Es huraño. En eso me recuerda un poco a mí. Pero cuando le pinchan, el tío se cabrea y dice lo que piensa con crudeza (yo soy más dulce). Pero de ahí no pasa la cosa. Tampoco es que el hombre sea muy heroico, más allá de decir lo que piensa, que no está mal para la época. En un momento dado tiene un duelo, pero es porque se morrea a una que no le corresponde, y luego la palma por contagio del cólega (?), de la manera más tonta. En varios momentos se insinúa, o quiere parecer, que el hombre está llamado a hacer algo grande, con esas ideas tan revolucionarias que tiene. Él mismo parece que tiene ciertas expectativas, se siente fuerte. Pero lo que va haciendo en la vida más bien le empuja en dirección contraria a una vida gloriosa. Él está resignado a ser un médico rural. Seguramente si le viera algún sentido a otra cosa (como hacerse político/militar/cura), puede que lo hiciera. Pero lo que le ocurre a este Basárov es que no encuentra la solución, o el camino que le sacará del laberinto. Está encabronado porque no le ve el sentido a la vida, ni manera de encontrárselo. Tiene serios problemas (a nivel emocional) para relacionarse. Y en medio de todo esto, la palma, yo creo que más bien para poder cerrar una novela de una extensión razonable sin que pase absolutamente nada en trescientas páginas, salvo un duelo traido por los pelos y alguna escena romántica para rellenar, mientras se desarrolla la tesis sin solución. Con perdón del señor Turguénev.
Desde luego, el término "nihilista" tiene ahora muchos más significados de los que tenía entonces. Pasa como con todo... "Anarquista", por ejemplo, puede significar cosas completamente opuestas, según a quién le preguntes.
Una porción de reflexiones me ahorro. Cada uno que saque sus conclusiones.
NOTA: ¿no se dan cuenta los USA de que a veces quedan muy ridículas las pelis USA sobre otras culturas? Lo digo por los actores/actrices. Cuando era pequeño, elaboré la teoría, más bien disculpa, de que los señores que hacían películas en realidad no estaban informados de que quedaba ridículo pintar de negro a un señor y querer hacerle pasar por negro, del mismo modo que querer hacer pasar por Cleopetra a la Sofía Loren. Que Joan Fontaine hiciese de Lady Rowena ya está en el límite... Y me llama mucho la atención con las rusas. ¿Es que nadie ha visto nunca una mujer rusa? Dice Turguénev que la Odintsova (personaje de la misma novela) era un pibón, y que tenía la nariz ancha "como todas las rusas", del mismo modo que todos los hoteles rusos están mal decorados (y un sinfín de cosas rusas que son todas así). ¿Por qué todas las rusas del cine no parecen rusas, sino de Cincinnati? Fin de la NOTA.
Ahora quería comparar a este personaje con otro parecido, aunque muy distinto. El "Doc" del "Dulce jueves" de Steinbeck (la de Turguénev era "Padres e hijos"). Como diferencia, Doc es un ser pacífico que no se mete con nadie ni le da la chapa a nadie con sus ideas, porque no tiene ninguna idea en concreto. Su nihilismo está ya más asimilado, no es algo que tiene que explotar. Es hijo de la ciencia y aficionado a la cerveza y el whiskey, soltero, vida desordenada, etc. Da la sensación de ser un hombre maduro, pero no lo será tanto, porque antes se maduraban mucho antes. Calculo que, por los hechos que se relatan, estaría el hombre con la crisis de los cuarenta. Sin saber por qué, de un día a otro todo había cambiado para él, sin haber cambiado nada. Sus amigos empezaron a encontrarle raro, y él se sentía raro. Hacía lo de siempre, pero no sabía por qué, y eso le paralizó, en cierto modo. Sus colegas en seguida dieron con la solución. Lo que él necesitaba era una mujer. A pesar de que él pensaba que no necesitaba nada, porque tenía su vida perfectamente apañada, en todos los sentidos. No necesitaba a nadie para ser quien era y hacer sus cosas, y ser "feliz", tenerlo todo controlado. Pero él intuía que estaba atascado. Es una novela deliciosa, para mí, así que no voy a destriparla. Quien quiera, que se la lea. Tiene varios puntos MUY graciosos. No me extraña que no quisieran darle el nobel a Steinbeck. Dicen que se lo dieron por eliminación, seguramente porque los otros candidatos no valían nada o bien eran unos plastas.
La novela de Turguénev también tiene algunas curiosidades y escenas muy tiernas. Me he fijado en que para añadir tensión dramática, se fijan estos (y todos, supongo) autores en lo que "siente" el personaje en momentos de tensión máxima, que son casi siempre cuando está la piba que les mola. Por lo visto, se sienten confusos, o algo así, como aturullados, y hacen y dicen cosas que en realidad no tenían pensado hacer ni decir. Eso me llama la atención. Resulta tierno que se les "escape", pero no me parece muy verídico. ¿Cómo van a estar confusos? Imagínate que entras en la escena y le preguntas al tío:
-Oye, Arkadi, ¿por qué te sientes confuso? ¿Qué es lo que no entiendes de esta situación?
-No estoy confuso.
-Entonces, ¿qué te pasa? Iván dice que te sientes confuso.
-No, qué va. Es que no sé cómo expresarme para no cagarla.
-Ah, vale, eso sí lo entiendo. Más que confuso, podria decirse "turbado", ¿no?
-Supongo que sí. ¿Quién sois vos?
-No me cambies de tema, Arkadi. ¿Tú tienes claro lo que quieres?
-Sí, si.
-Vale. A ver, dímelo, a ver si lo sabes...
-Pues mira, es que esta tía me pone a cien, y si no fuera por el engorro de las enaguas, me tiraba ahora mismo a comerle el conejo.
-Bueno, pues sigue con lo tuyo, no te molesto más.
-Vale. Oye, ¿desde ahí fuera está bien la chica?
-Está más que bien, y además estáis condenados a ser felices, son apenas veinte páginas lo que queda de libro...
-Entonces, ¡al ataqueeee!
-Bueno, tranqui, tampoco la vayas a cagar, que a veces los rusos son muy chungos con los finales.
-Intuyo que esto va a ir bien, ¡gracias, amigo!
Ahora con Doc:
-Oye, Doc, ¿por qué te sientes confuso? ¿No quieres comerle el conejo a la chica?
-Sí, sí, pero tengo manchada la chaqueta. ¿Y qué pasa si no le gusto?
-Pero a ella le gustas tú.
-¿Y si luego sale mal?
-Tú eres un cientifico y ella una prostituta, ¿qué puede salir mal?
-¡No es una prostituta! Bueno, sí, pero eso me da igual.
-No estás confuso, estás inseguro.
-Sí.
-Pero sabes lo que sientes. Mira, yo he leído cosas que tú no sabes, y esta chica es dura de pelar, pero hará lo que tú le digas si eres sincero. No inseguro. Dile lo que quieres, y ya está.
-¿Y con eso valdrá?
-En realidad me estoy inmiscuyendo. Mejor cágala, no quiero cambiar el final, se avecina muy interesante.
-No quiero cagarla.
-No te preocupes, podrás cagarla, pero la tienes en el bote.
-¡Pero yo no quiero tenerla en el bote! ¡No me hace falta una chica! Es todo culpa de esos dichosos pulpos.
-Puedes tener las dos cosas.
-Mmmm...
-Querías tu vida tal cual era, pero quieres más a la chica. No importa si sale mal. Importa perseguir lo que uno quiere, y hay que establecer prioridades.
-Pero...
-¿Ves algún pulpo por aquí? ¡No! Pero sí una chica. Joder, el ruso era mucho menos cabezón que tú.
-¡Yo no he pedido ayuda! ¡Estáis todos obsesionados conmigo! ¡No me pasa NADA!

Al Basárov al final le molaban todas, por orden. Primero le llamó la atención Fiénichka, luego se enamoró de Odintsova, aunque también le molaba la hermana. La hermana, Katia (Katerina), por lo visto tenía unas manos grandes y unos pies pequeños (adorables). Creo que era morena. Y según el novelista, aún tenía algunos rasgos infantiles o aniñados. Las otras dos estaban muy buenas, al parecer. También había alguna fea en la novela, pero eran todas viejas o pobres. Ahora que lo pienso, apenas hay tías buenas gilipollas en los relatos. Son todas guays, o si no bastante malvadas. Pero tontas del culo no hay. Y de eso se ve mucho en la vida real. ¿O no?

Comentarios