Chapa
Acudo muchas veces a mi blog para hablar de cosas que parecen política, con tal de no dar la tabarra a mis amigos siempre con lo mismo.
Si ya sabemos que está todo podrido, ¿para qué desesperarse? Lo voy a decir muy claramente: porque sólo se aprovechan los ricos o los que tienen "amigos" y "contactos".
No me importa que se robe y se mate, si todos contamos con la posibilidad de robar y matar. El problema es que la cosa no funciona así. Son sólo unos cuantos los que pueden hacer lo que quieran con impunidad. Dependiendo de quien seas, puedes robar mil euros o mil millones, y que nadie te diga nada. Pero la inmensa mayoría de nosotros no puede robar nada, o se nos cae el pelo.
Robar en grupo también funciona bien. Puedes robar o putear más fácilmente si perteneces a un partido político, sindicato, universidad, banco, policía, ONG, etc. Siempre y cuando tengas algún apoyo dentro de ese grupo... Si eres un recién llegado o un don-nadie, tampoco puedes.
Hoy, por motivos que no puedo explicar si no quiero que me rebanen el pescuezo, la tengo tomada con las putas universidades. Ya son muchos años de enterarse por gente cercana de "pequeños" trapicheos. Dices: total, este de acá esta pillando 3 mil pavos de vez en cuando, qué se le va a hacer. Luego caes en la cuenta de que debe de ser más de uno, porque te llegan distintas noticias. Lo que se escamotea es, habitualmente, dinero público. Como es público, parece que a nadie le dan ganas de ponerse a pelear. Cada uno que pille lo que pueda y aquí santaspascuas.
Si fuera uno el dueño de uno de esos periódicos de las películas, mandaría investigar los casos uno por uno, y lo destaparía todo al mismo tiempo, teatralmente, publicando el día X una lista con más de 10 mil funcionarios del Estado que se dedican a obtener sueldos extra a costa de las arcas públicas, estatales y europeas, y de cualquier entidad que extienda un cheque por el motivo que sea.
En el BOE se publican todas las ayudas concedidas, en régimen de préstamo y/o subvención. Quien quiera, que se las lea. Está todo lleno de proyectos interesantísimos que luego nunca existen. Se destinan millones y millones de euros a proyectos que jamás ven la luz. ¿Dónde están? En el BOE no se publica si han sido devueltos esos préstamos, ni las facturas justificando en qué se ha gastado el dinero, ni hay indicación de dónde se pueden contemplar esos proyectos financiados con el dinero de cada uno de nosotros.
¿Por qué se permite esta situación? Porque está "avalada" por otros que se dedican a lo mismo. ¿Qué sentido tiene que un partido político pueda recibir "donaciones anónimas"? Está bien claro: ninguno. No está bien visto darle un jamón ibérico a un médico, porque a lo mejor te pone antes en la lista de espera de donaciones de órganos y casualmente tú esperas un riñón. Pero a lo mejor los médicos sí aceptan jamones. ¿Quién se va a enterar? Un partido político no hace nada con un jamón, pero sí con un millón de euros para financiar su campaña. Entonces aceptamos donaciones anónimas, y se acabó. Es filantropía. Son los fans, que dan dinero para que se hagan las cosas bien. OK. Y sabemos el dinero que le han dado a una universidad (al azar) para un proyecto, porque en democracia prima la transparencia, pero no tenemos acceso a las facturas ni sabemos nada del proyecto que han acometido.
Cosas se harán, sí. Pero muchas otras no se hacen, y no hay manera de controlarlo, ni interés en hacerlo. Sólo se nos controla a los que estamos en base de datos, a los que saciamos la sed de estos señores, a los que generamos riqueza.
Escuché al gran Julio Anguita un discursito donde proponía una serie de medidas concretas para mejorar, en general. Creo que se refería a esta crisis en la que estamos ahora, al principio, pero esas medidas podrían ser medida estándar con o sin crisis. Una de ellas, muy importante, era asestar un golpe mortal a la economía sumergida y terminar con ella de una vez y para siempre. A mí me parece una utopía.
Sin duda, hay millares y millares de personas que aprovechan el poco descontrol que queda para pillar algo. Me da igual que suene xenófobo, ya lo he escuchado tanto como lo de los flamantes doctores universitarios que roban. La típica familia que tiene a uno con un contrato y el resto trabajan en negro, todos de beneficiarios en la cartilla de la seguridad social del currante. ¿Dónde está ahí la economía sumergida? ¿En el granuja que trabaja de tapadillo? ¿O en el bandolero que contrata sin impuestos y sin seguros de ningún tipo? Vayamos un poco más allá. Ese señor hijoputa que hace trabajar a gente sin contrato, ¿lo haría si fuese un puto capo de la mafia? Yo no lo creo. Ese señor cabronazo estará pillando más o menos. Pero, sin duda, está pillando muy poco, dado que tiene que tirar de estafar a la seguridad social. Ese señor es un pobre muerto de hambre. Los peligrosos son los que contratan por contratar. Los que lo tienen todo en regla. Los que abren y cierran empresas como si fueran churros, amparándose en leyes defectuosas. Los que fallan esas leyes. Los que las legitiman. Los que las financian. Esos son los hijosputa.
La única manera de que no se produzca la micro-estafa es que no se produzca la macro-estafa.
Yo me atengo siempre a la regla de que cada uno tiene que ser responsable de sus actos, allá donde le toque. Mejor dicho: cada uno tiene que hacer lo que crea que está bien, y darlo todo, allá donde le toque. No creo que haya nadie que crea, sinceramente, que aceptar un soborno esté bien. Me da igual que sea para recalificar terrenos o para justificar cualquier otra acción que se sabe incorrecta, o estúpida, con tal de coger algo de pasta. Se pensará uno "pelillos a la mar", o si no el juez no le podrá condenar por ser imbécil. "Oigan vdes., no se puede condenar a este hombre porque es idiota y sigue los criterios de un idiota, sólo se le puede inhabilitar para ostentar cargos públicos donde sus idioteces puedan costarnos muy caras a todos".
Pero, sin duda, son más responsables, más meritorios o culpables, los que con sus actos alcanzan a más personas. No moralmente, pero sí ante los demás. No es lo mismo ser un cabrón para Perico, que ser un cabrón para cien mil personas. No es lo mismo que te pateen el culo uno que treinta.
Somos ya los suficientemente listos y maduros como para poder decir que la democracia consiste en que la mayoría, al menos esté contenta y satisfecha. Y, acto seguido, sentirnos estúpidos. Casi siempre hay manera de que todos, absolutamente todos, estemos contentos, no sólo la puta mayoría. La puta mayoría lo que consigue es mierda, guerras civiles, búsqueda del poder, etc. Necesitamos estar todos bien, no sólo la mayoría. Si uno cede un poco y el de más allá otro poco, al final podemos apañarnos todos. Ponerse de acuerdo entre cuatro para dominar a tres, o a dos, o a uno, no sirve para nada. Si no hay manera de contentar a alguien, cediendo todos un poco, y honradamente, es que ese uno necesita un psicólogo urgentemente.
Otro día explicaré con detalle cómo se hace esto.
Si ya sabemos que está todo podrido, ¿para qué desesperarse? Lo voy a decir muy claramente: porque sólo se aprovechan los ricos o los que tienen "amigos" y "contactos".
No me importa que se robe y se mate, si todos contamos con la posibilidad de robar y matar. El problema es que la cosa no funciona así. Son sólo unos cuantos los que pueden hacer lo que quieran con impunidad. Dependiendo de quien seas, puedes robar mil euros o mil millones, y que nadie te diga nada. Pero la inmensa mayoría de nosotros no puede robar nada, o se nos cae el pelo.
Robar en grupo también funciona bien. Puedes robar o putear más fácilmente si perteneces a un partido político, sindicato, universidad, banco, policía, ONG, etc. Siempre y cuando tengas algún apoyo dentro de ese grupo... Si eres un recién llegado o un don-nadie, tampoco puedes.
Hoy, por motivos que no puedo explicar si no quiero que me rebanen el pescuezo, la tengo tomada con las putas universidades. Ya son muchos años de enterarse por gente cercana de "pequeños" trapicheos. Dices: total, este de acá esta pillando 3 mil pavos de vez en cuando, qué se le va a hacer. Luego caes en la cuenta de que debe de ser más de uno, porque te llegan distintas noticias. Lo que se escamotea es, habitualmente, dinero público. Como es público, parece que a nadie le dan ganas de ponerse a pelear. Cada uno que pille lo que pueda y aquí santaspascuas.
Si fuera uno el dueño de uno de esos periódicos de las películas, mandaría investigar los casos uno por uno, y lo destaparía todo al mismo tiempo, teatralmente, publicando el día X una lista con más de 10 mil funcionarios del Estado que se dedican a obtener sueldos extra a costa de las arcas públicas, estatales y europeas, y de cualquier entidad que extienda un cheque por el motivo que sea.
En el BOE se publican todas las ayudas concedidas, en régimen de préstamo y/o subvención. Quien quiera, que se las lea. Está todo lleno de proyectos interesantísimos que luego nunca existen. Se destinan millones y millones de euros a proyectos que jamás ven la luz. ¿Dónde están? En el BOE no se publica si han sido devueltos esos préstamos, ni las facturas justificando en qué se ha gastado el dinero, ni hay indicación de dónde se pueden contemplar esos proyectos financiados con el dinero de cada uno de nosotros.
¿Por qué se permite esta situación? Porque está "avalada" por otros que se dedican a lo mismo. ¿Qué sentido tiene que un partido político pueda recibir "donaciones anónimas"? Está bien claro: ninguno. No está bien visto darle un jamón ibérico a un médico, porque a lo mejor te pone antes en la lista de espera de donaciones de órganos y casualmente tú esperas un riñón. Pero a lo mejor los médicos sí aceptan jamones. ¿Quién se va a enterar? Un partido político no hace nada con un jamón, pero sí con un millón de euros para financiar su campaña. Entonces aceptamos donaciones anónimas, y se acabó. Es filantropía. Son los fans, que dan dinero para que se hagan las cosas bien. OK. Y sabemos el dinero que le han dado a una universidad (al azar) para un proyecto, porque en democracia prima la transparencia, pero no tenemos acceso a las facturas ni sabemos nada del proyecto que han acometido.
Cosas se harán, sí. Pero muchas otras no se hacen, y no hay manera de controlarlo, ni interés en hacerlo. Sólo se nos controla a los que estamos en base de datos, a los que saciamos la sed de estos señores, a los que generamos riqueza.
Escuché al gran Julio Anguita un discursito donde proponía una serie de medidas concretas para mejorar, en general. Creo que se refería a esta crisis en la que estamos ahora, al principio, pero esas medidas podrían ser medida estándar con o sin crisis. Una de ellas, muy importante, era asestar un golpe mortal a la economía sumergida y terminar con ella de una vez y para siempre. A mí me parece una utopía.
Sin duda, hay millares y millares de personas que aprovechan el poco descontrol que queda para pillar algo. Me da igual que suene xenófobo, ya lo he escuchado tanto como lo de los flamantes doctores universitarios que roban. La típica familia que tiene a uno con un contrato y el resto trabajan en negro, todos de beneficiarios en la cartilla de la seguridad social del currante. ¿Dónde está ahí la economía sumergida? ¿En el granuja que trabaja de tapadillo? ¿O en el bandolero que contrata sin impuestos y sin seguros de ningún tipo? Vayamos un poco más allá. Ese señor hijoputa que hace trabajar a gente sin contrato, ¿lo haría si fuese un puto capo de la mafia? Yo no lo creo. Ese señor cabronazo estará pillando más o menos. Pero, sin duda, está pillando muy poco, dado que tiene que tirar de estafar a la seguridad social. Ese señor es un pobre muerto de hambre. Los peligrosos son los que contratan por contratar. Los que lo tienen todo en regla. Los que abren y cierran empresas como si fueran churros, amparándose en leyes defectuosas. Los que fallan esas leyes. Los que las legitiman. Los que las financian. Esos son los hijosputa.
La única manera de que no se produzca la micro-estafa es que no se produzca la macro-estafa.
Yo me atengo siempre a la regla de que cada uno tiene que ser responsable de sus actos, allá donde le toque. Mejor dicho: cada uno tiene que hacer lo que crea que está bien, y darlo todo, allá donde le toque. No creo que haya nadie que crea, sinceramente, que aceptar un soborno esté bien. Me da igual que sea para recalificar terrenos o para justificar cualquier otra acción que se sabe incorrecta, o estúpida, con tal de coger algo de pasta. Se pensará uno "pelillos a la mar", o si no el juez no le podrá condenar por ser imbécil. "Oigan vdes., no se puede condenar a este hombre porque es idiota y sigue los criterios de un idiota, sólo se le puede inhabilitar para ostentar cargos públicos donde sus idioteces puedan costarnos muy caras a todos".
Pero, sin duda, son más responsables, más meritorios o culpables, los que con sus actos alcanzan a más personas. No moralmente, pero sí ante los demás. No es lo mismo ser un cabrón para Perico, que ser un cabrón para cien mil personas. No es lo mismo que te pateen el culo uno que treinta.
Somos ya los suficientemente listos y maduros como para poder decir que la democracia consiste en que la mayoría, al menos esté contenta y satisfecha. Y, acto seguido, sentirnos estúpidos. Casi siempre hay manera de que todos, absolutamente todos, estemos contentos, no sólo la puta mayoría. La puta mayoría lo que consigue es mierda, guerras civiles, búsqueda del poder, etc. Necesitamos estar todos bien, no sólo la mayoría. Si uno cede un poco y el de más allá otro poco, al final podemos apañarnos todos. Ponerse de acuerdo entre cuatro para dominar a tres, o a dos, o a uno, no sirve para nada. Si no hay manera de contentar a alguien, cediendo todos un poco, y honradamente, es que ese uno necesita un psicólogo urgentemente.
Otro día explicaré con detalle cómo se hace esto.
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