Cacharrocracia
Creo que lo relaté hace algún tiempo. Tenía yo en uso un bicharraco, un G4 de los llamados "mirror doors" (si no me equivoco), creo que de 2003. 6 años más tarde empezaron a fallar las fuentes de alimentación. Hablo en plural no porque tuviese varias fuentes de alimentación, sino porque empezaron a fallar las fuentes de alimentación de ese modelo por todas partes. Te ponías a mirar en Internet, y con márgenes de error de +- 1 año, aproximadamente, a todo el mundo (o a un enorme número de personas) le había fallado la puta fuente de alimentación. Seguramente la mayoría de las personas había decidido ya deshacerse del cacharro y comprar uno nuevo, más a la moda y capaz de ejecutar las últimas versiones de los software variopintos.
El problema es que el aparato había salido por unos 4 mil pavos, juntándole el monitor, altavoces, memoria extra, y no estaba uno en esos momentos para gastarse otros 4 mil en un nuevo equipo que no iba a dar ninguna funcionalidad extra, ya que ni por potencia ni por prestaciones existía ninguna innovación. Que en Mac OS no pudiesen reproducirse mp3 o divx en ciertas épocas, era una pura limitación cabezona de Apple (que tiene clarísima su política de empresa), y nunca un problema de falta de capacidad a nivel de hardware. Cosas de patentes y política de producto, sin más ni más.
Evidentemente, no había reemplazo para la fuente de alimentación. Ni caro ni barato. No había y punto. ¿Qué es una fuente de alimentación? Un cacharro que se enchufa y distribuye la electricidad. ¿Razones técnicas para que no existiese un reemplazo? Ninguna en absoluto. Conseguí por eBay una fuente de alimentación defectuosa. Las primeras unidades de aquel modelo tenían un ventilador "ruidoso" (es decir, que funcionaba sin ton ni son) que fue reemplazado gratuitamente por Apple para todo aquel que lo solicitase, de modo que quedaban en el mercado de segunda mano aquellas fuentes de alimentación que nunca tuvieron uso. Con eso he tirado tres años más, hasta que ha fallado otra pieza. Vaya vd. a preguntar. ¿Será la placa? ¡Qué más da! Si no existen recambios y uno no sabe de electrónica, ¿para qué investigar?
Lo que más me jode es que ese equipo iba como un tiro de rápido, y lo que podía hacerse con las "viejas" aplicaciones es exactamente lo mismo que puede hacerse hoy con las "nuevas".
Otra cosa que he repetido hasta la saciedad es que no veo (y sigo sin ver) avances significativos desde Photoshop 4 (quizá versión 5, que tuvo algún cambio interesante). El resto... ???? Soplapolleces. Eso sí, ahora el instalador ocupa cuarenta y siete mil veces más, y la aplicación consume doscientas setenta y cuatro mil veces más de RAM.
Una vez he tenido que "tirar" un buen equipo por culpa del software, y ahora voy a por la segunda. Uno de los iMac de colorines, un G3. Después de varias vicisitudes, andaba yo manejando un iMac último modelo (el de la pelota blanca con el monitor articulable) y, en comparación, el G3 (al que visité en el museo que tiene un amigo mío en su casa) arrancaba mucho más rápido y abría las aplicaciones mucho más rápido. Exageradamente, teniendo en cuenta el desfase de cinco o seis años entre una máquina y otra.
En aquella ocasión fue el cambio de PPC a Intel, y del viejo Mac OS a un sistema basado en BSD, que dejó obsoletas todas y cada una de las aplicaciones. Realmente no era un problema de hardware, sino de software. Repito: el viejo iMac con PS5 iba mucho más rápido que el nuevo con "fuera la que fuera la nueva versión de PS". Lo malo es que otras novedades, distintas del proceso de imágenes, estaban directamente sentenciadas a no correr sobre el viejo sistema operativo, como por ejemplo AS2 y luego AS3 (a nivel profesional), pero pasó lo mismo con la máquina virtual de Java y un sinfín de texnologías, simplemente por el cambio de arquitectura.
Hasta cierto punto, el cambio fue aceptado en aras de un "bien mayor". El cambio a un OS basado en Unix se supone que era bueno, e inmediatamente pudo uno reproducir MP3ses y DIVXses, y a acceder a la globalización con total solvencia. Grosso modo, estaba uno integrado más o menos en el mundo Linux y Windows. Eso era una ventaja para Apple, que veía que por muchos colorines que le pusiera al iMac, era inevitable perder la cuota de mercado en la industria, donde ya era casi imposible no utilizar PCs para diseño gráfico y producción audiovisual, por el coste del hardware, y teniendo en cuenta que cada vez había más y mejores herramientas para el mundo PC, con una alarmante distancia en vídeo y 3D. Todo, pero especialmente Internet, estaba demoliendo el viejo imperio de Apple.
Ahora, mucho tiempo después (en el sentido informático de la palabra), me enfrento al segundo y último cambio. Con la salida de Mountain Lion (OS X 10.8), queda obsoleta, sin mediación de ningún tipo, mi supercomputadora, un Mac Pro Quad de 2,66 GHz que es la caña de España. Ya no lo puedo actualizar anymore por nosequé vainas de los firmware de 64bit, que es algo que ya nadie se cree. ¿Para cuándo los 128? ¡Pero si esto ya lo hemos vivido cien veces! Ya ni ha hecho falta que se petase artificialmente la fuente de alimentación. Llevaban dos o tres años intentando hacerme pensar que esta máquina ya no servía para nada, y yo ni caso porque esta máquina no sólo sirve, sino que además deberían quedarle muchísimos años de vida, porque su rendimiento es sobresaliente (a diferencia del iMac "flat panel" que ya he comentado, o los Mac Mini que he tenido, que han ido todos religiosamente depositándose en el cubo de la basura, porque no valían ni para dar por culo).
En fin: ya tengo decidido pasarme al "hackintosh". Hardware cualquiera y sistema operativo un poco parcheado para soportar ese hardware. Total, el hardware NO es de Apple. Es de Intel, de Samsung, de Seagate, NDIVIA... Y el sistema operativo, tampoco. La usabilidad, yo siempre la he defendido, aunque cada vez resulta más complicado, porque en cada versión cambian todo para que sea completamente distinto, pero sin aportar nada real. Que si las ventanas se colapsan o no, que si ahora las aplicaciones ya no están en un menú, sino en una barra, etc. Gilipolleces. Lo que salva al Mac OS es que ni Windows ni Linux son alternativas reales para mí. Windows es basura y Linux no es para el gran público, ni siquiera para mí, que estoy ciertamente familiarizado con absurdeces de todo tipo, como la administración de sistemas por línea de comandos. Simplemente: no. En un entorno profesional, digo. Si fuera para navegar y escuchar música (que es el "nivel de usuario" de un grandísimo porcentaje de gente), yo estaba ya en Linux desde hace muchos años.
No sé si esto es legal o no. Creo que sí, porque no concibo que uno no pueda ejecutar libremente el software que quiera en una máquina que ha comprado (como instalar controladores para una tarjeta gráfica "no soportada por el sistema operativo"), igual que yo decido si compro o no las "bolsas oficiales" para mi aspiradora recién comprada. Pues mire usted, las oficiales valen 12 y las otras que sirven lo mismo, son a 2, así que apenas tengo margen para decidir.
Ya que es todo de risa, riámonos. El gran invento de la última década: el "wi-fi". ¡Oooooohhh!... Atentos: yo tengo un aparato en casa que me transmite la información por ondas... ¡Ondas! Increíble. Igual que hace ¿un siglo? ¿Dos? Eso sí, mi wi-fi es tan exclusivo que sólo transmite las ondas en un área determinada. ¿Para qué me voy a ir más alla de los veinte, treinta, cien metros? ¿Para qué? ¡No vaya a ser que los vecinos se pongan de acuerdo y compartan la antena! Imaginarse: una "antena comunitaria", como la de la tele. Que ya me parece de risa. Vamos a imaginarnos algo aún mejor. Una antena para todo Madrid. Sólo que igual eso resultaba pelín barato. Puf, todo el mundo podría tener internet por un precio ridículo. No business. Con lo bien que se está pagando 200 pavos por dar de alta el gas en Iberdrola... Ojo: "dar de alta" significa que meten tu nombre en la base de datos, para pasarte el recibo por el banco todos los meses. No es que vayan cuatro operarios para hacer nosequé cosas mágicas... El tubo del gas está en la puerta de casa... ¡A 3 centímetros de mi ventana! Y yo soy el responsable de que ese gas llegue hasta mi cocina o calentador. Ellos cobran 200 sólo por apuntarme en el ordenador. Igual que la Telefónica (o la operadora de turno) me cobran lo que les salga de los cojones por darme de alta, o que venga un tío a ponerme un router, cuando podrían darme servicio desde el Pirulí de las telecomunicaciones, y no ponerme una antenita ridícula que coge las señales desde un cable y las escupe sólo hasta mi puesto. Esto es sólo especular, pero me pregunto si no se estarán ya utilizando realmente otras tecnologías y a nosotros nos van tirando cables y poniendo router de corchopán, para que parezca que hacen algo. Es una duda razonable, sin más... De las que son menos razonables (por menos comentadas), tengo también unas cuantas, como el uso de productos químicos para influir (o someter) las actitudes de las personas.
Sea como sea, no me quito de la cabeza esta frase tan divertida de hace ya cuatro años: "quizá España tenga el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional" =>
Resulta tan divertida, porque hace ya cuatro años todo el mundo se descojonaba de la risa, aunque mucho menos que cuando el anterior "sujeto" declaraba insistentemente "España va bien".
Todas las pruebas conducen inexorablemente a la misma conclusión:
El problema es que el aparato había salido por unos 4 mil pavos, juntándole el monitor, altavoces, memoria extra, y no estaba uno en esos momentos para gastarse otros 4 mil en un nuevo equipo que no iba a dar ninguna funcionalidad extra, ya que ni por potencia ni por prestaciones existía ninguna innovación. Que en Mac OS no pudiesen reproducirse mp3 o divx en ciertas épocas, era una pura limitación cabezona de Apple (que tiene clarísima su política de empresa), y nunca un problema de falta de capacidad a nivel de hardware. Cosas de patentes y política de producto, sin más ni más.
Evidentemente, no había reemplazo para la fuente de alimentación. Ni caro ni barato. No había y punto. ¿Qué es una fuente de alimentación? Un cacharro que se enchufa y distribuye la electricidad. ¿Razones técnicas para que no existiese un reemplazo? Ninguna en absoluto. Conseguí por eBay una fuente de alimentación defectuosa. Las primeras unidades de aquel modelo tenían un ventilador "ruidoso" (es decir, que funcionaba sin ton ni son) que fue reemplazado gratuitamente por Apple para todo aquel que lo solicitase, de modo que quedaban en el mercado de segunda mano aquellas fuentes de alimentación que nunca tuvieron uso. Con eso he tirado tres años más, hasta que ha fallado otra pieza. Vaya vd. a preguntar. ¿Será la placa? ¡Qué más da! Si no existen recambios y uno no sabe de electrónica, ¿para qué investigar?
Lo que más me jode es que ese equipo iba como un tiro de rápido, y lo que podía hacerse con las "viejas" aplicaciones es exactamente lo mismo que puede hacerse hoy con las "nuevas".
Otra cosa que he repetido hasta la saciedad es que no veo (y sigo sin ver) avances significativos desde Photoshop 4 (quizá versión 5, que tuvo algún cambio interesante). El resto... ???? Soplapolleces. Eso sí, ahora el instalador ocupa cuarenta y siete mil veces más, y la aplicación consume doscientas setenta y cuatro mil veces más de RAM.
Una vez he tenido que "tirar" un buen equipo por culpa del software, y ahora voy a por la segunda. Uno de los iMac de colorines, un G3. Después de varias vicisitudes, andaba yo manejando un iMac último modelo (el de la pelota blanca con el monitor articulable) y, en comparación, el G3 (al que visité en el museo que tiene un amigo mío en su casa) arrancaba mucho más rápido y abría las aplicaciones mucho más rápido. Exageradamente, teniendo en cuenta el desfase de cinco o seis años entre una máquina y otra.
En aquella ocasión fue el cambio de PPC a Intel, y del viejo Mac OS a un sistema basado en BSD, que dejó obsoletas todas y cada una de las aplicaciones. Realmente no era un problema de hardware, sino de software. Repito: el viejo iMac con PS5 iba mucho más rápido que el nuevo con "fuera la que fuera la nueva versión de PS". Lo malo es que otras novedades, distintas del proceso de imágenes, estaban directamente sentenciadas a no correr sobre el viejo sistema operativo, como por ejemplo AS2 y luego AS3 (a nivel profesional), pero pasó lo mismo con la máquina virtual de Java y un sinfín de texnologías, simplemente por el cambio de arquitectura.
Hasta cierto punto, el cambio fue aceptado en aras de un "bien mayor". El cambio a un OS basado en Unix se supone que era bueno, e inmediatamente pudo uno reproducir MP3ses y DIVXses, y a acceder a la globalización con total solvencia. Grosso modo, estaba uno integrado más o menos en el mundo Linux y Windows. Eso era una ventaja para Apple, que veía que por muchos colorines que le pusiera al iMac, era inevitable perder la cuota de mercado en la industria, donde ya era casi imposible no utilizar PCs para diseño gráfico y producción audiovisual, por el coste del hardware, y teniendo en cuenta que cada vez había más y mejores herramientas para el mundo PC, con una alarmante distancia en vídeo y 3D. Todo, pero especialmente Internet, estaba demoliendo el viejo imperio de Apple.
Ahora, mucho tiempo después (en el sentido informático de la palabra), me enfrento al segundo y último cambio. Con la salida de Mountain Lion (OS X 10.8), queda obsoleta, sin mediación de ningún tipo, mi supercomputadora, un Mac Pro Quad de 2,66 GHz que es la caña de España. Ya no lo puedo actualizar anymore por nosequé vainas de los firmware de 64bit, que es algo que ya nadie se cree. ¿Para cuándo los 128? ¡Pero si esto ya lo hemos vivido cien veces! Ya ni ha hecho falta que se petase artificialmente la fuente de alimentación. Llevaban dos o tres años intentando hacerme pensar que esta máquina ya no servía para nada, y yo ni caso porque esta máquina no sólo sirve, sino que además deberían quedarle muchísimos años de vida, porque su rendimiento es sobresaliente (a diferencia del iMac "flat panel" que ya he comentado, o los Mac Mini que he tenido, que han ido todos religiosamente depositándose en el cubo de la basura, porque no valían ni para dar por culo).
En fin: ya tengo decidido pasarme al "hackintosh". Hardware cualquiera y sistema operativo un poco parcheado para soportar ese hardware. Total, el hardware NO es de Apple. Es de Intel, de Samsung, de Seagate, NDIVIA... Y el sistema operativo, tampoco. La usabilidad, yo siempre la he defendido, aunque cada vez resulta más complicado, porque en cada versión cambian todo para que sea completamente distinto, pero sin aportar nada real. Que si las ventanas se colapsan o no, que si ahora las aplicaciones ya no están en un menú, sino en una barra, etc. Gilipolleces. Lo que salva al Mac OS es que ni Windows ni Linux son alternativas reales para mí. Windows es basura y Linux no es para el gran público, ni siquiera para mí, que estoy ciertamente familiarizado con absurdeces de todo tipo, como la administración de sistemas por línea de comandos. Simplemente: no. En un entorno profesional, digo. Si fuera para navegar y escuchar música (que es el "nivel de usuario" de un grandísimo porcentaje de gente), yo estaba ya en Linux desde hace muchos años.
No sé si esto es legal o no. Creo que sí, porque no concibo que uno no pueda ejecutar libremente el software que quiera en una máquina que ha comprado (como instalar controladores para una tarjeta gráfica "no soportada por el sistema operativo"), igual que yo decido si compro o no las "bolsas oficiales" para mi aspiradora recién comprada. Pues mire usted, las oficiales valen 12 y las otras que sirven lo mismo, son a 2, así que apenas tengo margen para decidir.
Ya que es todo de risa, riámonos. El gran invento de la última década: el "wi-fi". ¡Oooooohhh!... Atentos: yo tengo un aparato en casa que me transmite la información por ondas... ¡Ondas! Increíble. Igual que hace ¿un siglo? ¿Dos? Eso sí, mi wi-fi es tan exclusivo que sólo transmite las ondas en un área determinada. ¿Para qué me voy a ir más alla de los veinte, treinta, cien metros? ¿Para qué? ¡No vaya a ser que los vecinos se pongan de acuerdo y compartan la antena! Imaginarse: una "antena comunitaria", como la de la tele. Que ya me parece de risa. Vamos a imaginarnos algo aún mejor. Una antena para todo Madrid. Sólo que igual eso resultaba pelín barato. Puf, todo el mundo podría tener internet por un precio ridículo. No business. Con lo bien que se está pagando 200 pavos por dar de alta el gas en Iberdrola... Ojo: "dar de alta" significa que meten tu nombre en la base de datos, para pasarte el recibo por el banco todos los meses. No es que vayan cuatro operarios para hacer nosequé cosas mágicas... El tubo del gas está en la puerta de casa... ¡A 3 centímetros de mi ventana! Y yo soy el responsable de que ese gas llegue hasta mi cocina o calentador. Ellos cobran 200 sólo por apuntarme en el ordenador. Igual que la Telefónica (o la operadora de turno) me cobran lo que les salga de los cojones por darme de alta, o que venga un tío a ponerme un router, cuando podrían darme servicio desde el Pirulí de las telecomunicaciones, y no ponerme una antenita ridícula que coge las señales desde un cable y las escupe sólo hasta mi puesto. Esto es sólo especular, pero me pregunto si no se estarán ya utilizando realmente otras tecnologías y a nosotros nos van tirando cables y poniendo router de corchopán, para que parezca que hacen algo. Es una duda razonable, sin más... De las que son menos razonables (por menos comentadas), tengo también unas cuantas, como el uso de productos químicos para influir (o someter) las actitudes de las personas.
Sea como sea, no me quito de la cabeza esta frase tan divertida de hace ya cuatro años: "quizá España tenga el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional" =>
Todas las pruebas conducen inexorablemente a la misma conclusión:
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