Autoridad
Hoy pensaba que ejerzo autoridad sobre mis hijos. Eso significa que yo digo lo que se hace, y punto.
Eso no significa necesariamente que en realidad se haga lo que uno dice, salvo que se ponga uno en plan represor y coaccionante, cosa que casi nunca sucede, salvo en momentos críticos.
La autoridad puede manifestarse de muchas maneras. Cuando yo era pequeño, había padres que emanaban tanta autoridad que uno ni se planteaba el menoscabo de la misma. Otros parecían ser tan sabios, que lo mismo. Otros eran tan majos, que con tal de cuidarles tú les seguías la corriente. Otros parecían poca cosa, pero abrían la boca y se te helaba la sangre en las venas. Sensación de conducir un bólido sin frenos, sin haber salido pilotado siquiera un triciclo.
En el proceso de ejercer la autoridad hay muchas variantes. Uno puede explicarse, negociar, chantajear, amenazar... No creo que haya muchas más posibilidades, dado que estamos hablando de tratar de imponer el punto de vista de uno a otro. También está la posibilidad de mentir, pero no concibo nada más ruin que mentir a alguien a quien puedes imponer tu autoridad de otra manera. Ni con niños, ni con naide.
Esto, llevado a lo social, es obvio. Y la crítica es que los señores que nos imponen su autoridad, en realidad no la tienen, porque nosotros se la hemos otorgado. Ellos son nosotros y se adjudican (haciendo uso de la autoridad que hemos depositado en ellos) más poder del que en realidad ostentan. Si encima utilizan ese poder para asuntos propios, o para ser coaccionados por otros (tipo bancos/políticos/medios), ya es para vomitar. Crítica típica, no interesar.
Me interesa más una desviación del asunto: ¿cómo se escribe la historia? Cada vez se habla más de la Historia versus la Historia No Oficial. La "historia" es muy importante, porque es la memoria que no tenemos. Es que llega un día en que uno piensa: "¡Coño! ¡Qué injusto es todo! Voy a robar un banco y se acabó". Conclusión brillante. Pero ahí está la historia, la memoria que no nos pertenece, que nos recuerda que si robas un banco lo más probable es que te vayas a pudrirte a la puta cárcel, porque hay muchas personas cuyo trabajo consiste en que las demás personas no puedan robar el banco y porque, además, está "mal" robar (aunque en este caso habría mucho que discutir. si no, no existiría el dicho de "quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón"). O sea, que la historia es algo de lo que todos hacemos uso continuamente. No es el libro del colegio ni un reportaje que has visto en TV. Es toda la información que te llega por distintos canales y que tú almacenas en tu propia memoria, en libros o donde te dé la gana, para consultarla cuando te haga falta. Una receta que uno mira en internet es historia, igual que un libro de cuatrocientas páginas sobre la República de Weimar, con la diferencia de que la receta suele ser más útil, en términos generales.
Hay aspectos muy interesantes de la historia. Cuando se trata de una receta, puedes encontrarte mil variantes para elaborar el mismo plato. Pueden variar los ingredientes, las proporciones, los tiempos de cocción... Incluso aunque te pongas estricto, el chorizo que tú pones en el cocido no será el mismo que puso el tío que escribió la receta que a ti más te convence. Los hay más blandos y más duros, con más o menos grasa, pimentón, picantes, etc. Mis hijos, por ejemplo, tienen un abanico muy reducido de chorizos que les gustan en los guisos. Si el chorizo es un poco más blando, duro, dulce, picante, loquesea, ya no les gusta y religiosamente lo dejan abandonado en el plato. Hay que ponerles algo que esté en su rango de aceptabilidad (si tu objetivo es que les guste).
Es como las tortillas de patata. Uno, en su subconsciente, piensa que una tortilla de patata es una tortilla de patata. Pero no (!). Una tortilla de patata es una tortilla de patata ideal, y cada uno tiene la suya propia en su mente. Uno tiene su idea del tipo de ingredientes y proporciones, tiempo de fritura, tipo de aceite, cantidad de sal, etc. Si la cebolla tiene que estar cortada más enterita, más fina o inexistente, si tiene que churruscarse o no, si se fríe con aceite de oliva virgen extra, o con aceite "el primero que pille", o mezcla de oliva y girasol... Infinitas posibilidades. Incluso, aunque uno tenga una idea muy clara de lo que quiere hacer, ese día los huevos pueden ser más pequeños o grandes, o la yema teñir más de amarillo, o las patatas ser más patatosas y deshacerse más fácilmente... Infinidad de posibilidades.
Con la historia, exactamente igual. Todo hecho se relata, obligatoriamente, de manera subjetiva y/o tendenciosa. Por ejemplo, podría decirse que "el pueblo de París tómó la Bastilla", que es un hecho que se supone que tuvo lugar, aunque luego vas a París y no existe ninguna Bastilla. Ya, de entrada, tienes que creerte que había un edificio que se llamaba así, y que fue tomado por el "pueblo". ¿Qué pensaría la gente de París que se consideraba igualmente "pueblo" y no fue parte de esa "toma"? ¿Estarían de acuerdo o dirían que eran sólo los de clase baja, o los que ese día tenían vacaciones, o los que eran solteros, o los radicales? ¿Qué significa "toma"? Es un hecho comúnmente aceptado y que casi nadie sabe, que esa "toma" no fue una conquista, como si hubiese sido lo que puso colofón a una guerra... En primer lugar, no era una guerra. Y, en segundo lugar, las personas que tomaron la Bastilla, parece ser que no tenían ningún interés en la propia Bastilla, ni como símbolo ni como objetivo guerrillero, sino simplemente como el polvorín. Habían pillado armas y necesitaban munición. Estaba allí, en la famosa Bastilla.
Yo hablo por hablar, de cuatro cosas que he leído sobre el tema. Y los que escribieron sobre el asunto, ¿estuvieron allí? ¿Quién coño eran? ¿Por qué les pareció tan interesante ese suceso y no otro que hubiera en la revolución francesa, que hubo muchos? Y de lo poquísimo que quedase (una, dos, tres, cuatro fuentes relatoras), ¿qué versión se nos ha ofrecido? Si yo me leo el artículo de la Wiki (y ya tendré mucha más información que alguien que lo lea en en libro de texto con 16 años), seguramente estoy leyendo lo que alguien ha leído resumidamente en algún sitio, escrito por un tío que a su vez leyó lo que alguien había leído y relatado sobre lo que relató el original. Como mínimo, échale dos o tres reinterpretaciones.
En ese sentido, se inventó un oficio muy gracioso llamado "periodismo", que hoy en día tiene varias ramificaciones, cuya misión específica era recoger y relatar lo que sucediese. Hoy en día no se le dice a la cosa "periodismo", sino "medios de comunicación", porque no es sólo papel, sino cosa audiovisual.
La siguiente cosa es asimismo obvia: los medios de comunicación están financiados (y, por tanto, controlados) por los que mandan. Si uno analiza con una profundidad mínima los medios de comunicación, resulta que están financiados o apoyados, directa o indirectamente, por partidos políticos, bancos y multinacionales (empresas privadas). Sería inútil dar cuenta de la evidencia. Y ultrajante. Tenemos periódicos y televisiones financiados por empresas, por la Iglesia... Da igual. Y, como es natural, la línea editorial marca. Puede salir en pantalla (como se diría parodiando USA) un varón blanco peleando con un poli, que es la típica escena del 15-M (en esta época convulsiva), y cada uno no sólo relatará lo que le dé la gana, sino que el propio televidente entenderá lo que le salga de los cojones, con independencia de lo que estuviese sucediendo realmente. Podría ser el ataque de un drogadicto sobre las fuerzas de la ley. Podrían ser las fuerzas de la ley aporreando a un ciudadano indefenso. Podría ser lo que nos diese la puta gana. Una "manifestación pacífica" puede ser llamada igualmente una "revuelta estudiantil". Eso, desde el lado de las izquierdas. Y cuando tenemos "fiesta" de los nostálgicos de Franco (que es un señor muy hijo de puta que supo imponer su razón por encima de la democracia durante cuarenta años, y algún mérito hay que concederle), lo mismo: pueden ser los "putos fachas de mierda con sus aguiluchos", o bien la conmemoración de la muerte de Primo de Rivera y de Franco (un poquito maquillada para que coincidiera con la de Primo), para los nostálgicos de los viejos tiempos.
Esto mismo que yo escribo me está quedando tendencioso. Confío es que si alguien con ideología conservadora escribiese algo parecido, estaría de acuerdo con lo principal del trasunto, quizá sustituyendo "putos fachas de mierda" con "putos rojos de mierda" en un marco distinto. Pero creo que no se puede negar que la historia acaban por escribirla los que tienen pluma y papel, y permiso para escribirla. Eso, en la antigüedad. Ahora, con el Internet, la cosa es bien distinta. El artículo que escribe Pepito, de un periódico/tv con gran difusión, lo leen automáticamente dos millones de personas. Pero hay muchas Pepitas y Pepitines que tienen su propia versión, y puedes leerla en blogs, tweets y demás, con la diferencia de que seguramente las Pepitas y Pepitines realmente han estado allí, cosa que casi nunca puede constatarse en el caso de los mass-media. Estuvieron los de Telemadrid (= extrema derecha) en alguna manifa del 15-M, pero a los tres minutos se sintieron agredidos y expelidos, como es natural, porque cuando uno no comulga, todo se le hacen pulgas. Y es natural que la gente que toma parte en un tumulto vea con malos ojos al representante de quien prohíbe el tumulto (Telemadrid = poderes políticos de Madrid).
Sea como sea... Se mire desde la izquierda o la derecha, desde el centro o lo independiente, el hecho es que la grandísima mayoría de las personas se alimentan de unas pocas fuentes de información, que siempre están patrocinadas/supervisadas por alguna "autoridad".
La autoridad no es un problema de comunicación. No es que unos opinen esto o lo otro. La autoridad trasciende la comunicación. Si hace falta, te mete un par de ostias, literalmente, o te mete en el talego, o lo que haga falta. Ahora, con Internet, es más difícil ocultar estas manifestaciones de la autoridad, porque hay muchos ojos, oídos y, sobre todo, facilidad y espabilamiento para denunciar el abuso de poder, que por desgracia vemos tan a diario en todos los órganos sociales, incluyendo a la administración y las fuerzas de seguridad. ¿Cumplen órdenes? Sí. Pero no nuestras, sino de quien paga. De quien posee los medios de comunicación. De quien sostiene los sistemas electorales escandalosamente absurdos. De quien manda. Que para Pepito, policía o periodista, será su jefe inmediato. Y, para su jefe inmediato, el superior, y así hasta llegar hasta quien maneje el percal, que es un simple cártel de comerciantes que ejerce una dictadura sutil. Es decir: sutil para quien no lo vea tan claramente como muchos lo vemos desde hace ya un tiempo y que ahora, por suerte, podemos decirlo públicamente, siempre y cuando no nos lea nadie ;-)
Decía hoy Baroja (cuando le leía, en sus Memorias), que Galdós se dedicaba en cuerpo y alma a mantener una cierta imagen "OK" para todo el mundo, aunque fuera una persona con sus defectos. Cuando publicaba un nuevo libro, escribía personalmente a los periódicos, demostrando humildad. Si se le juzgaba anticonservador, él se escabullía. Si se le podía acusar de seducir a las criadas, él lo tapaba con unos billetes. Yo es algo que no concibo. Uno puede cagarla de vez en cuando. Yo la he cagado muchas veces. Pero no como una norma de conducta. Si me equivoco, lo detecto y trato de arreglarlo cuanto antes mejor, sobre todo si es algo que ha lastimado a alguien. Si ya se convierte en negocio, la cosa está clara. Es perseguir unos intereses, adoptar un modus operandi con unos fines concretos. Eso podría ser incluso tolerable, por pena, para un "pelao", por economizar recursos. Pero si es alguien que se dedica a dictar lo que se hace y lo que no, o a escribir la historia, tendría que ser desautorizado de inmediato. No es lo mismo si yo enveneno el vaso en el que bebo el agua, que si enveneno el Canal de Isabel II.
Lo triste del caso es que ni siquiera habría que fusilar a los que la cagan y tienen más poder. No es eso (!!!). Bastaría con aplicarles la misma justicia que se le aplica al "pelao" de a pie. Simplemente eso. Yo, un año, la cago en un dato de la Declaración de la Renta, y la pago pero y bien. Si la caga el Botín con una cantidad proporcional (por ejemplo, 250 mil millones), tiene un ejército de abogados y burócratas para eliminar la cagada. Para mí, borrar la cagada, ni siquiera es una posibilidad. Estoy acordándome de un año en que una empresa para la que trabajé declaró que yo le había alquilado un local, cosa que es completamente absurda, no sólo porque fuese mentira, sino porque además yo no tengo ningún local, y además fueron ellos los que me contrataron a mí para hacer un trabajo. Supongo que fue el típico error, y no una cosa de mala voluntad (?). Sea como sea, para mí era imposible defender esa situación, ya que hiciera lo que hiciera (distinta de declararme culpable) significaba muchísimo más dinero. Creo que me quejé al cliente y supongo que hicieron algo por poner remedio a la situación, aunque ya no lo recuerdo. Sea como fuere, ellos podrían haber hecho uso de su estatus de "empresa grande" para ahorrarse unas pesetas, y yo haber tenido que comerme ese gasto sin poder decir ni mú. Y, además, todo a nivel "administrativo" o "burocrático". No puedes llamar a "Pepita" y pedirle cuentas, o irte al portal de Paco y darle con un palo, porque está todo pensado para que sea completamente aséptico. Está institucionalizado.
Ehhh... Ya.
Eso no significa necesariamente que en realidad se haga lo que uno dice, salvo que se ponga uno en plan represor y coaccionante, cosa que casi nunca sucede, salvo en momentos críticos.
La autoridad puede manifestarse de muchas maneras. Cuando yo era pequeño, había padres que emanaban tanta autoridad que uno ni se planteaba el menoscabo de la misma. Otros parecían ser tan sabios, que lo mismo. Otros eran tan majos, que con tal de cuidarles tú les seguías la corriente. Otros parecían poca cosa, pero abrían la boca y se te helaba la sangre en las venas. Sensación de conducir un bólido sin frenos, sin haber salido pilotado siquiera un triciclo.
En el proceso de ejercer la autoridad hay muchas variantes. Uno puede explicarse, negociar, chantajear, amenazar... No creo que haya muchas más posibilidades, dado que estamos hablando de tratar de imponer el punto de vista de uno a otro. También está la posibilidad de mentir, pero no concibo nada más ruin que mentir a alguien a quien puedes imponer tu autoridad de otra manera. Ni con niños, ni con naide.
Esto, llevado a lo social, es obvio. Y la crítica es que los señores que nos imponen su autoridad, en realidad no la tienen, porque nosotros se la hemos otorgado. Ellos son nosotros y se adjudican (haciendo uso de la autoridad que hemos depositado en ellos) más poder del que en realidad ostentan. Si encima utilizan ese poder para asuntos propios, o para ser coaccionados por otros (tipo bancos/políticos/medios), ya es para vomitar. Crítica típica, no interesar.
Me interesa más una desviación del asunto: ¿cómo se escribe la historia? Cada vez se habla más de la Historia versus la Historia No Oficial. La "historia" es muy importante, porque es la memoria que no tenemos. Es que llega un día en que uno piensa: "¡Coño! ¡Qué injusto es todo! Voy a robar un banco y se acabó". Conclusión brillante. Pero ahí está la historia, la memoria que no nos pertenece, que nos recuerda que si robas un banco lo más probable es que te vayas a pudrirte a la puta cárcel, porque hay muchas personas cuyo trabajo consiste en que las demás personas no puedan robar el banco y porque, además, está "mal" robar (aunque en este caso habría mucho que discutir. si no, no existiría el dicho de "quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón"). O sea, que la historia es algo de lo que todos hacemos uso continuamente. No es el libro del colegio ni un reportaje que has visto en TV. Es toda la información que te llega por distintos canales y que tú almacenas en tu propia memoria, en libros o donde te dé la gana, para consultarla cuando te haga falta. Una receta que uno mira en internet es historia, igual que un libro de cuatrocientas páginas sobre la República de Weimar, con la diferencia de que la receta suele ser más útil, en términos generales.
Hay aspectos muy interesantes de la historia. Cuando se trata de una receta, puedes encontrarte mil variantes para elaborar el mismo plato. Pueden variar los ingredientes, las proporciones, los tiempos de cocción... Incluso aunque te pongas estricto, el chorizo que tú pones en el cocido no será el mismo que puso el tío que escribió la receta que a ti más te convence. Los hay más blandos y más duros, con más o menos grasa, pimentón, picantes, etc. Mis hijos, por ejemplo, tienen un abanico muy reducido de chorizos que les gustan en los guisos. Si el chorizo es un poco más blando, duro, dulce, picante, loquesea, ya no les gusta y religiosamente lo dejan abandonado en el plato. Hay que ponerles algo que esté en su rango de aceptabilidad (si tu objetivo es que les guste).
Es como las tortillas de patata. Uno, en su subconsciente, piensa que una tortilla de patata es una tortilla de patata. Pero no (!). Una tortilla de patata es una tortilla de patata ideal, y cada uno tiene la suya propia en su mente. Uno tiene su idea del tipo de ingredientes y proporciones, tiempo de fritura, tipo de aceite, cantidad de sal, etc. Si la cebolla tiene que estar cortada más enterita, más fina o inexistente, si tiene que churruscarse o no, si se fríe con aceite de oliva virgen extra, o con aceite "el primero que pille", o mezcla de oliva y girasol... Infinitas posibilidades. Incluso, aunque uno tenga una idea muy clara de lo que quiere hacer, ese día los huevos pueden ser más pequeños o grandes, o la yema teñir más de amarillo, o las patatas ser más patatosas y deshacerse más fácilmente... Infinidad de posibilidades.
Con la historia, exactamente igual. Todo hecho se relata, obligatoriamente, de manera subjetiva y/o tendenciosa. Por ejemplo, podría decirse que "el pueblo de París tómó la Bastilla", que es un hecho que se supone que tuvo lugar, aunque luego vas a París y no existe ninguna Bastilla. Ya, de entrada, tienes que creerte que había un edificio que se llamaba así, y que fue tomado por el "pueblo". ¿Qué pensaría la gente de París que se consideraba igualmente "pueblo" y no fue parte de esa "toma"? ¿Estarían de acuerdo o dirían que eran sólo los de clase baja, o los que ese día tenían vacaciones, o los que eran solteros, o los radicales? ¿Qué significa "toma"? Es un hecho comúnmente aceptado y que casi nadie sabe, que esa "toma" no fue una conquista, como si hubiese sido lo que puso colofón a una guerra... En primer lugar, no era una guerra. Y, en segundo lugar, las personas que tomaron la Bastilla, parece ser que no tenían ningún interés en la propia Bastilla, ni como símbolo ni como objetivo guerrillero, sino simplemente como el polvorín. Habían pillado armas y necesitaban munición. Estaba allí, en la famosa Bastilla.
Yo hablo por hablar, de cuatro cosas que he leído sobre el tema. Y los que escribieron sobre el asunto, ¿estuvieron allí? ¿Quién coño eran? ¿Por qué les pareció tan interesante ese suceso y no otro que hubiera en la revolución francesa, que hubo muchos? Y de lo poquísimo que quedase (una, dos, tres, cuatro fuentes relatoras), ¿qué versión se nos ha ofrecido? Si yo me leo el artículo de la Wiki (y ya tendré mucha más información que alguien que lo lea en en libro de texto con 16 años), seguramente estoy leyendo lo que alguien ha leído resumidamente en algún sitio, escrito por un tío que a su vez leyó lo que alguien había leído y relatado sobre lo que relató el original. Como mínimo, échale dos o tres reinterpretaciones.
En ese sentido, se inventó un oficio muy gracioso llamado "periodismo", que hoy en día tiene varias ramificaciones, cuya misión específica era recoger y relatar lo que sucediese. Hoy en día no se le dice a la cosa "periodismo", sino "medios de comunicación", porque no es sólo papel, sino cosa audiovisual.
La siguiente cosa es asimismo obvia: los medios de comunicación están financiados (y, por tanto, controlados) por los que mandan. Si uno analiza con una profundidad mínima los medios de comunicación, resulta que están financiados o apoyados, directa o indirectamente, por partidos políticos, bancos y multinacionales (empresas privadas). Sería inútil dar cuenta de la evidencia. Y ultrajante. Tenemos periódicos y televisiones financiados por empresas, por la Iglesia... Da igual. Y, como es natural, la línea editorial marca. Puede salir en pantalla (como se diría parodiando USA) un varón blanco peleando con un poli, que es la típica escena del 15-M (en esta época convulsiva), y cada uno no sólo relatará lo que le dé la gana, sino que el propio televidente entenderá lo que le salga de los cojones, con independencia de lo que estuviese sucediendo realmente. Podría ser el ataque de un drogadicto sobre las fuerzas de la ley. Podrían ser las fuerzas de la ley aporreando a un ciudadano indefenso. Podría ser lo que nos diese la puta gana. Una "manifestación pacífica" puede ser llamada igualmente una "revuelta estudiantil". Eso, desde el lado de las izquierdas. Y cuando tenemos "fiesta" de los nostálgicos de Franco (que es un señor muy hijo de puta que supo imponer su razón por encima de la democracia durante cuarenta años, y algún mérito hay que concederle), lo mismo: pueden ser los "putos fachas de mierda con sus aguiluchos", o bien la conmemoración de la muerte de Primo de Rivera y de Franco (un poquito maquillada para que coincidiera con la de Primo), para los nostálgicos de los viejos tiempos.
Esto mismo que yo escribo me está quedando tendencioso. Confío es que si alguien con ideología conservadora escribiese algo parecido, estaría de acuerdo con lo principal del trasunto, quizá sustituyendo "putos fachas de mierda" con "putos rojos de mierda" en un marco distinto. Pero creo que no se puede negar que la historia acaban por escribirla los que tienen pluma y papel, y permiso para escribirla. Eso, en la antigüedad. Ahora, con el Internet, la cosa es bien distinta. El artículo que escribe Pepito, de un periódico/tv con gran difusión, lo leen automáticamente dos millones de personas. Pero hay muchas Pepitas y Pepitines que tienen su propia versión, y puedes leerla en blogs, tweets y demás, con la diferencia de que seguramente las Pepitas y Pepitines realmente han estado allí, cosa que casi nunca puede constatarse en el caso de los mass-media. Estuvieron los de Telemadrid (= extrema derecha) en alguna manifa del 15-M, pero a los tres minutos se sintieron agredidos y expelidos, como es natural, porque cuando uno no comulga, todo se le hacen pulgas. Y es natural que la gente que toma parte en un tumulto vea con malos ojos al representante de quien prohíbe el tumulto (Telemadrid = poderes políticos de Madrid).
Sea como sea... Se mire desde la izquierda o la derecha, desde el centro o lo independiente, el hecho es que la grandísima mayoría de las personas se alimentan de unas pocas fuentes de información, que siempre están patrocinadas/supervisadas por alguna "autoridad".
La autoridad no es un problema de comunicación. No es que unos opinen esto o lo otro. La autoridad trasciende la comunicación. Si hace falta, te mete un par de ostias, literalmente, o te mete en el talego, o lo que haga falta. Ahora, con Internet, es más difícil ocultar estas manifestaciones de la autoridad, porque hay muchos ojos, oídos y, sobre todo, facilidad y espabilamiento para denunciar el abuso de poder, que por desgracia vemos tan a diario en todos los órganos sociales, incluyendo a la administración y las fuerzas de seguridad. ¿Cumplen órdenes? Sí. Pero no nuestras, sino de quien paga. De quien posee los medios de comunicación. De quien sostiene los sistemas electorales escandalosamente absurdos. De quien manda. Que para Pepito, policía o periodista, será su jefe inmediato. Y, para su jefe inmediato, el superior, y así hasta llegar hasta quien maneje el percal, que es un simple cártel de comerciantes que ejerce una dictadura sutil. Es decir: sutil para quien no lo vea tan claramente como muchos lo vemos desde hace ya un tiempo y que ahora, por suerte, podemos decirlo públicamente, siempre y cuando no nos lea nadie ;-)
Decía hoy Baroja (cuando le leía, en sus Memorias), que Galdós se dedicaba en cuerpo y alma a mantener una cierta imagen "OK" para todo el mundo, aunque fuera una persona con sus defectos. Cuando publicaba un nuevo libro, escribía personalmente a los periódicos, demostrando humildad. Si se le juzgaba anticonservador, él se escabullía. Si se le podía acusar de seducir a las criadas, él lo tapaba con unos billetes. Yo es algo que no concibo. Uno puede cagarla de vez en cuando. Yo la he cagado muchas veces. Pero no como una norma de conducta. Si me equivoco, lo detecto y trato de arreglarlo cuanto antes mejor, sobre todo si es algo que ha lastimado a alguien. Si ya se convierte en negocio, la cosa está clara. Es perseguir unos intereses, adoptar un modus operandi con unos fines concretos. Eso podría ser incluso tolerable, por pena, para un "pelao", por economizar recursos. Pero si es alguien que se dedica a dictar lo que se hace y lo que no, o a escribir la historia, tendría que ser desautorizado de inmediato. No es lo mismo si yo enveneno el vaso en el que bebo el agua, que si enveneno el Canal de Isabel II.
Lo triste del caso es que ni siquiera habría que fusilar a los que la cagan y tienen más poder. No es eso (!!!). Bastaría con aplicarles la misma justicia que se le aplica al "pelao" de a pie. Simplemente eso. Yo, un año, la cago en un dato de la Declaración de la Renta, y la pago pero y bien. Si la caga el Botín con una cantidad proporcional (por ejemplo, 250 mil millones), tiene un ejército de abogados y burócratas para eliminar la cagada. Para mí, borrar la cagada, ni siquiera es una posibilidad. Estoy acordándome de un año en que una empresa para la que trabajé declaró que yo le había alquilado un local, cosa que es completamente absurda, no sólo porque fuese mentira, sino porque además yo no tengo ningún local, y además fueron ellos los que me contrataron a mí para hacer un trabajo. Supongo que fue el típico error, y no una cosa de mala voluntad (?). Sea como sea, para mí era imposible defender esa situación, ya que hiciera lo que hiciera (distinta de declararme culpable) significaba muchísimo más dinero. Creo que me quejé al cliente y supongo que hicieron algo por poner remedio a la situación, aunque ya no lo recuerdo. Sea como fuere, ellos podrían haber hecho uso de su estatus de "empresa grande" para ahorrarse unas pesetas, y yo haber tenido que comerme ese gasto sin poder decir ni mú. Y, además, todo a nivel "administrativo" o "burocrático". No puedes llamar a "Pepita" y pedirle cuentas, o irte al portal de Paco y darle con un palo, porque está todo pensado para que sea completamente aséptico. Está institucionalizado.
Ehhh... Ya.
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