¿Por qué esforzarse?

Ahora (sobre todo desde que estamos en crisis, pero antes también) está de moda la "cultura del esfuerzo". Es decir, que uno tiene que esforzarse para conseguir objetivos, o algo así, "ser alguien en la vida". Nada se consigue sin esfuerzo, flota en el aire... Y lo contrario de la nada parece que es un señor de unos cuarenta y cinco años que huele a Axe y está en una playa con una camisa blanca mirando la puesta de sol (?) => y un pibón al lado, of course, como en cualquier anuncio de la tv, pero eso ya es cosa temática de la publicidad. Si uno votase al PP o al PSOE, en lugar de un pibón sería un chalé en Algete con una máquina cortacésped. Es lo mismo.
Para mí la "cultura del esfuerzo" es un mensaje redundante. Para la mayoría de las personas, despertarse e ir a trabajar (o al colegio, o a donde sea que sea obligatorio) es un esfuerzo. Y estudiar, y progresar profesionalmente, o pagar una hipoteca, un alquiler. Lo que sea. En general, todo es un esfuerzo, y más en estos tiempos.
Parece que nos hemos "dormido en los laureles". Es una frase que flota con el tema crisis. Hemos vivido "por encima de nuestras posibilidades". Hemos sido cigarras, como quien dice.
Un día me dijo el ferretero "yo no he vivido por encima de mis posibilidades, ni creo que tú lo hayas hecho". Y supongo que tiene razón... Yo me compré una casa que, de haber sabido la que venía (incluyendo especialmente las circunstancias personales, más que las otras), seguramente la hubiese comprado también, y la hubiese disfrutado más. Pero eso que flota, no: yo, personalmente, no conozco a nadie que se haya hipotecado hasta las cejas y haya tenido que vender. De acuerdo: mi estrato social no suele incluir a ese tipo de homo sapiens. Pero, en mi estrato, la gente que iba apurada, sigue yendo apurada. En ese sentido, ha habido pocos cambios. El que tenía trabajo inestable, sigue igual. El que tenía trabajo seguro, seguro sigue estando.
Pero no nos desviemos del tema... ¿Por qué esforzarse?
Estoy pensando más en el ámbito escolar, aprovechando que tengo hijos, y que ese mensaje parece aplicarse también al resto de los seres humanos.
A la retranca de los alumnos que agreden profesores y ese tipo de noticias marginales (a la par que prime-time), desde hace ya muchos años parece que nuestros hijos se educan en un ambiente donde el niño no se esfuerza y da igual, porque la educación es una mierda.
Señores: en mi tiempo la educación era ya una puta mierda, y yo hice la EGB, el BUP y el COU. Sean cualesquiera las siglas, ya es un lujo asiático tener una educación (según se mire). Pero no observo ninguna diferencia entre mi hijo y yo. De hecho, mi hijo hace aproximadamente 100 veces más tarea de la que hacía yo. Es decir: yo, que no hacía ni mi tarea, me sorprendo ayudando a mi hijo a terminar la suya, porque a veces ni le da tiempo en toda la puta tarde (también hay que merendar, ducharse y hacer otras cosas en la vida, aparte del puto colegio de los cojones).
Re-volviendo al asunto: cuando a uno le piden (o más bien le exigen) que se esfuerce... ¿Eso por qué? En estos casos la respuesta suele ser material: "el día de mañana tendrás un buen trabajo, un sueldo suficiente y, por tanto, más oportunidades para escoger". Pero en la misma respuesta está la propia pregunta: ¿escoger qué?
Tengo dos buenos amigos y, por tanto, dos buenas fortunas. A decir verdad, ambos han tenido bastante suerte, así que voy a incluir a un tercero en la lista, que ha tenido un poco menos. Yo creo que los tres son igual de felices. Ninguno de ellos tiene el cocido asegurado. Lo mismo puede irles bien, que dentro de dos meses tener que irse a vivir debajo de un puente (como yo, sin ir más lejos). Y a otros que han seguido la "senda del esfuerzo", les veo más agobiados. Tienen una buena posición económica en la vida, pero también están supeditados a esa suerte. Su "status" les condiciona. Para pagar una hipoteca de 2 mil pavos hay que tener un súper-sueldo. Yo no tengo sueldo de ningún tipo (tengo una empresa en la que va entrando trabajo cuando le peta) y no puedo pagarme copas a diez euros o irme de viaje a Bali una semana, pero puedo ver a mis amigos un martes de madrugada y ver vídeos de rock en un tugurio, o quedar a comer un lunes a la una, o un viernes a las siete para organizar una timba. Y yo soy poco viajero pero, con presupuestos ridículos, uno de estos amigos está todo el día de acá para allá. Es otra manera de viajar, claro, nada de hoteles con piscina. Pero también es otra manera de vivir (como decía Rosendo): a mi amigo no le pongas en un hotel con piscina, porque se deprime y se corta las venas.
La clave sigue estando en el "disfruta lo que tienes". Sin eso, da igual que tengas cuatro o veintisiete.
La cultura del esfuerzo es redundante. Yo creo que cada uno, realmente, se esfuerza para tener lo que tiene, sea lo que sea. Lo bueno y lo malo, por activa o por pasiva.
Y, por extensión, la "cultura del esfuerzo" redunda única y exclusivamente en el bien del "sistema". Cuanto más eficientes sean los ciudadanos, menos tiene que esforzarse el político y más puede mangonear (quien dice político, dice jefe de equipo).
Menos mal que en este país lo tenemos claro: trabajar poco y cobrar mucho. Y los buenos sentimientos, por otro lado. Yo estoy completamente de acuerdo. Creo que los homo sapiens prehistóricos se esforzaban parecido o menos y podían (potencialmente) ser más felices. Ahora, con tanto Internet y con tanta producción en serie, parece que vamos para atrás, porque cada vez hay que trabajar más para tener las comodidades básicas (una vivienda, comer todos los días), contabilizado en horas, y sin contar además las horas de trabajo doméstico (cocinar, comprar, limpiar). Puede uno permitirse la expansión de ir un día a la semana a una clase de ajedrez, o a tomar un par de copas, o irse unos días de viaje y soltar quinientos pavos, pero al precio de ser esclavo de su modo de vida, de esforzarse mucho (ya lo dice la palabra "esclavo"). Al precio de ser un zombi, borrego, etc.

Por eso yo soy partidario del esforzarse "cuanto menos" y tener beneficios "cuanto más". No es cuestión de ser un "jeta" (tipo político), sino de encontrar un equilibrio entre esfuerzo y recompensa que sea más beneficioso para el usuario que para el sistema, ya que el sistema alimenta al sistema y el usuario debe cuidar de sí mismo (o bien confiarse al sistema, jajajajaja........).

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