Transigencia e intransigencia o "el español encerrado en la camisa global"

Hoy hablaba con unos amigos (sin tener que ver expresamente con lo siguiente que voy a relatar), que cada vez nos estamos acostumbrando más a un trato frío, expeditivo y funcionarial con "personas humanas".
El otro día estuve en mi fiambrero de confianza y el señor se había ido de vacaciones, dejando en su puesto a su sobrino. Él ya había vuelto y estaba al pie de la charcutería saludando a los clientes (que a mí me parecieron más que nunca, no sé si por el influjo del sobrino, que es alto y fuerte, aunque esté escondido detrás de unos jamonazos ibéricos). A mí me saludó con excesiva confianza. Me apretó la mano y, si le dejo, me da una colleja y me dice "¿qué tal el verano, sinvergüenza?", con una sonrisa de oreja a oreja. Un poco excesivo todo para mi carácter antisocial. Y reconozco que es un absurdo hacer un post pro-social siendo antisocial (!).
Pero nos estamos acostumbrando mucho, por ejemplo, a que nos llamen por teléfono de una eléctrica, o de telecos, y nos suelten un rollo que están leyendo de corrido y, seguidamente, les mandemos a tomar por culo. Por así decirlo, estamos automatizando tareas, y siendo expeditivos. Nos llaman y nos sueltan un rollo automático (lo mismo si vas a una dependienta de una perfumería, que te suelta el rollo que le han dicho que tiene que soltar, pero se la suda si te echas un potingue y te mueres mañana mismo), y nosotros respondemos con la misma moneda.
A mí, por ejemplo, esta mañana me tenían que dar "de alta" la luz en un inmueble. Se supone que me avisaban, yo me personaba, se hacía el apaño y todos contentos. Pero los tipos han ido, han enchufado la luz y se han largado. ¿Y si tenía yo encendida una estufa eléctrica en mi casa, que anteriormente estaba sin electricidad, y se quemaba el edificio, porque la estufa estaba junto a un bidón de napalm?
Eso, irresponsable total, y no hay quien me baje del burro.
Pero, por otra parte, no ha pasado nada, porque ni siquiera hay luz en el inmueble. Entonces, ¿qué? Mañana o cuando sea tendrán que venir de nuevo, para terminar un trabajo que nunca se ha terminado, que consiste en dar la luz y asegurarse de que llega la luz (!). Entonces, se ha trabajado irresponsablemente y mal.
Eso sí, he llamado al operario (que tuvo la amabilidad de informarme de que ya se había dado la luz) y me ha atendido amablemente, y yo tan contento, porque tengo la sensación de que es una persona que me va a ayudar a resolver un problema.
Y, al mismo tiempo, yo me iría mañana a la OCU o a donde fuera, para denunciar estas negligencias. Porque a mi no me afecta mucho que me vendan una mesa que está un poco coja. Es decir: no me afecta nada. La molestia de ir a cambiarla, o hacer que venga alguien a ponerla bien... Pero lo de habilitar la electricidad en un sitio "a ciegas", sin saber qué hay al otro lado de los cables, me parece muy grave, exactamente igual que si uno habilita el "gas ciudad" sin saber qué hay dentro de la vivienda (¿Una cocina abierta? ¿Un tubo al aire libre, sin cocina ni nada? Es una incógnita total y absoluta).
Seguramente el tipo ha dado la luz y ha visto que no "corría" el contador, por lo que ha deducido que no había nada "encendido" en la vivienda. Pero, ¿y si al dar la luz ha habido un cortocircuito, ha saltado un chispazo y todo a la mierda? Ya sería mala suerte... Pero hay malas suertes evitables.
Yo tengo la teoría (y cruzo los dedos para que sea cierta) de que la gente que más mala suerte tiene es siempre la misma. Cuando montaba en bici, por ejemplo, siempre tenían averías y caídas los mismos. Yo mismo me he caído y he tenido averías. Es algo que pasa. Pero cuando a la misma persona le sucede muchas veces, ¿es mala suerte aleatoria, o condicionada?
Y, al margen de la catástrofe, ¿es rentable para una empresa movilizar a un operario dos días, en vez de uno, porque el primer día no se cercioró de que el trabajo estaba hecho? Lo dudo. Hoy estaban por aquí todos los iberdrolianos (me lo he imaginado, porque eran señorines subidos a escaleras, no por otra cosa, y porque hoy me han llamado para decirme que estaba "hecha" la instalación) Pues mañana, a vueltas. Tengo la sensación de que se rentabiliza a costa del cliente. Antes venía Pepito, el primo de Paquita, y te hacía el apaño en casa. Ahora, si quieres quejarte, tienes que marcar el "2" en un contestador automático. En cualquier caso, para mí lo más rentable es trabajar bien, para el que trabaja y para el que se beneficia del trabajo.

Pero hoy el tema era "intransigencia" e "intransigencia". Se ve uno más transigente cuando habla con un señorín, y mucho más intransigente cuando habla con un contestador o con una persona-máquina detrás de una ventanilla. Es lo bueno y lo malo del "sistema". Yo a la frialdad no le veo ninguna ventaja. A la calidez tampoco, porque cuando das con un gilipollas, es peor que toda la frialdad del mundo. Pero a la frialdad, seguro que no. Ya sólo creo, en este sentido, en el trabajo bien hecho y en la honradez.

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