Identificación de especies vegetales

De año en año me voy haciendo asiduo del subforo de identificación de especies vegetales de Infojardín. Son muy frikis, lo saben todo (!). Es la cosa de la gnomos colectivo, una cosa abrumadora.
No obstante, lo que más me abruma en realidad es tener que acudir a un foro para saber qué es una planta. Da igual que haya consultado todos los materiales disponibles sobre flora de la zona (que en el caso concreto de esta zona, es muy poca cosa). Cuando por fin sospecho que mi planta es una "piticlina vulgaris" (pongamos por caso), busco "piticlina vulgaris" en el google-images y las fotos se parecen "vagamente" a mi planta. Indecisión. Y entonces pregunto. Y me dicen una cosa o la otra. Y, ya en la pista buena, de pronto las fotos que encuentro me parecen igualitas o parecidísimas a mi planta, cosa que tampoco tiene una explicación lógica, o a veces sí. Es como cuando le preguntas a uno del pueblo "¿y eso qué es?", y te responde "nabos colifritos", y tú ya lo ves como si fuera normal.
Una vez fuimos al "monte" en busca de "orégano", sólo que por aquí no sé yo si hay mucho orégano, y además tampoco suele ser la época del orégano cuando estoy yo por aquí. Por más que me mataba con la razón, yo no veía orégano por ningún sitio, y eso que nos habían asegurado que lo había a espuertas... Al final, siendo yo un lego, aposté por una especie, que más me parecía tomillo que otra cosa, de alguna variedad. Volvía a casa y, después de unas investigaciones, di con la especie: Thymus pulegioides. Asunto resuelto.
Al año siguiente, fui a un "monte" en un sitio donde sí sabía de buena tinta que había orégano... Y, entre docenas de yerbajos, di con el orégano a la primera. No me costó nada reconocerlo.

Yo sé que los frikis cuentan los nervios de la hoja, miran si hay pelillos por el envés, etc. Pero a mí me resulta imposible (es decir: cansino). Eso ya requeriría estudiar y una memoria prodigiosa, o bien una base de datos. Y no estoy a ese nivel. Es decir: ni estoy ni quiero estar. Me gusta, pero no tanto. Al final, es cuestión de gustos... ¿O no?