El crimen del cajigal
Colección "Biblioteca Patria" (supongo), ordenado imprimir por el "Patronato Social de Buenas Lecturas". Autor: Vicente Díez de Tejada. Según el ABC de la época, era un escritor de tipo "galante". Y según el ejemplar que manejo, esta era la sexta novela del autor en esta colección.
Era además, el tomo CXLI (141, para los amigos) y una novela laureada con el premio Santina Rovera. Año 1918.
Explico todo esto porque apenas hay información en la red y conviene notar que esta gente publicaba como si lo fueran a prohibir (lo que ya no sé es quién demonios leía estas cosas).
En la contracubierta queda todo muy bien explicado: "Nuestros pueblos latinos no tendrán independencia sino á condición de que en ellos predominen estos dos factores fundamentales del genio de la raza: la religión católica y el casticismo del idioma. El verdadero patriotismo consiste, pues, en fortificar dichos baluartes contra la hostilidad de las naciones imperialistas. A esto aspira con sus obras el «Patronato Social de Buenas Lecturas»".
Suscribo el comentario de un amigo mío: ¡qué país! ¡tenemos lo que nos merecemos!
Si es que esta gente llevaba publicados en aquellos tiempos 141 tomos de libros "como dios manda" (es decir, como ellos mandaban), no me extraña que Baroja no fuese un autor popular. Ya sé que esto pasa en todas las épocas, que al final lo que vende es lo de "moda" y que al final los autores famosos de la época prácticamente ni existen en la memoria después de veinte años... Prueba de ello es que no encuentro ni papa de información acerca de este Patronato, ni del tal Vicente Díez de Tejada.
Antes de seguir adelante, debo hacer un "pic" de la dedicatoria. No es lo mismo leerlo aquí que verlo en imagen. Vuelvo en unos minutos...
De todos modos, transcribo, para que quede bien claro lo que es un escritor galante:
EN MEMORIA
de mi cuñado bueno, de mi amigo noble, de mi hermano querido,
EL DOCTO CATEDRÁTICO
Don Ricardo Caro y Anchia
Q. E. P. D.
Grande en virtudes, y en sabiduría grande;
esposo ejemplar; ciudadano modelo;
HOMBRE
ante quien Diógenes apagó su linterna.
En el novenario de su muerte; en el desierto hogar, que fue santuario de sus amores puros; en su destrozado nido; sobre su mesa de trabajo, que yo profano apoyándome en ella para escribir esta dedicatoria dictada por mi dolorido corazón:
Con veneración,
Con amor,
Con gratitud.
¡Con todo el afecto de mi alma!...
Tete.
Tarrasa: 7 de Marzo de 1918.
La novelita (voy por la mitad, o asín) es parecida a la dedicatoria. Es como una de esas partes de relleno de las zarzuelas, donde no pasa nada pero todo es supuestamente graciosillo, sólo que sin gracia (salvo dos o tres frases hechas, graciosas por olvidadas).
La cogí por intuición y acerté: está ambientada a cien metros de mi casa veraniega. Se inventa algún nombre y el resto son de verdad. También se inventa el habla. Hace hablar a los personajes como paletos estándar, cosa que no tiene nada que ver con la zona, ni antes ni ahora. Pero es curioso igualmente.
Yo a lo mío.
El tipo que descubre el cadáver es de Naveda y va a nosedónde (supuestamente a "Fresnedilla de Yuso", que puede ser el actual Fresno del Río, o más bien Reinosa o ambas cosas, ya que está muy cerca), a llevar una cosa a una tipa llamada nosecuantina "la del Cañón" (que puede que fuese el mismito cañón de Reinosa, ya que se dice que puede ser de la guerra de la Independencia). Orográficamente, no tiene ningún sentido pasar por Fresno del Río para ir de Naveda a Reinosa, y sí un poco ir más o menos en línea recta, y atajando, dependiendo del destino final, por la actual carretera de Alto Campoo, o bien por la parte de atrás, por Villancantid/Nestares. En ambos casos podría bien pasar el sujeto por el lugar del crimen, el Cajigal (o Los Cajigales) al lado del "bebedero de San Justo", que podrían ser, a día de hoy, el pilón de Nestares o la fuente de Salces (esta última más cerca de los actuales Cajigales). Dice también "la vereda del Lobo", pero no hay ninguna referencia que yo conozca, aunque bien podría ser el camino que uniese los Cajigales con el "bebedero" (por poner nombres...). Con casi total seguridad, es la fuente de Salces, por cercanía con los Cajigales. Son robles pequeños, Quercus faginea, si no recuerdo mal, que en algunas zonas se llaman así, quejigos o cajigos. La curiosidad botánica es que más allá hay quejigos de verdad, aunque en el relato se llaman "carrascas" (encinas pequeñas). Eso da igual. El caso es que ese sitio se llama así, y el barrio de San Justo a los pies de Reinosa tiene que tomar su nombre de algún sitio, etc. Escolástica, la del Cañón, podía vivir en el cañón o un poco más allá en cualquier dirección. Y tampoco sé dónde estaba situado el cañón a principios de siglo (?). Ni si en Reinosa había un alcalde en aquellos tiempos (hoy, por ejemplo, no, está en Matamorosa, que yo sepa). Pero vamos... Para vivir allí el alcalde, el alguacil, el cura y el juez, tenía que ser Reinosa, por fuerza.
Ahora lo que me produce curiosidad es saber si el relato está basado en un crimen real. Preguntaré a las personas que nacieron en 1930, a ver si les suena algo. Aunque es como si me preguntan a mí algo de los años '50, ¿qué coño van a saber ellos? Pero total, nunca se sabe. No creo que hayan tenido tantos crímenes como para que éste no pueda recordarse por espacio de 30 ó 40 años si fue algo que salió en los periódicos (?).
Era además, el tomo CXLI (141, para los amigos) y una novela laureada con el premio Santina Rovera. Año 1918.
Explico todo esto porque apenas hay información en la red y conviene notar que esta gente publicaba como si lo fueran a prohibir (lo que ya no sé es quién demonios leía estas cosas).
En la contracubierta queda todo muy bien explicado: "Nuestros pueblos latinos no tendrán independencia sino á condición de que en ellos predominen estos dos factores fundamentales del genio de la raza: la religión católica y el casticismo del idioma. El verdadero patriotismo consiste, pues, en fortificar dichos baluartes contra la hostilidad de las naciones imperialistas. A esto aspira con sus obras el «Patronato Social de Buenas Lecturas»".
Suscribo el comentario de un amigo mío: ¡qué país! ¡tenemos lo que nos merecemos!
Si es que esta gente llevaba publicados en aquellos tiempos 141 tomos de libros "como dios manda" (es decir, como ellos mandaban), no me extraña que Baroja no fuese un autor popular. Ya sé que esto pasa en todas las épocas, que al final lo que vende es lo de "moda" y que al final los autores famosos de la época prácticamente ni existen en la memoria después de veinte años... Prueba de ello es que no encuentro ni papa de información acerca de este Patronato, ni del tal Vicente Díez de Tejada.
Antes de seguir adelante, debo hacer un "pic" de la dedicatoria. No es lo mismo leerlo aquí que verlo en imagen. Vuelvo en unos minutos...
De todos modos, transcribo, para que quede bien claro lo que es un escritor galante:
de mi cuñado bueno, de mi amigo noble, de mi hermano querido,
EL DOCTO CATEDRÁTICO
Don Ricardo Caro y Anchia
Q. E. P. D.
Grande en virtudes, y en sabiduría grande;
esposo ejemplar; ciudadano modelo;
HOMBRE
ante quien Diógenes apagó su linterna.
En el novenario de su muerte; en el desierto hogar, que fue santuario de sus amores puros; en su destrozado nido; sobre su mesa de trabajo, que yo profano apoyándome en ella para escribir esta dedicatoria dictada por mi dolorido corazón:
Con veneración,
Con amor,
Con gratitud.
¡Con todo el afecto de mi alma!...
Tete.
Tarrasa: 7 de Marzo de 1918.
La novelita (voy por la mitad, o asín) es parecida a la dedicatoria. Es como una de esas partes de relleno de las zarzuelas, donde no pasa nada pero todo es supuestamente graciosillo, sólo que sin gracia (salvo dos o tres frases hechas, graciosas por olvidadas).
La cogí por intuición y acerté: está ambientada a cien metros de mi casa veraniega. Se inventa algún nombre y el resto son de verdad. También se inventa el habla. Hace hablar a los personajes como paletos estándar, cosa que no tiene nada que ver con la zona, ni antes ni ahora. Pero es curioso igualmente.
Yo a lo mío.
El tipo que descubre el cadáver es de Naveda y va a nosedónde (supuestamente a "Fresnedilla de Yuso", que puede ser el actual Fresno del Río, o más bien Reinosa o ambas cosas, ya que está muy cerca), a llevar una cosa a una tipa llamada nosecuantina "la del Cañón" (que puede que fuese el mismito cañón de Reinosa, ya que se dice que puede ser de la guerra de la Independencia). Orográficamente, no tiene ningún sentido pasar por Fresno del Río para ir de Naveda a Reinosa, y sí un poco ir más o menos en línea recta, y atajando, dependiendo del destino final, por la actual carretera de Alto Campoo, o bien por la parte de atrás, por Villancantid/Nestares. En ambos casos podría bien pasar el sujeto por el lugar del crimen, el Cajigal (o Los Cajigales) al lado del "bebedero de San Justo", que podrían ser, a día de hoy, el pilón de Nestares o la fuente de Salces (esta última más cerca de los actuales Cajigales). Dice también "la vereda del Lobo", pero no hay ninguna referencia que yo conozca, aunque bien podría ser el camino que uniese los Cajigales con el "bebedero" (por poner nombres...). Con casi total seguridad, es la fuente de Salces, por cercanía con los Cajigales. Son robles pequeños, Quercus faginea, si no recuerdo mal, que en algunas zonas se llaman así, quejigos o cajigos. La curiosidad botánica es que más allá hay quejigos de verdad, aunque en el relato se llaman "carrascas" (encinas pequeñas). Eso da igual. El caso es que ese sitio se llama así, y el barrio de San Justo a los pies de Reinosa tiene que tomar su nombre de algún sitio, etc. Escolástica, la del Cañón, podía vivir en el cañón o un poco más allá en cualquier dirección. Y tampoco sé dónde estaba situado el cañón a principios de siglo (?). Ni si en Reinosa había un alcalde en aquellos tiempos (hoy, por ejemplo, no, está en Matamorosa, que yo sepa). Pero vamos... Para vivir allí el alcalde, el alguacil, el cura y el juez, tenía que ser Reinosa, por fuerza.
Ahora lo que me produce curiosidad es saber si el relato está basado en un crimen real. Preguntaré a las personas que nacieron en 1930, a ver si les suena algo. Aunque es como si me preguntan a mí algo de los años '50, ¿qué coño van a saber ellos? Pero total, nunca se sabe. No creo que hayan tenido tantos crímenes como para que éste no pueda recordarse por espacio de 30 ó 40 años si fue algo que salió en los periódicos (?).
Comentarios
Publicar un comentario