Explosivos

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Siempre había tenido el criterio de no divulgar conocimientos (ya divulgativos de por sí), como recetas para fabricar explosivos caseros o preparar venenos o drogas.
Pero, a estas alturas de internet... ¿No será mejor decir lo que "es"?
¿Es mejor no decir nada, para no ponérselo a huevo a los psicópatas o a los capullos?
¿O es mejor decirlo, y que todo el mundo lo sepa y tenga la oportunidad de jugar con la misma baraja?
Hoy pienso que lo último. Al fin y al cabo, lo que yo he sabido por unos medios, los que sean, está al alcance de cualquiera, gracias a Internéx, porque no es que yo sepa nada ultraterreno...
Por ejemplo: ¿no sabe todo el mundo que mezclar agua y sodio puede resultar en explosión por el desprendimiento de hidrógeno? Y me parece que pasa exactamente lo mismo mezclando agua-fuerte (salfumán aguachirri) con aluminio.
Yo fui, con doce años, a pedir Cloruro Potásico a Riesgo (c/ Desengaño), el país de las maravillas de los químicos aficionados. Porque resulta que si lo mezclas con azufre explota que te cagas, y eso es divertido. ¿O no? Pero no me lo quisieron vender.
Intenté fabricar una especie de pólvora con azufre, polvo de carbón y salitre arrascao de los muros, pero no me salió nada buenamente combustible (de olor a pólvora iba perfecto).
¿Alguien recuerda la receta de napalm de "El club de lucha"? Al hombre le obligaron a quitar las recetas del libro. Me parece que al final se quedó en gasolina mezclada con coca-cola light. Jijiji.....
La química es divertida. Y los explosivos son más divertidos aún. Le he enseñado a mis hijos a despachurrar una piel de naranja junto a un mechero, y flipan. Yo también flipo. Lo de los limones y las bombillas no lo he hecho nunca, porque siempre me ha parecido un gasto absurdo, pero un día voy a organizar una queimada-limonada en casa, y aprovecho para probarlo.
Hoy, con las plantas, voy a ser pelín más cauto, pero mañana o pasado voy con todo el arsenal. Hablaremos de alcaloides y podremos tener todos la receta de las brujas del pueblo para abortar, la droga de la verdad y el veneno perfecto para acabar con el perro de nuestro vecino. Es decir: nosotros, todos, no sólo los envenenadores de perros que buscan en la wikipedia y de vez en cuando salen en las noticias de los periódicos de barrio.
Por la misma regla de tres, me parecería lógico legalizar la marihuana, por ejemplo, cosa que ya es vieja como el cagar. ¿Qué nos está administrando el gobierno? ¿Nos podemos envenenar, a pequeñas dosis, con lo que ellos deciden? ¡Pero si podemos beber lejía! ¡Y ver el Gran Hermano! ¡Y podemos petarnos de nitrito sódico comiendo paté, o benceno con otros alimentos! Si nos lo dan en pequeñas dosis, nopasaná.