Amor sin fronteras

Dos o tres días lloviéndome hemisferio izquierdo y derecho a (pecho) descubierto.
Parece ser deque el cerebro se divide (según se mire) en lado derecho e izquierdo, y que cada parte se "encarga" de una función.
Es natural. El pie anda, la mano coge... Esas cosas. Es normal que haya "partes" a las que estén asignadas unas funciones, y no que todas las partes se encarguen de todo al mismo tiempo. En un sitio plantamos el cereal, en otro lo molemos, en otro fabricamos el pan.
La parte derecha (¿emocional????) no es mejor que la izquierda (¿racional????), ni al revés. La parte derecha es mierda cagada sin la izquierda, y viceversa.
He escuchado incluso la teoría de que se muere primero el lado izquierdo, de tal manera que el derecho es el último en irse, proporcionando un indecible bienestar al ser muriente, cosa que, bien pensada, me parece absurda. Porque, ya digo, la parte derecha carece de sentido sin la izquierda, y al revés. Si uno sólo tiene lado derecho, a lo mejor es más "feliz", en cierto sentido, pero ¿quién dice eso? ¿Dónde está mi hemisferio izquierdo cuando duermo y sueño cosas maravillosas o completamente horribles?
¿Se puede vivir, amar, sólo con el lado derecho?
¿Qué hago yo con el deseo inexpresado? ¿O qué hago con un deseo mal expresado, que se concreta en manifestaciones completamente surrealistas? "Cariño, ojalá volásemos por el viento como hojas secas en la profundidad del otoño, hagamos nacer nuestras canas en Oslo, crecer en Tombuctú y morir en la Osa Polar".
Que bien, bien, está... Entiéndaseme. Para sentir. Para hacer, mucho mejor levantarse después de echar un polvo y hacer el café perfecto para mi niña despeluchada.
Mi lado derecho (el que yo considero más "soñador") suele presentarse de improviso cuando el izquierdo está KO. Entiéndaseme: mi lado derecho está requetesiempre, y siempre funciona igual. Lo que no sé es cómo descansa el tío... Y hay veces que el izquierdo está grogui y viene el pibe y se pone a decir lo primero que se le ocurre, que está bien, es correcto, porque soy yo el que lo dice. Otras, es el izquierdo quien lleva la voz cantante, y entonces suelen darme ganas de auto-agredirme, porque me pongo gilipollitas-gilipollitas. Pero la mayor parte del tiempo hay un equilibrio. Si dejase al derecho campar a sus anchas, no salía ni de la cama. Y si dejase al izquierdo, terminaba en la cárcel, seguro.
No obstante: mi izquierdo modula a mi derecho, y viceversa. No concibo una separación. Son, para mí, características. Si fuese ajedrez, diría: unas piezas se hablan a otras, establecen sinergias, para jugar una bonita partida. Sin lado izquierdo no es posible la vida: puedes sentir el amor más intenso y la angustia más profunda, sin distinción ni discriminación. Y sin derecho, todos a Soto del Real, al módulo de sujetos peligrosos. Uno es persona. U otra cosa.
¿Qué amor vale más? ¿Uno que es sentimiento puro, pasión sin freno, u otro que te pone café al gusto después del coito?
Yo diría que son igual de válidos. Pero el primero, el desenfrenado, acabará sus días en la Osa Polar.
El amor es de dos. Si es de uno solo, es una paja mental. ¿O qué? De ahí sustraemos lo demás.
Mi receta: el creador, el lado derecho. Y el director de orquesta, el izquierdo. Todo lo demás es caca y personajes ficticios inventados por el lado izquierdo para justificar al derecho.
Every little thing she does is magic.

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