Voltio

Naide me gana dando voltios por Madrid. Hoy he sido arrojado al azar en la vieja sede del Aqualung (centro comercial "art decóo city", o algo así) y en 1 hora y media exacta me he teletransportado hasta casi Legazpi y he vuelto, primero en las líneas 6 y 3, y luego sólo en la 6, atravesando el sin par pinar del parque de Caramuel, parada obligada de los bandoleros y perros incontinentes más temidos de ese lado de la ciudad.
El centro comercial en cuestión es un "anillo" (porque sólo están habitadas las partes exteriores) bastante grande para estar a un paso del centro de la ciudad.
Es la primera vez en mi vida que he estado en una "bolera", ese sitio mágico caracterizado porque tienes que calzar unos zapatos que no son los tuyos.
He llegado casi al final y me he bebido un par de birras con aceitunas en la barra, mientras veía desfilar a unas quinceañeras de tipo "viernes" (es decir, con vaqueros ceñidos y pelos recién lavados y marcados a tenaza). Creo que también había señores calvos y cuarentonas entradas en carnes, pero sólo me he fijado en las quinceañeras delgadas y en el grupo de mi hijo, que era un nutrido grupo de espermatozoides vestidos de blanco por arriba y gris por abajo, lanzadores de pelotas y comedores de hamburguesas.
Después de todos estos venían los de 15 a 20, y más tarde vendrían los otros, supongo. Una pura cuestión de enlazar de menor a mayor, por franjas de edades.
El metro desconocido es hostil. Ya me ha pasado un par de veces últimamente... Yo, que estoy acostumbrado a las lumíneas líneas 2, 4 y 10, populares, populacheras, me he metido hoy en la línea 6 y el otro día en la rosa (la 8), con sus vagones hostiles (los de la 6, tan hostiles como siempre, mal iluminados y con sus pasillos anchos como claustros de monasterios deshabitados).
En el barrio de Puerta del Ángel, no obstante, me he sentido de-agustito. No me ha importado caminar arriba y abajo por los pinares de Caramuel, aunque estuviesen atestados de drogadictos y delincuentes peligrosos. Es más, me ha hecho sentir bien. Me ha gustado. Yo me sentía de alguna manera cómplice de los pinares y los bandoleros de la margen izquierda del camino de Extremadura, hermanado por el cognoscimiento de su heredad. Es una de esas partes de la ciudad que sorprenden... En todo momento está a la vista el Palacio Real (y la Catedral) y al mismo tiempo uno está en un engranado inextricable de callejas y cortados, que no hay manera humana de bajar desde el "Alto" hasta el "Río", como no sea por el pinar o bajando hasta el propio río (desde esa zona de Puerta del Ángel hacia Marqués de Vadillo). Hay cultura de callejuela y de enormes espacios abiertos, todo mezclado, herencia de épocas ancestrales, sitios donde antes hubo fábricas, vaquerías e islas de chabolas, los pueblos de la periferia de este Madrid que ahora sólo es uno.
Esa zona debería tener más impronta. En serio. Está a 15 minutos andando de Príncipe Pío (la vieja "estación del norte") y parece el final de Alcalá lindando con Barajas. El CC donde he estado hoy, 15 minutos hasta Puerta del Ángel (a buen paso), y calculo otros 15 en dirección contraria, hasta Marqués de Vadillo (línea verde), porque lo he hecho andando muchas veces el día de S. Isidro, si vas pegado a la orilla del Manzanares, aunque los lugareños de aqueste lado dicen que Puerta del Ángel está más cerca (habría que mirar el plano).
En cualquier caso, es una zona inhóspita. Que no haya metros "cerca" le dota de un exotismo quizás excesivo. No está mal. Es como visitar un sub-barrio de Vallecas, pero estando a veinte minutos del centro de Madrid.
De hecho, yo soy partidario de declarar que la zona Argüelles/Pza. España/Bailén/Pte. Segovia está lindando con las afueras. Para mí, ponerte en Moncloa es ponerte en la A-6. En ese sentido, las autovías son para mí un punto de referencia. Moncloa, la A-6... Pza. Castilla, la A-1... Y asín sucesivamente. En ese sentido, la Ermita del Santo está prácticamente en las afueras, como lo está el Parque del Oeste (que es larguirucho y se sale de Madrid, en este sentido), que está A-5-izado pero p’a la izquierda, como Aluche, Campamento, etc. Lo que me parece raro es que haya que andar 20 minutos desde el ex-Aqualung hasta un metro, teniendo a tiro de piedra el Campo del Moro. Para mí eso pone de manifiesto las "diferencias sociales", más que las "diferencias geográficas". A ese barrio se le trata como un barrio tipo "barrio" (como Moratalaz o Vallecas), y no como un sitio aledaño al puto centro. Si nos ceñimos al Km. Cero, al barrio Salamanca se le trata 10 veces mejor, desde el punto de vista logístico (de transportes, por descontado, de telecomunicaciones sospecho que parecido, aunque las teleco siempre van por adelantado).
Salut, brindo por el pinar de Caramuel y sus bandoleros invisibles, el último bastión del contrabando a veinte minutos del centro.

Comentarios