#15m

El día 15 hubo una manifa convocada por una "plataforma" creada en Internet, llamada Democracia Real, apoyada por otras plataformas, como No Les Votes. Todo surgió al mismo tiempo, a raíz de la Ley Sinde, pero ya se estaba cociendo el descontento. Altas tasas de paro, la gente hipotecada hasta las cejas, corrupción política exagerada, etc. Lo de siempre, pero multiplicado por 2 y la gente sin ganas de puñetas.
Ahora ya se puede decir. Lo que ha ocurrido en #acampadasol antes del 22M es un movimiento de izquierdas. De hecho, es un movimiento a-partidista, sin banderas y todas esas cosas. Pero está demostrado que la gente que siempre apoya ese tipo de movimientos, de ideas, es más de la izquierda. También hay mucha gente de la derecha que siente la picazón de que le están tomando el pelo. Aunque seas de derechas, tienes un lado izquierdista, aunque sea pequeñito.
La derecha ha salido a votar religiosamente a su partido, el PP, que ha arrasado en toda España.
Lo que se pide en #15m es una reforma de la ley electoral (la fórmula matemática que rige el reparto de escaños elimina a los partidos pequeños) y, en resumen, un mayor control de la clase política: establecer mecanismos para que dejen de robar y de reírse en nuestra cara. Sin más. Ese tipo de conclusión (te ríes de mí => no me hace gracia) es más de izquierda. Está clarísimo. Y del lado izquierdoso de los de derechas.
Que quede claro que el PSOE también es un partido de derechas. Está más que demostrado.
El #15m pide muchas cosas para garantizar que los políticos no se descojonen de nosotros. Pero yo pienso que la única manera de que estemos todos juntos de verdad es dar unos golpes de martillo a todas las ideas y ver qué sale de debajo. Algo en lo que todos podamos estar de acuerdo.
Ese algo creo que ya lo he mencionado muchas veces, aquí o en otras partes: un ciudadano, un escaño.
Eso es la síntesis de la democracia: que todos podamos votar todas y cada una de las cosas que nos afectan, a nivel local, autonómico y estatal. E incluso mundial, si me apuras.
No sólo es posible, sino que además es un juego de niños. En España sólo hay unos 35 millones de votantes. En Facebook hacen login diariamente 250 millones de personas.
También existen las llamadas automáticas, para quien no tenga internet.
Técnicamente, facilísimo. Se puede debatir y votar el color y el material de los adoquines de la calle que están asfaltando ahí abajo, el árbol que van a plantar en un alcorque vacío de la plaza, o si se entra o no en guerra contra USA. Es decir: cualquier cosa.
La política sería parecida a como es ahora. Yo voto a un señor. Cuando yo no voto el color de los adoquines de mi calle, ese señor es mi representante y él decide por mí, porque yo así lo he decidido. Pero si yo voto, ese señor ya no me representa, porque ya estoy yo para representarme a mí mismo.
Es la única diferencia con el sistema actual: quiera yo o no, el señor al que he votado me representa y, de hecho, tiene poder para hacer lo que le salga del nabo con mi voto. Por eso existen la corrupción, las decisiones equivocadas, la soberbia, etc.
Un gobierno es un número reducido de personas que no sólo puede equivocarse, sino que además tiende a equivocarse demasiado, precisamente porque está representando a otras personas, que muchas veces votan al "kit político" sin tener por qué estar de acuerdo con un montón de cosas. ¿Es porque la gente es idiota? ¡No! Es porque los programas políticos dicen única y exclusivamente que van a hacer las cosas muy bien, que van a generar empleo y otra serie de idioteces sin sentido. Obviamente, tampoco pueden explicar una por una las decisiones que van a tomar, ni anticiparse al futuro, para saber qué va a pasar y cómo van a actuar. Si a eso se le suma la mala fe declarada de algunos (¡demasiados!) políticos, la ignorancia o el simple choricismo callejero, tenemos en bandeja la democracia española (y la italiana, y la de muchísimos países).
El sistema que yo propugno es muy simple. Para el que no quiera enterarse, funciona igual que ahora: tú votas a un señor cada cuatro años y te olvidas del resto. Y para el que quiera participar en la construcción de su futuro, la cosa cambia mucho. Primero escoges un representante, un "político", alguien que va a decidir por ti cuando tú no puedas o no quieras participar. Después, puedes ir todas las semanas al tablón de anuncios de tu Ayuntamiento y allí está escrito en un papel, de manera transparente, lo que se está discutiendo, los planes de acción, los presupuestos, las nuevas propuestas, etc. Y una vez al mes, por ejemplo, tienes la opción de "votar" cuáles de esas propuestas salen adelante, los presupuestos que te gustan más, lo que se va a hacer con un terreno municipal en desuso, o bien si hay que llamar a filas al 50% de la población porque hay que entrar en guerra de inmediato. Como no es cosa de "montar el chiringuito" de las urnas cada vez, el voto se hace de manera telemática. Uno vota desde su casa o por teléfono, o desde los ordenadores del ayuntamiento, y una aplicación cuenta los votos en tiempo real, de tal manera que al día siguiente los "políticos", nuestros representantas, saben perfectamente en lo que tienen que ponerse a trabajar, y todo lo que ha sido desestimado.
Para que la cosa no sea un cachondeo, los ciudadanos también pueden proponer actividades, presupuestos, etc. A través de un foro o como sea. Si, por hacer un paralelismo con Twitter, la propuesta de un ciudadano se convierte en "trending topic", esa propuesta pasa a formar parte automáticamente de la lista de cosas que hay que decidir para el mes que viene.
No voy a entrar en cuestiones de seguridad informática. No hace falta. La cosa es tan sencilla como que ya existe. ¿Tienes dinero en el banco? ¿Sí? ¿Y a que nadie te lo ha robado, o si alguien te lo ha robado se ha sabido en seguida? Pues con los votos, igual.
Una vez conseguido este punto, ya podemos discutir entre todos y de manera realmente democrática si somos xenófobos, si dejamos la UE porque es una estafa, si atacamos a USA y recuperamos el dominio del mundo o si hacemos una III República autárquica y desligada del mundo después de decapitar al Rey. Lo que sea. Lo que nos dé la gana. Siempre tomaríamos la decisión acertada. Nunca dejaríamos que un señor cualquiera (llamado ZP, Rajoy o lo que sea) se equivocase en nuestro nombre. O lo haríamos, pero de manera premeditada.
Yo me imagino una web para mi barrio, otra para mi pueblo, otra para mi provincia, otra para mi CCAA y otra para mi país, donde puedo consultar en cada momento lo que se está haciendo, con total transparencia, y también opinar al respecto si quiero (si no, ya he votado a quien me represente).
No sé por qué, pero me huele que esta propuesta también le sonaría sospechosa a uno de derechas. Se pensaría que la gente va a votar idioteces como hacer presidenta a Belén Esteban. Eso se llama tener miedo a la soberanía del pueblo, y estar tan acojonado que uno prefiere que sea otro el que decide por él (o sea, lo que tenemos ahora y que nos sirven tan bien, pero por la otra punta).
Salut.

Comentarios