Varios

Decir palabrotas y cosas ofensivas es una manera de "romper". En lugar de ponerse uno a destruir los muebles, apalear personas o dedicarse a quemar uno por uno todos los libros de la casa, metódicamente, también se puede blasfemar, pegar alaridos, insultar a los mosquitos, cantar gritando y un sinnúmero de absurdeces. También se puede uno dedicar a la autodestrucción por el método lento: fumarse todo, beberse todo, comerse todo, correr hasta caer agotado, fregar los fogones hasta que queden impolutos en grado extremo, etc. Autoviolencia, podría decirse. Son las manifestaciones sensibles del "la ostia que te voy a dar" que todos llevamos dentro.
La semana pasada murió G (RIP) y nos dejó a todos buen sabor de boca. A mí sí.

Comentarios