Empatía 2

En la misma semana he leído dos cosas donde se daba un mensaje (secundario) casi idéntico: haz tú o lo harán otros por ti.
http://www.dreig.eu/caparazon/2010/11/10/jumo-red-social-activism/
http://lalengua.info/2010/11/el-jurado/
No es un mensaje extraño ni novedoso. Me ha llamado la atención por una serie de puntos comunes en ambos, y en relación con lo que dije el otro día de la empatía esa.
Hay varios tipos de personas pensantes. Ya lo tengo decidido desde hace algún tiempo... Uno de esos tipos, de los más comunes, es el "quejoso". Es alguien que puede detectar y analizar problemas en mayor o menor profundidad, con más o menos acierto. Todo subjetivo. Pero una vez analizado y señalado el problema, y después de haber vomitado todo tipo de injurias sobre él, la cosa termina. El tipo "quejoso" es analista, debatidor, persistente... Pero nunca escucharás de sus labios una solución al problema.
Otro tipo de persona pensante es el que podríamos bautizar como "solucionator". Sabemos que detecta y analiza los problemas, pero no qué opina de ellos. Esa fase es desconocida. Sólo sabemos que, sin nadie haberle preguntado, ofrece una solución a un problema existente. La solución puede ser buena, mala o inexistente. Y no sabemos qué pasos ha seguido para detectar y analizar el problema, ni tampoco para elaborar y ofrecer su solución particular.
En ambos casos, el sujeto que recibe la información se queda cojo porque la información es coja. Porque probablemente ambos pensadores son cojos, como uno mismo. Y porque, al fin y al cabo, cada uno no puede ofrecer más que una interpretación y una solución parcial a un problema que, de modo habitual, también es un problema parcial: cada uno puede verlo y sufrirlo de maneras distintas, y adoptar una postura diferente frente a él.
Hoy, 14 del 11 de 2010, pienso que todos los filósofos (aspergidores de sus filosofías) tenían que haber contestado de manera obligada una serie de preguntas para poder lanzar su semilla al aire: ¿Quién coño eres tú? ¿Y tus padres? ¿En qué barrio vives? Describe el problema que enfrentas. ¿Dónde existe ese problema y a quién afecta? ¿Qué solución aportas y por qué piensas que es buena? ¿Por qué quieres solucionar ese problema? Y dos o tres más, tampoco muchas más.
Por fortuna, esta opinión mía nunca se ha aplicado y, gracias a ello, tenemos la opinión no solicitada de miles de filósofos (de toda índole, no hablo sólo de los libros de COU) que dan respuesta a miles de problemas inexistentes, con una serie de soluciones fatuas (cosa de la cual han ido encargándose de fatuizar los filósofos subsiguientes).
Si hay una cosa clara en todas las teorías "filosóficas" es que cada uno (o grupo de unos) tiene su propia teoría.
No obstante, reenganchándome al hilo principal, los "quejosos" NO son filósofos. En mi opinión, ayudan muy poco a sus semejantes. Hay una parte que está muy bien: la de despertar el espíritu crítico en los demás. Pero decir que algo está mal sin decir cómo se hace bien... Mejor no. Eso es algo que provoca enfado y frustración. Y estando enfadado y frustrado es muy difícil afrontar los problemas. La creatividad que caracteriza al ser humano se va por las rajas de la alcantarilla.
Ofrecer soluciones o "apuntar" soluciones sin la debida argumentación científica también es inconsistente. Se queda todo en buenas palabras (que se las lleva el viento, como dice la copla). Puede ayudar a crear un lecho de "believers" sin fundamento. Personas con pájaros en la cabeza, si se quiere decir así. La parte buena es la empatía.
La empatía, con o sin pájaros en la cabeza, es un caldo de cultivo imprescindible para dar fluidez a la creatividad. Sin ella también pueden salir cosas buenas. Pero con ella sadrán más fácilmente. Sobre todo cuando se trata de "teorías" que necesitan que todo el mundo se las crea, como las políticas. Animo desde aquí a los políticos a que transmitan su mensaje poniéndose de parte del mensajeado. Si ya empiezan, como suele ser habitual, poniendo a parir al político de enfrente, ya van de culo, de entrada, con todos los votantes de ese político (o su partido). Y parte de los de su bando tampoco le mirarán con buenos ojos, porque es de mal gusto, por definición, cagarse en otro porque sí, que es lo que suelen hacer los políticos de mi país diariamente (¿será que siempre les cortan cuando van a decir algo interesantísimo y la prensa es mala porque sólo ofrece los insultos?).
La frase "dar una de cal y otra de arena" no significa que tú le comes el tarro a uno para que te haga caso. Significa que tú le das y él te cede, para poder construir algo juntos.
En esa frase podría encerrarse todo lo que hoy vengo explicando. El ser pensante "quejoso" no da nada más que cal. Y el "solucionator" da un pelín de cal y todo el resto de arena.
Según este criterio, uno que lea o escuche a ambos "el quejoso" y "el solucionator", tendrá su pala de cal y su otra de arena. Pero eso es algo poco frecuente y muy cansado. Además, las preguntas importantes siguen sin contestarse: ¿Quién coño eres tú? ¿Y tus padres? ¿En qué barrio vives?...

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