Reflexión

Todo cabe en el saco de Internet. Las opiniones son para usar y tirar, como mucho. Las reflexiones, algunas valen algo y otras nada. Yo voy con la mía, aprovechando que mañana aquí, en Spain, 29 de septiembre, se ha convocado una Huelga General. No tengo ni pajolera del porqué de la Huelga ni sé quién la ha convocado (aunque me lo imagino, por los comentarios que se leen por ahí, huele a lo de siempre, más o menos).
Por si alguien no se ha dado cuenta, en la historia del hombre son los ricos los que mandan. Los que tienen poder (dinero no es necesariamente poder, pero suele ir asociado). Da igual: reyes, reyezuelos, sátrapas, obispos, nobles, militares, empresarios (y no me refiero a los señores de la tienda de abajo).
Esos señores, los oligarcas, el 99,9% de las veces apañan las cosas para que a ellos les salga bien el asunto. El otro 0,1%, tratan de conseguir que las cosas funcionen bien globalmente, para todos, pero lo hacen muy mal, porque son pocos, paletos y, en general, gente que está completamente fuera de la realidad (valga la redundancia).
A lo largo de siglos, la manada de humanos de la que formo parte ha ido mordisqueando una serie de "derechos". Paso de hacer una apología de los "derechos". Es tan obvio que da por el agujero del culo Se ha conquistado una diminuta parte de lo que dicta la lógica, gracias a los políticos, que siempre se han puesto al frente del "pueblo" para dinamitar la revolución desde dentro.
Uno de esos derechos no es un derecho, sino un "mecanismo" para ejercer un derecho: el derecho a la huelga. En este caso, la huelga general.
Ya sabemos todos que los sindicatos son los sindicatos y el gobierno es el gobierno y las empresas las empresas, y que todo forma parte del mismo engranaje. Por ese mismo motivo hay que ir a la huelga: para holgazanear. Una hora de trabajo para el que la curra vale mucho más, siempre. Es decir: más de la mitad trabajamos para que el resto se toque la polla, y no me refiero a las viejas de noventa años ni a los niños de pecho. Lo que ha sucedido en España (y en otras partes del mundo) ha sido un descalabro total que venia anunciado con un cartel bien grande: "señores, el precio de los pisos se quintuplica, pero hipotecas gratis para todo el mundo". O, dicho de otro modo, "se regala dinero a cinco veces su valor". No sé ni me importa qué ha sucedido ni cómo. El caso es que ha sucedido algo malo, como cuando España entró en la guerra contra Irak, a pesar de las manifestaciones multitudinarias en contra. Nadie quería, pero se hizo. Lo hizo un señor, respaldado por los votos de otros señores. Con la crisis actual, lo mismo. Está respaldada por nuestros votos (en mi caso, no, porque yo no voto). De alguna manera, con independencia de que esta huelga sea una mentira, hay que mantener vivo el espíritu de la huelga, el espíritu que demuestra que la oligarquía tiene que atenerse a unas reglas mínimas (hechas a través de los siglos), o si no se va a tomar por culo. Y sí, es un aviso. Cuando se rompen los dictados básicos del estado del bienestar, no hay bienestar para nadie y empiezan a rodar cabezas. Es un clásico ;-)
Y si no convoca una huelga un sindicato, ¿quién coño la va a convocar?

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