Hace unos años me hacía mucha risa que un colega mío tuviese un "psicólogo de voz". Tampoco risa-risa. Me resultaba curioso...
A día de hoy puedo decir oficialmente que tengo una psicóloga de dientes. A pesar de que mi mujer dice que resulta caro, para mí es patente que la hora le sale a poco, en comparación con otros dentistas más "económicos".
Mi psicóloga da por supuesto que se puede arreglar un diente, poner un parche o hacer lo que sea. Pero le interesa más eliminar la causa. Aunque ella no lo dice así, ni mucho menos, su lema podría ser: ¿para qué te voy a arreglar el diente si pasado mañana vas a volver a joderlo?
No voy a negar que no haya escuchado salir de sus labios las palabras "yoga" y "tai-chí".
Pero hay un par de cosas que me han llamado la atención. Yo soy profano en el mundo de la higiene, en general, y de la higiene dental, en particular. Según ella, basta con lavarse los dientes una vez al día. Eso me ha impactado. Positivamente. Me parece accesible, al menos, para una persona como yo.
Y después el asunto de las "causas". Lo cierto es que si uno se para a pensarlo, es correcto. Yo, si quiere, le pongo una rueda nueva, pero lo que vd. tiene que hacer es dejar de derrapar para impresionar a los chuletas del barrio. Es la diferencia entre "tengo una rueda desgastada que quiero cambiar" y "tengo una rueda que se me desgasta más de lo normal". Es la diferencia entre "no pasa nada, le cambiamos la rueda" y "tiene vd. mal calibrados los amortiguadores, primero se los arreglo y después cambiamos la rueda". Es la diferencia entre un "dentista" y un "psicólogo de dientes".
Cuando uno aprieta los dientes, se ejerce una fuerza de 40 kg/cm2. Las bacterias tardan aproximadamente un día en asentarse en la base de los dientes y sólo se eliminan con "barrido". Si eliminásemos las bacterias, vendrían los hongos a ocupar su lugar. Tenemos aproximadamente una capa de 1 mm. de espesor de "esmalte" (y debajo está la "dentina"). La saliva protege contra las caries (y otros desmanes). Existe saliva química (se vende en formato "spray"). Si tiras de un diente hacia afuera, puedes sacarlo (no hay mayores inconvenientes). Los dientes y las encías han nacido para vivir en un entorno húmedo. Hay que desviar los "nervios" (nerviosos) que se manifiestan en los dientes hacia otros sitios, preferiblemente no hacia otro órgano (del cuerpo). Casi seguro que soy "brontosaurio" o "brontispicio" o algo así, porque tengo una musculatura muy desarrollada en las quijadas. Ha sido "ser consciente" de eso, de ser brontosaurio, y entrarme una ansiedad escalofriante. Ahora quiero morder todo el rato, a toda costa, mis dientes me piden que les muerda. Tengo "ansiedad" en las encías. Me mordisqueo, para paliar la sensación, la carne de dentro con las muelas. Me froto los incisivos con la lengua. Me clavo el colmillo en la uña del meñique. Gesticulo poniendo cara de pato. Cerrar la mandíbula y apoyar unos dientes contra los otros se llama "oclusión". De pequeños nos salen los dientes y no "cortan": luego se van afilando, como tijeras, por el frotamiento.
Por fortuna para mí, los dientes no tienen alma. ¿O sí? Preguntaré el próximo día.

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