Ser o no ser

Últimamente parece que "ser" es una búsqueda de un algo que siempre se escapa. A veces a ese "algo" se le llama "felicidad", para resumir. Pero no siempre es felicidad. Puede ser cualquier otra cosa. En ese caso se le suele decir "destino".
Como punto de partida, he determinado que el sentido de la vida de uno es lo que uno hace cuando se levanta por la mañana. Por qué se levanta y por qué hace lo que hace. Vale para un roto y para un descosido. Por ejemplo, un señor tiene como objetivo ser guay, ayudar a los demás y dar gloria a Dios, pero lo que hace por la mañana es exactamente lo mismo que otro cuyo objetivo (según dice) es "jubilarse" pronto y montar un chiringo de sardinas en la playa, tostarse al sol y leer novelas de Corín Tellado. En resumen: despertar, llevar los niños al cole (si los hay), ir al curro, hablar por teléfono con colegas, leer un rato (lo que sea), etc.
La "felicidad" y sentido de la vida de ambas personas es ceñirse a las cosas pequeñas, cada uno con su carácter, y soñar con algo inalcanzable. Inalcanzable, en el sentido de que:
a) En realidad no desean eso que dicen que desean, porque si no lo harían.
b) En realidad hay otras cosas que les interesan bastante más, porque si no... Remitirse a la conclusión del punto a).
Era un pequeño ejemplo respecto de las personas que intentan hacer lo que quieren.
Luego hay otros que hacen cosas sin querer hacerlas, en realidad. Y, como les cuesta horrores hacerlo, piensan que lo están haciendo bien (como quien escala una montaña y siente asfixia al subir, pero piensa que ya queda poco y tendrá la recompensa de haber subido, sólo que es una montaña sin fin, como la de Sísifo).
Esto es cansadísimo y aburridísimo. Cada uno, en resumen, debería hacer lo que piensa que debe hacer, tendiendo siempre a liberarse de prejuicios injustificados (del tipo que sean) y sin molestar al de al lado. Es lo deseable, digo yo, y la mejor manera de sentirse lo mejor posible con uno mismo en la mayoría de las ocasiones.

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