Cementerio vs Tanatorio
Los románticos equivocaron, sin duda, el foco del romanticismo, en lo que respecta a los cementerios. Los tanatorios (antiguamente la casa de cada uno) son mucho más románticos. Lo cierto es que resulta mucho más difícil (por no decir imposible) ver espíritus y cosas de esas en un cementerio, que contemplar las variadas reacciones de un grupo heterogéneo de personas ante la muerte.
En los tanatorios se mezclan personas que no se conocen unas a las otras, mucho más que en las bodas, y que sentían algo por el señor(a) muerto o por alguno de los seres cercanos a ese señor(a).
En la actualidad, podría decirse que los rangos de edad son ilimitados, salvo quizá la franja de niños de 3 a 13 años (o así), aunque es algo injustificado, porque la cosa ha pasado de tener el fiambre en su propia cama, en casa, y que todo el mundo pudiera verlo, a tenerlo dentro de una caja cerrada con una vela y una foto junto al féretro. O sea, algo completamente anodino. Así que un "velatorio" es un lugar completamente apto para todos los públicos. Los niños de antes, de la posguerra (por así decirlo), se impresionaban mucho con los cadáveres de sus ancestros. Y los de ahora podrán decir que se les ponían los pelos como escarpias al sentir los sillones de piel sudados bajo sus culos en las resobadas salas del tanatorio de la M-30.
En el tanatorio de hoy (no sé si contratado o traído de casa, me ha parecido que era mejor no preguntar) había dos mesitas, una de ellas con café (y ese tipo de cosas) y otra con pelotazos (jerez, vino tinto y una botella de Red Label (también conocido como Johnnie Walker). Con la botella de Johnnie no se habían atrevido (aunque el precinto estaba medio forzado), pero había dos botellas de jerez medio vacías y otra de vino completamente finiquitada. Malditos vivos sobrios.
Yo, para mi tanatorio, algo parecido, pero de transición, por si alguno quiere ir a echar unas lágrimas, me da igual. Siempre hay señoras mayores que lo prefieren así. Pero para "reunión oficial", me pido (creo que ya lo he dicho muchas veces) un guateque del bueno, con whiskey y rock. Así notaría que los vivos me cuidan más. A los señores egipcios les enterraban con unos taleguitos (tampoco demasiado), a los jefes de estado les hacen desfiles militares de postín. Yo me pido eso: una noche de música y alcohol.
Pero volvamos al tema principal: los tanatorios son lugares donde pueden observarse cienes de miles de millones de pequeños detalles sorprendentes. Tal vez sean en su mayoría de índole costumbrista. Pero por eso precisamente son más románticos, porque se mezclan los zapatos ajustados con la vida eterna y se produce un bucle de soledad, paradoja, comunicación e incomunicación infinitas.
Salud.
En los tanatorios se mezclan personas que no se conocen unas a las otras, mucho más que en las bodas, y que sentían algo por el señor(a) muerto o por alguno de los seres cercanos a ese señor(a).
En la actualidad, podría decirse que los rangos de edad son ilimitados, salvo quizá la franja de niños de 3 a 13 años (o así), aunque es algo injustificado, porque la cosa ha pasado de tener el fiambre en su propia cama, en casa, y que todo el mundo pudiera verlo, a tenerlo dentro de una caja cerrada con una vela y una foto junto al féretro. O sea, algo completamente anodino. Así que un "velatorio" es un lugar completamente apto para todos los públicos. Los niños de antes, de la posguerra (por así decirlo), se impresionaban mucho con los cadáveres de sus ancestros. Y los de ahora podrán decir que se les ponían los pelos como escarpias al sentir los sillones de piel sudados bajo sus culos en las resobadas salas del tanatorio de la M-30.
En el tanatorio de hoy (no sé si contratado o traído de casa, me ha parecido que era mejor no preguntar) había dos mesitas, una de ellas con café (y ese tipo de cosas) y otra con pelotazos (jerez, vino tinto y una botella de Red Label (también conocido como Johnnie Walker). Con la botella de Johnnie no se habían atrevido (aunque el precinto estaba medio forzado), pero había dos botellas de jerez medio vacías y otra de vino completamente finiquitada. Malditos vivos sobrios.
Yo, para mi tanatorio, algo parecido, pero de transición, por si alguno quiere ir a echar unas lágrimas, me da igual. Siempre hay señoras mayores que lo prefieren así. Pero para "reunión oficial", me pido (creo que ya lo he dicho muchas veces) un guateque del bueno, con whiskey y rock. Así notaría que los vivos me cuidan más. A los señores egipcios les enterraban con unos taleguitos (tampoco demasiado), a los jefes de estado les hacen desfiles militares de postín. Yo me pido eso: una noche de música y alcohol.
Pero volvamos al tema principal: los tanatorios son lugares donde pueden observarse cienes de miles de millones de pequeños detalles sorprendentes. Tal vez sean en su mayoría de índole costumbrista. Pero por eso precisamente son más románticos, porque se mezclan los zapatos ajustados con la vida eterna y se produce un bucle de soledad, paradoja, comunicación e incomunicación infinitas.
Salud.
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