La Constitución 4
Artículo 45, punto 2: "Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.".
Es un claro ejemplo de algo que no se hace ni de coña.
Hoy he leído un articulillo en el 20 minutos, que era una copia casi exacta de otro de hace cinco años: http://www.20minutos.es/columna/75971/0/cesar-javier/palacios/. El de esta semana, actualizado, dice que se delegan las "actuaciones" necesarias a los propietarios de los árboles afectados (es decir, a los ayuntamientos), y que los propietarios no tienen presupuesto ni interés en solucionar ese asunto. En estos cinco años entre el primer y el segundo artículo no ha habido, que yo sepa, una "pandemia de palmeras" ni nada que se asemeje, aunque sí salen algunas noticias de vez en cuando en algún rincón. O sea, que el hecho constatable es que la plaga sigue existiendo, aunque tampoco sea una de las Plagas de Egipto.
Pero eso es anecdótico. Desde hace muy poco, se ven anuncios en la TV donde venden coches "más ecológicos" (o sea, que siguen contaminando muchísimo, pero muchísimo menos que antes, tanto en su fabricación, como en su uso posterior). El Protocolo de Kioto (que quizá sea la única cosa que podría poner coto a este desmán, porque está claro que la Constitución Española, ni de coña) se lo pasa todo el mundo por el forro. De hecho, noto cierta falta de información al respecto. Se habla de ese Protocolo (vaya nombre más tonto, por cierto), si es que se habla, como algo utópico y ya "del pasado". Las nuevas reuniones internacionales que ha habido concernientes a la Tierra, desde aquellos tiempos (que ya ha llovido) han sido un fracaso absoluto. Ningún avance. Cero pelotero. Las prórrogas para el Protocolo son anecdóticas.
Como en aquel capítulo de Willy Fog (soy más de citar dibujos animados), vamos en nuestro barco a toda velocidad, nos quedamos sin combustible y quemamos toda la madera disponible. Sólo que para nosotros no hay Liverpool que valga, porque no llevamos ningún rumbo y aun así estamos quemando la nave, con la vaga sensación acostumbrada de pensar que "cuando se acabe el combustible, algo pasará y continuaremos nuestro viaje".
En lo que a nosotros respecta, y por lo que sabemos, tenemos energía "eterna" (maremotriz, eólica, geotérmica, nuclear, etc.). Pero nos ocupamos en quemar petróleo y deteriorar otros recursos (tipo bosques, agua, etc.). Como ni de coña tenemos sitio en el mundo para nuestras tasas de natalidad, estamos condenados a "tirar" los excesos a base de epidemias, hambrunas y demás, igualito que las Plagas de Egipto y el Diluvio Universal. Pero en la actualidad nuestra capacidad de destrucción supera la de regeneración de la Naturaleza, que es más de plazos largos, mientras que nosotros somos tremendamente industriosos. En teoria, estamos acelerando el próximo Diluvio Universal (algo cíclico) y estamos cercenando, si no destruyendo casi por completo, la capacidad de regeneración que sucede tras el Diluvio. Por seguir con los términos bíblicos, Noé metió en su Arca un ejemplar de cada especie. Nosotros entrenamos ingenieros de ciencia ficción capaces de producir plantas y animales nuevos a partir de piedras. ¿Pero qué sucederá si nunca deja de diluviar, si nunca vuelve a salir el sol y nunca regresa la paloma con la ramita de olivo en el pico? Antes era más fácil, porque Dios te tiraba maná durante las épocas malas, pero ahora, que Dios ha muerto, tendremos que comernos a los ingenieros.
En fin. Compraventa de medioambiente al mejor postor, al amparo de los políticos y de nosotros mismos.
Así que, como Evaristo, vuelvo a decir: "por mí puede reventar el planeta en su totalidad, quiero ver la civilización destruyéndose ante mí".
Es un claro ejemplo de algo que no se hace ni de coña.
Hoy he leído un articulillo en el 20 minutos, que era una copia casi exacta de otro de hace cinco años: http://www.20minutos.es/columna/75971/0/cesar-javier/palacios/. El de esta semana, actualizado, dice que se delegan las "actuaciones" necesarias a los propietarios de los árboles afectados (es decir, a los ayuntamientos), y que los propietarios no tienen presupuesto ni interés en solucionar ese asunto. En estos cinco años entre el primer y el segundo artículo no ha habido, que yo sepa, una "pandemia de palmeras" ni nada que se asemeje, aunque sí salen algunas noticias de vez en cuando en algún rincón. O sea, que el hecho constatable es que la plaga sigue existiendo, aunque tampoco sea una de las Plagas de Egipto.
Pero eso es anecdótico. Desde hace muy poco, se ven anuncios en la TV donde venden coches "más ecológicos" (o sea, que siguen contaminando muchísimo, pero muchísimo menos que antes, tanto en su fabricación, como en su uso posterior). El Protocolo de Kioto (que quizá sea la única cosa que podría poner coto a este desmán, porque está claro que la Constitución Española, ni de coña) se lo pasa todo el mundo por el forro. De hecho, noto cierta falta de información al respecto. Se habla de ese Protocolo (vaya nombre más tonto, por cierto), si es que se habla, como algo utópico y ya "del pasado". Las nuevas reuniones internacionales que ha habido concernientes a la Tierra, desde aquellos tiempos (que ya ha llovido) han sido un fracaso absoluto. Ningún avance. Cero pelotero. Las prórrogas para el Protocolo son anecdóticas.
Como en aquel capítulo de Willy Fog (soy más de citar dibujos animados), vamos en nuestro barco a toda velocidad, nos quedamos sin combustible y quemamos toda la madera disponible. Sólo que para nosotros no hay Liverpool que valga, porque no llevamos ningún rumbo y aun así estamos quemando la nave, con la vaga sensación acostumbrada de pensar que "cuando se acabe el combustible, algo pasará y continuaremos nuestro viaje".
En lo que a nosotros respecta, y por lo que sabemos, tenemos energía "eterna" (maremotriz, eólica, geotérmica, nuclear, etc.). Pero nos ocupamos en quemar petróleo y deteriorar otros recursos (tipo bosques, agua, etc.). Como ni de coña tenemos sitio en el mundo para nuestras tasas de natalidad, estamos condenados a "tirar" los excesos a base de epidemias, hambrunas y demás, igualito que las Plagas de Egipto y el Diluvio Universal. Pero en la actualidad nuestra capacidad de destrucción supera la de regeneración de la Naturaleza, que es más de plazos largos, mientras que nosotros somos tremendamente industriosos. En teoria, estamos acelerando el próximo Diluvio Universal (algo cíclico) y estamos cercenando, si no destruyendo casi por completo, la capacidad de regeneración que sucede tras el Diluvio. Por seguir con los términos bíblicos, Noé metió en su Arca un ejemplar de cada especie. Nosotros entrenamos ingenieros de ciencia ficción capaces de producir plantas y animales nuevos a partir de piedras. ¿Pero qué sucederá si nunca deja de diluviar, si nunca vuelve a salir el sol y nunca regresa la paloma con la ramita de olivo en el pico? Antes era más fácil, porque Dios te tiraba maná durante las épocas malas, pero ahora, que Dios ha muerto, tendremos que comernos a los ingenieros.
En fin. Compraventa de medioambiente al mejor postor, al amparo de los políticos y de nosotros mismos.
Así que, como Evaristo, vuelvo a decir: "por mí puede reventar el planeta en su totalidad, quiero ver la civilización destruyéndose ante mí".
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