Las patatas son seres vivos

Es una trivialidad, lo sé. Pero hoy he cogido una patata perdida del cajón y he visto que estaba llena de raíces (que en realidad no son raíces, pero eso ya son tecnicismos). En resumen, que esa patata estaba viva hasta que la corté en cachitos y la puse en aceite hirviendo. Seguramente buscaba agua y comida hasta que yo la agarré.
No pasa nada. Esa patata seguirá viva en mí y en los de mi familia, porque ahora forma parte de nosotros. Nosotros somos todas las patatas, los puerros y los cerdos que nos comemos. Aunque una loncha de lomo ibérico se parece más a una sabrosa suela de zapato, carente de toda vida.
El día que alguien invente un aparato para escuchar lo que piensan y sienten las patatas, la humanidad se va a tomar por culo.