Arbolado
Cuando se habla de "arbolado", se refiere uno especialmente al "arbolado" de una zona urbanizada, como un pueblo o una ciudad, o incluso una "urbanización". El arbolado de una ciudad, incluso de una ciudad grande, no deja de ser ornamental. ¿Cuántos árboles centenarios hay en una ciudad casi milenaria, como Madrid? Tan pocos, que existen libros que hablan sobre esos pocos árboles, sin que sean árboles realmente excepcionales. Pero no se escribe ni se dice nada (específicamente) sobre los billones de árboles que, en lo que a nosotros respecta, cumplen su función en la cadena de la vida.
Hoy no me ocupo de esos árboles, sino de los que están en las zonas urbanas.
Cuando se habla de árboles en zonas urbanas, en mi opinión, hay que centrarse en la vena estética del asunto, no en la ecológica. El valor ecológico de los árboles del Paseo del Prado es más bien escaso. Son unas centenas (muy pocas) de árboles muy altos de una especie sumamente vulgar (plátanos, fundamentalmente) y con probabilidades nulas de reproducirse. Y eso que Madrid es una de las ciudades más arboladas del mundo...
Estéticamente, harían muy bien en dejar ahí esos árboles y eliminar el tráfico rodado.
Feng-shui-mente hablando, la zona es horrorosa. Yo, por mi parte, no sabría por dónde cogerla. El Museo del Prado podría estar bien como conjunto aislado. Es decir: feo, pero preferible a otras cosas, si toleras las columnas y las estatuejas que le rodean. El Botánico tiene interés... Botánico, por así decirlo. Pero tiene un paralelismo, en la actualidad, demasiado evidente con el Zoo: hileras perfectamente ordenadas de especies vegetales sacadas de contexto. Tiene cierto encanto por las características de lugar (céntrico, solitario y algo romántico). Pero bonito... Pues no mucho, salvo algunos rincones aislados. El Campo del Moro está mucho más salvaje en algunas zonas, sensación quizá acrecentada por la cercanía de la Casa de Campo, y la salvajía siempre es mucho más atractiva que la artificiosidad. Además, el Campo del Moro es un jardín, mucho más que el Botánico, y tiene zonas que buscan y consiguen —desde un punto de vista clásico— la armonía de la Naturaleza con el ser humano.
Las zonas aledañas, Atocha, Neptuno, etc., tienen cada una su encanto, pero de manera parcial. El conjunto, para mí, es desastroso. Es un batiburrillo de "arte" (sí, entre comillas), humanidad desordenada (armonía urbanística cero pelotero) y naturaleza domesticada.
Volviendo al tema original... Cada poco tiempo se cambian los árboles de zonas urbanizadas. Se quita lo viejo y se pone lo nuevo. O se intenta respetar lo viejo y se hace algo nuevo alrededor... Pero no aumenta ni disminuye de manera alarmante el valor ecológico de la zona, porque ya previamente era casi nulo.
Es más importante proteger las zonas sensibles, en primer lugar y, en segundo lugar, elevar al arbolado de la ciudad al status de "entidades vivas". Por norma general, un plátano larguirucho y sacando las ramas forzadamente de sitio para buscar la luz, en mitad de una calle, tiene más entidad que un puto aligustre de mierda que está fuera de lugar. Además, el árbol preexistente tiene más probabilidades de sobrevivir y el nuevo estaría mucho mejor siendo plantado en un lugar donde antes no hubiese árboles (habitualmente son carne de ayuntamiento para zonas de nueva urbanización).
Para más INRI, las especies que se suelen plantar de nuevas, que no necesariamente llegarán a vivir cien años, porque suelen ir cambiando de cuando en cuando, especialmente en las zonas céntricas, como ha demostrado el gobierno Popular en los últimos años... Son especies algo "anodinas" y monótonas, especializadas en sobrevivir en condiciones casi lunares (contaminación, etc.). Acacia japonesa, plátano, aligustre japonicum... Y ya se me va la olla.
Lo que quiero decir es que son importantes los árboles urbanos, pero no por su valor ecológico, sino por su valor como árboles, en sí mismos. O algo así.
Hoy no me ocupo de esos árboles, sino de los que están en las zonas urbanas.
Cuando se habla de árboles en zonas urbanas, en mi opinión, hay que centrarse en la vena estética del asunto, no en la ecológica. El valor ecológico de los árboles del Paseo del Prado es más bien escaso. Son unas centenas (muy pocas) de árboles muy altos de una especie sumamente vulgar (plátanos, fundamentalmente) y con probabilidades nulas de reproducirse. Y eso que Madrid es una de las ciudades más arboladas del mundo...
Estéticamente, harían muy bien en dejar ahí esos árboles y eliminar el tráfico rodado.
Feng-shui-mente hablando, la zona es horrorosa. Yo, por mi parte, no sabría por dónde cogerla. El Museo del Prado podría estar bien como conjunto aislado. Es decir: feo, pero preferible a otras cosas, si toleras las columnas y las estatuejas que le rodean. El Botánico tiene interés... Botánico, por así decirlo. Pero tiene un paralelismo, en la actualidad, demasiado evidente con el Zoo: hileras perfectamente ordenadas de especies vegetales sacadas de contexto. Tiene cierto encanto por las características de lugar (céntrico, solitario y algo romántico). Pero bonito... Pues no mucho, salvo algunos rincones aislados. El Campo del Moro está mucho más salvaje en algunas zonas, sensación quizá acrecentada por la cercanía de la Casa de Campo, y la salvajía siempre es mucho más atractiva que la artificiosidad. Además, el Campo del Moro es un jardín, mucho más que el Botánico, y tiene zonas que buscan y consiguen —desde un punto de vista clásico— la armonía de la Naturaleza con el ser humano.
Las zonas aledañas, Atocha, Neptuno, etc., tienen cada una su encanto, pero de manera parcial. El conjunto, para mí, es desastroso. Es un batiburrillo de "arte" (sí, entre comillas), humanidad desordenada (armonía urbanística cero pelotero) y naturaleza domesticada.
Volviendo al tema original... Cada poco tiempo se cambian los árboles de zonas urbanizadas. Se quita lo viejo y se pone lo nuevo. O se intenta respetar lo viejo y se hace algo nuevo alrededor... Pero no aumenta ni disminuye de manera alarmante el valor ecológico de la zona, porque ya previamente era casi nulo.
Es más importante proteger las zonas sensibles, en primer lugar y, en segundo lugar, elevar al arbolado de la ciudad al status de "entidades vivas". Por norma general, un plátano larguirucho y sacando las ramas forzadamente de sitio para buscar la luz, en mitad de una calle, tiene más entidad que un puto aligustre de mierda que está fuera de lugar. Además, el árbol preexistente tiene más probabilidades de sobrevivir y el nuevo estaría mucho mejor siendo plantado en un lugar donde antes no hubiese árboles (habitualmente son carne de ayuntamiento para zonas de nueva urbanización).
Para más INRI, las especies que se suelen plantar de nuevas, que no necesariamente llegarán a vivir cien años, porque suelen ir cambiando de cuando en cuando, especialmente en las zonas céntricas, como ha demostrado el gobierno Popular en los últimos años... Son especies algo "anodinas" y monótonas, especializadas en sobrevivir en condiciones casi lunares (contaminación, etc.). Acacia japonesa, plátano, aligustre japonicum... Y ya se me va la olla.
Lo que quiero decir es que son importantes los árboles urbanos, pero no por su valor ecológico, sino por su valor como árboles, en sí mismos. O algo así.
Comentarios
Publicar un comentario