Post que no es sobre la muerte

Juro que no es (otra vez) sobre la muerte.
Es que muchas veces me imagino a las personas de mi alrededor como esqueletos. Les despojo de su carne y me los imagino "en huesos". A veces también me los imagino sin ropa, "en carne", especialmente a las que considero pibones de 15 a 50 (como en la zarzuela). Pero me hace mucha más gracia imaginarme "en huesos" a los niños pequeños y a los bebés. No están nada muertos, están completamente vivos, pero sin carne, y me descojono de la risa cuando les veo hacer las tontadas que hacen (en versión "huesos"). Las personas adultas quedan mucho más patéticas. Dan ganas de irse para casa y no volver a salir. Algunos quedan vacilones, con esas contorsiones pilatianas que hacen para demostrar sorpresa y bienestar, o cuando caminan siguiendo el ritmo de un blues que flota en el aire, pero la mayoría de los esqueletos se limitan a pasear como autómatas y accionar las mandíbulas de vez en cuando.
Los niños-esqueleto aprenden progresivamente a comportarse como adultos-esqueleto. Antes brincaban por cualquier motivo, se tiraban al suelo y se estiraban cuan largos eran, sintiendo la vida en cada fibra de su ser (como vulgarmente se suele decir).

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