Polvo cósmico

Muchos hombres ilustres, más listos, más altos y con los ojos más azules han muerto antes que yo. Da igual lo grandilocuente que sea uno o lo mucho que resuene su eco, al final se acaba.
La parte buena es que ya conocemos el otro lado, aunque no nos acordamos. Somos hijos del no-ser. Y cuando un día la espichemos, volveremos a no ser, igual que antes.
Hay una cosa que puede hacerse, si es que a uno le interesa: tratar de "dejar huella". Ahora es más fácil con Internet. Pero también un día Internet morirá, morirá el mundo y se convertirá en otra cosa, en polvo cósmico o lo que sea.
Mientras tanto, es divertido.

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