Mentiras heredadas
En realidad no sé por qué escribo esto. Supongo que es como pensar, pero por escrito.
Más que "mentiras", la palabra adecuada yo creo que es "patrañas" y quizá también "supersticiones".
Según donde haya uno nacido y en qué momento y en qué circunstancias, nos puede parecer ridículo creer en el dios del agua que te pide que sacrifiques a tu primer hijo ahogándole en una palangana, el hombre lobo, etc. Decimos que son "patrañas"; cosas inventadas con un propósito concreto: dar miedo, mantener a raya a personas en ciertas situaciones, infundir sensación de bienestar... Hay muchos motivos. Se ve más claro cuando uno le explica a su hijo de cuatro años que si no se duerme va a venir el hombre del saco, o que cuando se le caiga un diente vendrá el ratoncito Pérez.
Por otro lado tenemos nuestras propias patrañas, las que nos creemos, o dejamos que nos sean creídas. Las hay "piadosas", como por ejemplo las frases de madre que para todo tienen explicación: "tómate el zumo que se van las vitaminas", "tómate la aspirina que se le va el efecto"... Siempre me he preguntado dónde se van las vitaminas. ¿Las vitaminas son gases? Y el efecto de la aspirina, ¿adónde se va? ¿Es que la atmósfera está llena de paracetamol? ¿O más bien se va hacia el suelo, hacia la tierra? Cuando a uno le duele el cuello, la tripa, la espalda o casi cualquier cosa, tu madre te dice que te ha dado "un aire" o que has "cogido frío".
Y luego están las patrañas no piadosas que, en el mejor de los casos, son asimilables al efecto placebo. Por poner un ejemplo:
-Los productos cosméticos y dietéticos rejuvenecen, adelgazan, te hacen más listo, etc.
-Los detergentes limpian cualquier cosa con suma facilidad.
-Los políticos están escogidos por el pueblo y hacen lo mejor para el pueblo.
-Los reyes sirven para... (aquí me salen interferencias en el cerebro).
-Los medios masivos de comunicación sirven para informar con objetividad.
-Seguir Gran Hermano durante 11 años consecutivos no provoca daños cerebrales irreversibles, de hecho es bueno, te hace crecer espiritualmente hasta límites insospechados.
-Los curas (y sus equivalentes en cualquier religión) se comunican directamente con Dios y Él les ha encargado meternos a todos en vereda (y les ha dicho que ya vendrá Él luego si alguien se pone farruco, y que nos espera a la "salida" si nos ponemos chulos).
-Nadie está obsesionado con decirnos lo que tenemos que hacer, todos protegen nuestra libertad a capa y espada: los curas, los gobiernos y la televisión.
-Cuando las telecos anuncian a bombo y platillo que van a dar 12MB "de verdad", no se refieren a que en el resto de las ofertas los MB sean "de mentira", ni que los suyos sean "más de verdad". Es sólo para vencer la incredulidad del cliente, que es duro de mollera y desconfía por naturaleza.
-No se puede llevar la contraria a un guardia civil porque él es también representante de Dios en el asfalto.
-Hasta ahora, y hasta dentro de un par de décadas, ha sido imposible de todo punto proteger el planeta para los que vendrán detrás; tecnológicamente imposible fabricar coches eléctricos ni esas torres eólicas de ciencia ficción que consisten en unas aspas que se mueven con el viento.
Y así podría estarme toda la noche.
Me uno al Evaristo y afirmo que "por mí puede reventar el planeta en su totalidad, quiero ver la civilización destruyéndose ante mí".
Más que "mentiras", la palabra adecuada yo creo que es "patrañas" y quizá también "supersticiones".
Según donde haya uno nacido y en qué momento y en qué circunstancias, nos puede parecer ridículo creer en el dios del agua que te pide que sacrifiques a tu primer hijo ahogándole en una palangana, el hombre lobo, etc. Decimos que son "patrañas"; cosas inventadas con un propósito concreto: dar miedo, mantener a raya a personas en ciertas situaciones, infundir sensación de bienestar... Hay muchos motivos. Se ve más claro cuando uno le explica a su hijo de cuatro años que si no se duerme va a venir el hombre del saco, o que cuando se le caiga un diente vendrá el ratoncito Pérez.
Por otro lado tenemos nuestras propias patrañas, las que nos creemos, o dejamos que nos sean creídas. Las hay "piadosas", como por ejemplo las frases de madre que para todo tienen explicación: "tómate el zumo que se van las vitaminas", "tómate la aspirina que se le va el efecto"... Siempre me he preguntado dónde se van las vitaminas. ¿Las vitaminas son gases? Y el efecto de la aspirina, ¿adónde se va? ¿Es que la atmósfera está llena de paracetamol? ¿O más bien se va hacia el suelo, hacia la tierra? Cuando a uno le duele el cuello, la tripa, la espalda o casi cualquier cosa, tu madre te dice que te ha dado "un aire" o que has "cogido frío".
Y luego están las patrañas no piadosas que, en el mejor de los casos, son asimilables al efecto placebo. Por poner un ejemplo:
-Los productos cosméticos y dietéticos rejuvenecen, adelgazan, te hacen más listo, etc.
-Los detergentes limpian cualquier cosa con suma facilidad.
-Los políticos están escogidos por el pueblo y hacen lo mejor para el pueblo.
-Los reyes sirven para... (aquí me salen interferencias en el cerebro).
-Los medios masivos de comunicación sirven para informar con objetividad.
-Seguir Gran Hermano durante 11 años consecutivos no provoca daños cerebrales irreversibles, de hecho es bueno, te hace crecer espiritualmente hasta límites insospechados.
-Los curas (y sus equivalentes en cualquier religión) se comunican directamente con Dios y Él les ha encargado meternos a todos en vereda (y les ha dicho que ya vendrá Él luego si alguien se pone farruco, y que nos espera a la "salida" si nos ponemos chulos).
-Nadie está obsesionado con decirnos lo que tenemos que hacer, todos protegen nuestra libertad a capa y espada: los curas, los gobiernos y la televisión.
-Cuando las telecos anuncian a bombo y platillo que van a dar 12MB "de verdad", no se refieren a que en el resto de las ofertas los MB sean "de mentira", ni que los suyos sean "más de verdad". Es sólo para vencer la incredulidad del cliente, que es duro de mollera y desconfía por naturaleza.
-No se puede llevar la contraria a un guardia civil porque él es también representante de Dios en el asfalto.
-Hasta ahora, y hasta dentro de un par de décadas, ha sido imposible de todo punto proteger el planeta para los que vendrán detrás; tecnológicamente imposible fabricar coches eléctricos ni esas torres eólicas de ciencia ficción que consisten en unas aspas que se mueven con el viento.
Y así podría estarme toda la noche.
Me uno al Evaristo y afirmo que "por mí puede reventar el planeta en su totalidad, quiero ver la civilización destruyéndose ante mí".
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