¿Alguien recuerda aquella tontería —¿era de la Almeida?— de que el lenguaje era machista porque unas cosas son "cojonudas" y otras un "coñazo"?
Pues creo que con el "verde" pasa algo parecido. De entrada, algo "verde" es algo sucio (como un "chiste verde" o un "viejo verde"). Poner "verde" a alguien es cantarle las cuarenta y avergonzarle (o sea, que el verde es el color de la vergüenza). Cuando algo está inmaduro, se dice que está "verde" (en el futuro será lo que sea, pero ahora mismo no vale ni para dar por culo). El verde es también el color de la "envidia" ("se puso verde de envidia"). En cómics y similares se utiliza el color verde para dar a entender que alguien se siente mal, tiene náuseas y está a punto de echar la pota porque ha consumido algo venenoso (igual que el morado es para alguien que se asfixia, el rojo para alguien que tiene vergüenza o está iracundo, o el blanco para alguien muy asustado).
El verde es también el color de la "esperanza" (más como una frase hecha, sin fundamento alguno) y, últimamente conviene ser algo "verde" (ecologista), pero sólo de boquilla (no hay que "ser verde" de verdad, sólo decirlo).
Se habla mucho de verde porque hay mucho verde por el mundo, sobre todo en la lejanía... Las plantas y el mar. Todo muy pegado a la tierra, a las "vicisitudes". El azul queda para lo etéreo y el gris para lo serio, metódico, industrial. El negro, para el miedo. El amarillo, para la ira (como paso previo a la violencia) y lo enfermizo. El rojo también para la ira (ya para seres enajenados) y la destrucción. Con esto ya tenemos la vida: los colores primarios (verde, azul, amarillo, rojo), con la addenda del verde, que se supone que es la mezcla de azul y amarillo; y el gris, el color que proviene de la mezcla, del batiburrillo supuestamente ordenado. El negro, es el resto, la ausencia de luz, lo desconocido, inaprehensible y que, por tanto, causa rechazo.
El blanco ya no se lo cree nadie. Dibujar blanco sobre blanco, como dice el sr. Turso, es ciertamente incómodo.

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