Cueva de los Franceses y Cueva de El Soplao

No soy muy de hacer reseñas (por tanto, que nadie me tome en serio) y mucho menos de "visitar" cuevas, pero este año, en un pis-pás, he visitado la Cueva de los Franceses y la cueva de El Soplao, Palencia y Cantabria, respectivamente.
La de los Franceses está graciosa, es muy pequeñita. Para quien le interese saberlo, un pastor perdía ovejas por el páramo (es un paisaje típico de hundimientos kársticos) y averiguó que se caían, porque debían de ser idiotas, en un agujero, que resultó ser una cueva natural. Luego hubo una batalla y se supone que los vencedores españoles arrojaron alrededor de 70 cadáveres franceses (guerra de la Independencia) por el mismo agujero. El cura del pueblo, no recuerdo su nombre, se emocionó con la cueva y se lió a sacarle parecidos a las estalagmitas: que si los reyes magos, que si la virgen de nosecuántos... Por lo visto, hasta hacían una romería allá adentro, hasta que la cosa se desbordó y dejaron de hacerlo. Aunque no me imagino cómo coño bajaban a las viejas por el agujero... Leyendas rurales.
La de El Soplao es una cueva "soberbia". Al parecer, destaca por sus "excéntricas". A mí me parecían sus estalactitas y estalagmitas y "excéntricas" y "columnas" y "banderas" y demás... Sorbetes de limón. Una cueva de leyenda, llena de épica, minería y sulfato de zinc, carbonato cálcico y aragonito. Pero el montaje que han hecho es espeluznante. Primero te suben a un trenecito en el que caben exactamente 50 personas (?) y te depositan al pie de la cueva, como si fueses una mercancía. Debe de ser que al turista casual le gusta ese rollo, para "introducirse" literalmente en el ambiente. Luego te ponen una grabación y un juego de luces muy gracioso, como una "demo", para que se te pongan los pelos como escarpias con la preciosidad y originalidad del lugar. Luego te zarandean de un lado a otro, te repiten cuarenta y siete veces la palabra "excéntricas" y te empaquetan de vuelta para que te tomes un café y te compres un fósil por dos euros.
Lo que se puede ver y disfrutar en esas cuevas mejor se disfruta desde casa viendo un par de fotos en el Google. Para ambientarse, puede uno calzarse el forro polar y abrir la ventana para que haga un poco de frío.
No es que yo sea un espeleólogo de tomo y lomo, pero he estado en un par de cuevas, sobre todo en las de El Reguerillo, y no tiene nada que ver agarrarse a las arcillosas "patas de la Sofía" que andar sin respirar por una pasarela de hormigón para no hacer ruido y que no se desconchen las calcitas de El Soplao.
En El Soplao intenté quedarme un poco viendo el nivel 2 de los corredores mineros y ya estaba la buenorra de la guía haciendo tap-tap con la tranca, por si se nos ocurría quedarnos atrás, perdiendo el olor de la manada del imserso que nos precedía.
Según mis cálculos, en agosto pueden hacerse unos 200 mil euros en El Soplao. No está mal, teniendo en cuenta que las instalaciones del parque temático ya llevaban hechas unos cuantos millones de años y ellos no han hecho más que un trenecito con 300 metros de recorrido y una cafetería...
Otro año probaré la opción "Turismo-Aventura", pero sospecho que será algo bastante "light".
Algunas partes de El Soplao estaban embarradas y directamente "rotas" por las obras de adaptación que han hecho. Igual me confundo, pero creí detectar una formación inusitada, mucho más rara que las excéntricas. Se trataba de una estalagmita de alrededor de un metro de altura con forma de pene. No es raro que tuviese forma de pene, porque muchas estalagmitas parecen penes... Era rara porque estaba inclinada como la torre de Pisa. Cerca de una especie de pequeña laguna que queda a la izquierda, casi inadvertida. Cuando vayas a visita la sala de la "ópera", antes de subir unas escaleras, mira a la derecha.
Otra "formación" infravalorada es la que llaman "la palmera", justo antes de salir (te dicen "a la que salen vdes. precipitadamente de la cueva, miren si quieren la palmera, que queda a la izquierda".
Con independencia de estas valoraciones poco entusiastas, lo mejor de ambas cuevas es el sitio donde están. El páramo de la Lora (cerca del petróleo, con sus formaciones kársticas, también hay por ahí un menhir) y el cacho de paisaje donde está El Soplao, cerca de Puentenansa, desde donde se ve un trozo gordo de la Cordillera Cantábrica, desde el Naranjo de Bulnes hasta Pico Tres Mares. En un día despejado, claro está...
Algún día toda esa leche que bebemos se convertirá en carbonato cálcico, en Virgencita para los más católicos, y en estalagmita con forma de pene para los más prosaicos.

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