Piernas

Desde hace ya varios, muchos, meses, me da la sensación de que todo el mundo va "en piernas". Cuando digo "todo el mundo" me refiero exclusivamente a todas las pibas que tienen unas buenas piernas que enseñar, aparte de las que ya las enseñaban con independencia de si están bien o mal. Si se pone uno a mirar piernas, es difícil parar, porque la verdad es que está todo lleno de piernas. Basta con bajar a la calle y ahí están, dale que te piernas...
La única opción posible es mirar las piernas con un afán estético y/o sexual. Es la única manera de saciarse, de hartarse de mirar piernas y, al mismo tiempo, tomar resuello para seguir mirando y mirando.
El mundo "piernas" supongo que es tan subjetivo como cualquier otro. Pasando por alto el hecho de que unas piernas bien puestas pueden ser un icono de la sensualidad (y la sexualidad, también), cuando uno se harta de mirar piernas la sexualidad pasa a segundo plano y también la sensualidad. Todo pasa a parecerse a la labor de un juez de OT que trata de juzgar la mejor canción de entre una pila inmensa de canciones que están bien, mejor, peor... Parecidas. No es ya que sean buenas o malas. Es que son de calidad similar. Con las piernas, parecido. Hay muchos tipos de piernas, pero al final uno tira para el monte y siempre le gustan las mismas piernas... Cuando uno decide que le gusta un par de piernas, es imposible no mirar para arriba y ver qué dice el culo, de qué manera andan las piernas, no es lo mismo "pato" que "gacela", las posibilidades de encelulitizalizarse que tienen esos muslos zumbones... Si se pueden ver los pies también, mejor, que los pies son sexises total o no, según lo mire uno. Y asín sucesivamente. Al final lo mirable, lo resultón, es lo que a uno se lo parece. Todos tenemos como poco un amigo a quien le gustan las chicas (o chicos) más bien tirando a raritas (respecto de los cánones sexuales vigentes: gordas con elefantiasis, la Berrocal plasticosa, etc. Ahora hablo de mujeres, por si no había quedado claro).
Lo importante es que a uno le den ganas de echarle un polvazo a la mujer de las piernas en cuestión. Lo importante es que si a uno le gustan unas piernas no mire el resto del cuerpo, en una época en que está de moda enseñar las piernas, porque uno puede toparse, fácilmente, con una señora de cincuenta (piensa uno "por dios, qué piernazas tiene esta señora tan poco follable") o con un pibe de treinta y dos que se depila y lleva "rokis".
Yo os advierto en contra de las piernas. Unas están muy bien y otras defraudan. Y de las que están bien, hay muchas que... No son lo que parecen. No es algo que podáis imaginar los que no soléis mirar las piernas que hay por el mundo.
Para que gusten unas piernas tiene que gustar el resto... Las piernas son una fuente de sinsabores, porque un gran porcentaje de personas tiene unas piernas que están bien (a diferencia de unos pechos o un culo o un rostro).
En cualquier caso, y como en cualquier moda, las piernas están ahí para ser miradas. Igual que los escotes y los pies dentro de sus sandalias. Sirven para gustar. No para sentirse "nosequé" o "nosecómo". Sirven para gustar hoy, al salir a la calle. Las pantuflas, por ejemplo, sirven para estar cómodo en casa. Los colores dorados y las faldas cortas y los vestidos de floripondios... ¡Para gustar, según el momento y las circunstancias!
Hay muchos "gustares" (aparte de los gustares sexuales hay otros de otros tipos, como los políticamente correctos, los intelectuales, los inmediatos narcisistas, los zarrapastrosillos). Y cuando uno le pierde miedo al sexo afloran otros gustos y otros olores, a menudo tan marchitos como el sexo que se pone al sol y acaba en pescado podrido
Al final, soplapollez, sopa de fideos.
Os recomiendo a todos que os deis una buena turra de mirar piernas, antes de que se pase la moda, porque hay muchas piernas bonitas que no se pueden mirar en otras épocas menos piernescas.

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