Robinson Crusoe 3
--> aquí también se desvelan cachos de la novela y se hacen por añadidura comentarios xenófobos e irreflexivos.
Dios mío. Santo coñazo gran parte de la segunda parte... Con razón el Robinson Crusoe que todos conocemos suele constar sólo de la primera.
Es un relato azaroso y disperso. Es sólo en la última recta cuando se empieza a centrar la historia. Toda la primera mitad se gasta en hacer cuenta de cómo se hizo todo lo posible por cristianar su vieja isla, a nivel económico, social y, fundamentalmente, cristiano.
Sigo sin comprender cómo después de nosecuántos años el pibe vuelve a su isla, donde había dejado abandonados a los pobres españoles y a unos cuantos ingleses truhanes y sediciosos, y lo hace sólo con intención de "fundar una colonia", como él dice. Lleva herramientas, ropa, algunos animales de granja (vacas y cerdos, pero creo que tuvieron que comérselos por el camino y al final no dejaron allí nada), y personas con oficios útiles (carpintero, herrero, etc.). ¿Por qué no llevaba también conejos y gallinas, que son mucho más fáciles de mantener y bastante productivos? Y lo más importante: ¿por qué lleva más gente allí, en lugar de, simplemente, recoger a las diecipico personas que quedaban allí abandonados?
Y los españoles, que ya debemos de ser gilipollas desde antiguo, encima se muestran agradecidos. El "gobernador" español, el tipo a quien salvó en primer lugar, con ayuda de Viernes, le dice que se disgustó mucho cuando regresó a la isla con sus compañeros, con toda la ilusión del mundo. ¿Cómo que se disgustó? Pero si es para darle cuatro ostias al gilipollas del Robinson... Y luego, además, el tipo vuelve, después de nosecuántos años y les trae mondadientes y camisetas. ¡Hijoputa! Y los españoles, digo, y también los otros que quedaban por allí, y los nuevos que se quedaron allí, se muestran incluso agradecidos y le dicen que cuando quiera vuelva para salvarles y llevarles a su patria. Vamos: que le agradecen sus cuidados (pasarse por la isla cada diez años para ver qué tal va la cosa) pero que cuando ya si eso lo considere, que a ellos no les importaría volver a su patria --> hay muchos de los españoles que dejaron mujer (¿y hijos?) en su patria, España.
Eso es típico del carácter religioso-gilipollesco de todos aquellos siglos tan floridos y estúpidos... Grandes discusiones y escrúpulos respecto de si el pie izquierdo de Cristo estaba más aseado que el derecho, pero luego se pasaban a cuchillo a quien se pusiera por delante.
Ya encarando la recta final, el tipo atraviesa la China para intentar llegar hasta Moscú y desde allí regresar a su pueblo. Y hace un par de apreciaciones que me resultan graciosas, acerca del pueblo chino, y una acerca del japonés. De éste último dice que "se dice" que son bastante crueles e hijos de puta. Sanguinarios, por así decirlo, y capaces de pasar a cuchillo a cualquiera que se ponga a tiro. No sé si será pasado por el tamiz occidental, pero de hecho es la sensación que me ha dado a mí siempre de ese pueblo (quizá no ayuden las pelis americanas sobre la segunda guerra mundial, pero tampoco ayudan nada las historias japos sobre samuraises y demás). Me parece, en resumen, una afirmación paleta pero acertada (porque por un lado no creo que el pueblo japonés se diferencie demasiado del resto de los pueblos, en cuanto a crueldad e hijoputez se refiere; y por el otro sí es cierto que a mí me ha dado esa sensación negativa el pueblo "japo"; ahora, con Internet, es distinto. Los japos parecen más bien un hatajo de chalados geniales u oligofrénicos, según el caso).
Acerca de los chinos dice algo terrible y rotundo, algo que sin duda diría un inglés. No incierto, pero sí pasado a través del filtro inglés, donde todo lo que no esté de acuerdo con el talante inglés queda atascado y, por fin, desechado. Dice que son groseros, ignorantes y altaneros. En resumen: pobres como las ratas y orgullosos hasta el insulto.
De la Gran Muralla China (si algo se tuviese que salvar de China sería la Muralla, aunque sólo fuese por ser una de las siete maravillas del mundo), dice exactamente que parecen muy útiles para prevenir los ataques de los tártaros. Después aclara que cualquier ejercitillo europeo podría volar esa Muralla en un pispás para que entrasen los ejércitos a saco. En resumen: que era una muralla a medida del pueblo chino: una muralla cutre y muy útil en un contexto que él consideraba casi de la edad de piedra. A saber qué hubiese dicho si le hubiese contado el dato de la wiki, donde se asegura que murieron 10 millones de trabajadores durante su construcción. Me imagino que el tipo se refería al cacho "de moda" de muralla de su época, lo que en la wiki dicen que se hizo durante la dinastía Ming, porque habla de que su longitud era de 1000 millas. Pero da igual. Cualquier buen inglés que hubiese opinado cualquiera cosa, no habría cambiado su opinión al saber que la Gran Muralla tenía una longitud de 4000 millas o de 444000. Si para un inglés un chino es un ignorante orgulloso, lo es, con independencia de la longitud de sus murallas.
Sin duda cogieron la ruta de la seda, viajando hacia el sur desde Pekín. No sé por qué digo esto ahora.
El caso es que el pibe Robinson tiene para dar a diestro y siniestro. Cuando compete se mete con los indios del caribe (que no son casi ni personas), luego con los españoles, los italianos, los holandeses, los chinos y con quien haga falta.
Los chinos que vienen aquí, a mi barrio (no hablo ya de mi país, que no tengo ni idea) SON así. Son desconfiados y orgullosos (orgullosos, digo, porque nunca dan su brazo a torcer y son de todo menos humildes). Ignorantes, no lo sé. Los de allí, los de China, supongo que sí, por las cuatro cosas (que no son el Robinson Crusoe) que he leído, pero no más que en cualquier pueblo manchego o del norte o del sur de España, ni tampoco más que el 80% de la gente que holla las añejas calles de Malasaña. Lo que pasa es que en la China hay mucho pueblo y, por tanto, mucho pueblerino...
Aún no sé si éste Robinson es un bárbaro psicópata o una persona normal de su tiempo, pero yo no entiendo nada de lo que hacía el sujeto. También es normal que estuviese tocado del ala después de ser esclavo de los moros y náufrago durante treinta años... También es cierto que no sé de qué cojones iban los de las inquisiciones y los reyes y las guerras y todas esas cosas extrañas que hacían los tataratataratatarabuelos de nuestros tataratataratatarabuelos. Para mí la Historia del Hombre y la Historia de la Evolución del Hombre son dos historias que están estrechamente unidas y que la una tira de la otra muy fuerte hacia arriba mientras que la otra tira de la otra muy fuerte hacia abajo, conformando lo que somos los hombres.
Dios mío. Santo coñazo gran parte de la segunda parte... Con razón el Robinson Crusoe que todos conocemos suele constar sólo de la primera.
Es un relato azaroso y disperso. Es sólo en la última recta cuando se empieza a centrar la historia. Toda la primera mitad se gasta en hacer cuenta de cómo se hizo todo lo posible por cristianar su vieja isla, a nivel económico, social y, fundamentalmente, cristiano.
Sigo sin comprender cómo después de nosecuántos años el pibe vuelve a su isla, donde había dejado abandonados a los pobres españoles y a unos cuantos ingleses truhanes y sediciosos, y lo hace sólo con intención de "fundar una colonia", como él dice. Lleva herramientas, ropa, algunos animales de granja (vacas y cerdos, pero creo que tuvieron que comérselos por el camino y al final no dejaron allí nada), y personas con oficios útiles (carpintero, herrero, etc.). ¿Por qué no llevaba también conejos y gallinas, que son mucho más fáciles de mantener y bastante productivos? Y lo más importante: ¿por qué lleva más gente allí, en lugar de, simplemente, recoger a las diecipico personas que quedaban allí abandonados?
Y los españoles, que ya debemos de ser gilipollas desde antiguo, encima se muestran agradecidos. El "gobernador" español, el tipo a quien salvó en primer lugar, con ayuda de Viernes, le dice que se disgustó mucho cuando regresó a la isla con sus compañeros, con toda la ilusión del mundo. ¿Cómo que se disgustó? Pero si es para darle cuatro ostias al gilipollas del Robinson... Y luego, además, el tipo vuelve, después de nosecuántos años y les trae mondadientes y camisetas. ¡Hijoputa! Y los españoles, digo, y también los otros que quedaban por allí, y los nuevos que se quedaron allí, se muestran incluso agradecidos y le dicen que cuando quiera vuelva para salvarles y llevarles a su patria. Vamos: que le agradecen sus cuidados (pasarse por la isla cada diez años para ver qué tal va la cosa) pero que cuando ya si eso lo considere, que a ellos no les importaría volver a su patria --> hay muchos de los españoles que dejaron mujer (¿y hijos?) en su patria, España.
Eso es típico del carácter religioso-gilipollesco de todos aquellos siglos tan floridos y estúpidos... Grandes discusiones y escrúpulos respecto de si el pie izquierdo de Cristo estaba más aseado que el derecho, pero luego se pasaban a cuchillo a quien se pusiera por delante.
Ya encarando la recta final, el tipo atraviesa la China para intentar llegar hasta Moscú y desde allí regresar a su pueblo. Y hace un par de apreciaciones que me resultan graciosas, acerca del pueblo chino, y una acerca del japonés. De éste último dice que "se dice" que son bastante crueles e hijos de puta. Sanguinarios, por así decirlo, y capaces de pasar a cuchillo a cualquiera que se ponga a tiro. No sé si será pasado por el tamiz occidental, pero de hecho es la sensación que me ha dado a mí siempre de ese pueblo (quizá no ayuden las pelis americanas sobre la segunda guerra mundial, pero tampoco ayudan nada las historias japos sobre samuraises y demás). Me parece, en resumen, una afirmación paleta pero acertada (porque por un lado no creo que el pueblo japonés se diferencie demasiado del resto de los pueblos, en cuanto a crueldad e hijoputez se refiere; y por el otro sí es cierto que a mí me ha dado esa sensación negativa el pueblo "japo"; ahora, con Internet, es distinto. Los japos parecen más bien un hatajo de chalados geniales u oligofrénicos, según el caso).
Acerca de los chinos dice algo terrible y rotundo, algo que sin duda diría un inglés. No incierto, pero sí pasado a través del filtro inglés, donde todo lo que no esté de acuerdo con el talante inglés queda atascado y, por fin, desechado. Dice que son groseros, ignorantes y altaneros. En resumen: pobres como las ratas y orgullosos hasta el insulto.
De la Gran Muralla China (si algo se tuviese que salvar de China sería la Muralla, aunque sólo fuese por ser una de las siete maravillas del mundo), dice exactamente que parecen muy útiles para prevenir los ataques de los tártaros. Después aclara que cualquier ejercitillo europeo podría volar esa Muralla en un pispás para que entrasen los ejércitos a saco. En resumen: que era una muralla a medida del pueblo chino: una muralla cutre y muy útil en un contexto que él consideraba casi de la edad de piedra. A saber qué hubiese dicho si le hubiese contado el dato de la wiki, donde se asegura que murieron 10 millones de trabajadores durante su construcción. Me imagino que el tipo se refería al cacho "de moda" de muralla de su época, lo que en la wiki dicen que se hizo durante la dinastía Ming, porque habla de que su longitud era de 1000 millas. Pero da igual. Cualquier buen inglés que hubiese opinado cualquiera cosa, no habría cambiado su opinión al saber que la Gran Muralla tenía una longitud de 4000 millas o de 444000. Si para un inglés un chino es un ignorante orgulloso, lo es, con independencia de la longitud de sus murallas.
Sin duda cogieron la ruta de la seda, viajando hacia el sur desde Pekín. No sé por qué digo esto ahora.
El caso es que el pibe Robinson tiene para dar a diestro y siniestro. Cuando compete se mete con los indios del caribe (que no son casi ni personas), luego con los españoles, los italianos, los holandeses, los chinos y con quien haga falta.
Los chinos que vienen aquí, a mi barrio (no hablo ya de mi país, que no tengo ni idea) SON así. Son desconfiados y orgullosos (orgullosos, digo, porque nunca dan su brazo a torcer y son de todo menos humildes). Ignorantes, no lo sé. Los de allí, los de China, supongo que sí, por las cuatro cosas (que no son el Robinson Crusoe) que he leído, pero no más que en cualquier pueblo manchego o del norte o del sur de España, ni tampoco más que el 80% de la gente que holla las añejas calles de Malasaña. Lo que pasa es que en la China hay mucho pueblo y, por tanto, mucho pueblerino...
Aún no sé si éste Robinson es un bárbaro psicópata o una persona normal de su tiempo, pero yo no entiendo nada de lo que hacía el sujeto. También es normal que estuviese tocado del ala después de ser esclavo de los moros y náufrago durante treinta años... También es cierto que no sé de qué cojones iban los de las inquisiciones y los reyes y las guerras y todas esas cosas extrañas que hacían los tataratataratatarabuelos de nuestros tataratataratatarabuelos. Para mí la Historia del Hombre y la Historia de la Evolución del Hombre son dos historias que están estrechamente unidas y que la una tira de la otra muy fuerte hacia arriba mientras que la otra tira de la otra muy fuerte hacia abajo, conformando lo que somos los hombres.
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