Robinson Crusoe

Obra magna. Había leído antes (es decir, hace veinte años) las versiones resumidas que estaban tan de moda, con ilustraciones cada dieciséis páginas. Ahora voy por la mitad del libro de verdad (alrededor de la página 300) y estoy entusiasmado. No es que no esté nada cansado. Es que es el libro de aventuras más emocionante que he leído en toda mi vida. ¡Guay!
Lo que apesta es la religión. De no haber existido la moral en la cultura humana, el Robinson Crusoe sería exactamente el mismo libro, pero con menos páginas. Un 5% de las páginas son como un pegote religioso que, si bien refleja el sentir de un "caballero inglés" de la época (hablamos de finales del s. XVII, ya ha llovido), no aporta nada al valor literario del libro. Hay otras páginas que sí, porque retratan muy bien el sentido y el efecto de la religión en el protagonista: remordimientos, angustia, gratitud pasajera... Hay puntos en que Robinson casi consigue zafarse de la capa de mierda que recubre al ser humano social (occidental).
Por ese motivo adoraba Betteredge (de La piedra lunar de WIlkie Collins) ese libro.

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