Niños obligados por la fuerza
Obligamos a los niños por la fuerza a ir a la escuela (que queda más bonito que decir "al colegio"). Se tienen que aprender los nombres y fechas de las guerras, las valencias, si en China plantan arroz o maíz, si Espronceda se pegó o no un tiro en la cabeza, etc.
Si no quieren ir, tienen que ir.
Si el padre no quiere que vaya el niño, el niño tiene que ir.
Si viviésemos en el cro-magnon, ¿de qué le servirían al niño esos conocimientos adquiridos en la escuela? Si mañana hay una hecatombe y se van a tomar por culo la electricidad y los coches, ¿para qué sirve todo eso que los niños tan bien aprenden como olvidan?
Y, por último: si no estuviésemos en el cro-magnon y si mañana ni nunca hubiese una hecatombe... ¿Para qué sirve todo eso que los niños tan bien aprenden y después olvidan por falta de uso?
La educación actual es una mezcla de:
a) Residuo de culturas basadas en la oligarquía.
b) La concepción social del niño como futura mano de obra ovejil, que no sólo tiene que hacer lo que le digan, sino también pensarlo y hacérselo pensar a sus propios hijos.
Sí es posible un cambio. Tan sólo hay que renunciar a lo ilógico y después construir con lo que queda. Y no hace falta "darle tiempo al tiempo". Se puede hacer de hoy para mañana.
Sospechamos mi mujer y yo que Cataluña destaca por hacer las cosas "lógicas" mucho tiempo antes que el resto en nuestro país. Eso sí: lo hacen tarde que te cagas. Por ejemplo: hace poco me enteré de que "por ley" van a empezar a desaparecer las bolsas de plástico en el comercio y van a ser sustituidas por otras reciclables. Eso lo pensaba ya mucha gente hace tropecientos mil años... Pero ¡ojo! Van a pasar otros tropecientos mil hasta que el gobierno español tome una decisión semi-semejante. Como poco, décadas.
Tomando el hilo anterior: de un día para otro se puede decidir quitar las bolsas de plástico. De verdad: no hace falta esperarse cuarenta y siete años, ni doce ni uno. No hay que contrastar opiniones ni hacer estudios ni consultar con la industria ni el comercio. Sin más: si las bolsas de plástico son una puta mierda, se quitan y punto. No hay que pensar más algo que ya está pensado desde hace décadas. Y tampoco hay que dejarlo para mañana. Si se puede hacer hoy, ¿por qué hay que esperar? O si se espera hasta mañana, ¡que se haga mañana, no dentro de 18 mil mañanas!
Pues ahora que alguien me explique por qué los de mi generación se descojonaban cuando veían que Zipi y Zape tenían que aprenderse de memoria la lista de los Reyes Godos.
Si no quieren ir, tienen que ir.
Si el padre no quiere que vaya el niño, el niño tiene que ir.
Si viviésemos en el cro-magnon, ¿de qué le servirían al niño esos conocimientos adquiridos en la escuela? Si mañana hay una hecatombe y se van a tomar por culo la electricidad y los coches, ¿para qué sirve todo eso que los niños tan bien aprenden como olvidan?
Y, por último: si no estuviésemos en el cro-magnon y si mañana ni nunca hubiese una hecatombe... ¿Para qué sirve todo eso que los niños tan bien aprenden y después olvidan por falta de uso?
La educación actual es una mezcla de:
a) Residuo de culturas basadas en la oligarquía.
b) La concepción social del niño como futura mano de obra ovejil, que no sólo tiene que hacer lo que le digan, sino también pensarlo y hacérselo pensar a sus propios hijos.
Sí es posible un cambio. Tan sólo hay que renunciar a lo ilógico y después construir con lo que queda. Y no hace falta "darle tiempo al tiempo". Se puede hacer de hoy para mañana.
Sospechamos mi mujer y yo que Cataluña destaca por hacer las cosas "lógicas" mucho tiempo antes que el resto en nuestro país. Eso sí: lo hacen tarde que te cagas. Por ejemplo: hace poco me enteré de que "por ley" van a empezar a desaparecer las bolsas de plástico en el comercio y van a ser sustituidas por otras reciclables. Eso lo pensaba ya mucha gente hace tropecientos mil años... Pero ¡ojo! Van a pasar otros tropecientos mil hasta que el gobierno español tome una decisión semi-semejante. Como poco, décadas.
Tomando el hilo anterior: de un día para otro se puede decidir quitar las bolsas de plástico. De verdad: no hace falta esperarse cuarenta y siete años, ni doce ni uno. No hay que contrastar opiniones ni hacer estudios ni consultar con la industria ni el comercio. Sin más: si las bolsas de plástico son una puta mierda, se quitan y punto. No hay que pensar más algo que ya está pensado desde hace décadas. Y tampoco hay que dejarlo para mañana. Si se puede hacer hoy, ¿por qué hay que esperar? O si se espera hasta mañana, ¡que se haga mañana, no dentro de 18 mil mañanas!
Pues ahora que alguien me explique por qué los de mi generación se descojonaban cuando veían que Zipi y Zape tenían que aprenderse de memoria la lista de los Reyes Godos.
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