A los sin carné
A los "sin carné". Porque parece que siempre nos quedamos en criticar a los unos y a los otros, que es cosa razonable, pero nunca se nos ocurre nada para solucionar nada.
A mí se me ocurrió un día que, como la tecnología lo permite, TODO LO QUE EXISTE debería poder ser votado por Internet (móvil, teléfono, correo... Lo que fuere). Cualquier cosa que se reúnan dos políticos a decidir... Eso. Igual que en las comunidades de vecinos se parlamenta sobre el presupuesto para arreglar los telefonillos, se tendría que poder participar en la Junta Municipal de cada uno para decidir si se barre más los sábados por la mañana o los domingos, o si se borran las pintadas semanalmente o anualmente, etc. Cualquier gilipollez. Y, obviamente, lo mismo iría para lo que compete al ayuntamiento, comunidad y país. Y, al igual que en las juntas de vecinos, quien quiera puede delegar (por simple omisión de su voto) en el representante político que votó en su día. Pero si a uno le sale de los cojones, que al menos tenga la oportunidad de decir "no a la guerra" (como hace unos añitos) de manera práctica y efectiva, no sólo a toro pasado y sin capacidad ninguna de decisión ejecutiva. No podemos vender nuestra alma a nadie para todo, especialmente cuando está demostrado que la mayoría de los políticos actúa, cuanto menos, de forma "irregular", tanto moral como humanamente. Los que roban, porque roban, los que joden al prójimo, porque lo hacen, y el resto porque no hace ni dice nada en contra. Y el que hace o dice algo, expulsado, ya no le "ajuntan" nunca más.
A alguna de las personas a las que he logrado emborrachar y hablar de este tema, pero no tanto como para que no me escuchasen, se han mostrado preocupadas... ¡Sí! ¡Con el hecho de otorgar el poder al pueblo! ¿Qué pasaría si hiciésemos eso? ¿Qué pasaría si todos los paletos capullos pudiesen votar por SMS? ¿Sería Jordi Hurtado el nuevo presidente del gobierno? ¿Y qué pasaría si pudiesen votar los Ultras-Sur? ¿Sería legal asesinar a un Boixos Noi si éste pisase la capital de España? Está claro que no nos creemos nuestra propia mentira. Dicho por activa y por pasiva. No nos creemos la democracia. Sabemos que los políticos hacen lo que hagan, que los empresarios de turno (no todos, sino los de siempre) hacen sus trapis y a los de a pie nos revisan la renta con lupa, sabemos... Todo. Pero no lo decimos. Y si lo decimos, no nos lo creemos mucho, porque si no quemaríamos las calles. No nos creemos la democracia porque nos da miedo dejar que voten los Ultras-Sur, el idiota de nuestro jefe, el hijoputa de nuestro vecino que maltrata a su mujer y al perro y al panadero, y a los tres chalaos que agitan banderas aleatorias.
Pero...
Hace tres o cuatro (o quizá cinco o seis) años, hubo aquí, en Madrid (no sé si en otras partes también) un "conato" de esto que digo. No eran votos reales. Eran unas cuantas preguntas, a modo de encuesta, tipo "Si pudieras decidir algo, ingenuo mío, ¿a qué dedicarías más presupuesto? a) Educación; b) Sanidad...". Etc. En teoría era para "sondear" la posibilidad de "consultar al pueblo". La participación, según las fuentes oficiales, no fue tan significativa como para repetir la experiencia. O sea, que fue una puta mierda de participación. Yo, por ejemplo, fui a votar a un centro de mayores de aquí al lado. El voto era por Internet, pero tenías que ir allí con tu DNI y votar desde un ordenador público. Se les había caído la red y no pude votar. Y tampoco volví otro día, porque creo que era ya el último...
Pero no "pasaría" nada. Porque mi representante (el tipo al que yo voté en su día) "habría votado" por mí.
Lo más difícil de dirimir es si uno (yo mismo) está cualificado para opinar y votar en temas que no son de su competencia. ¿Podemos yo o el gilipollas capullo que me vende el pescado decidir sobre estrategias económicas, sobre si es mejor reforestar una zona con pino o eucalipto, o si es mejor o no invertir el 75% del presupuesto estatal en hacer desaladoras en condiciones, y al resto de cosas que le den por culo con el restante 25%?
La respuesta es sencilla: NO, NI DE COÑA. Los ciudadanos normales no estamos cualificados para decidir cuestiones técnicas que no son de nuestra competencia. Para eso están los especialistas. No sé cómo va la cosa, pero me imagino que los políticos tendrán (o deberían tener) a personas que les expliquen si se puede o no y por qué motivos hacer un nuevo embalse en Pelanillas de la Sierra, etc.
De lo cual se extrae que... LOS POLÍTICOS TAMPOCO ESTÁN CUALIFICADOS. Jajajaja... Ellos no son ingenieros agrónomos ni matemáticos ni militares ni genios de la economía ni mucho menos filósofos, educadores, médicos ni estrategas de nada. Deberían ser super-estrategas, y probablemente —en la teoría— deban tener una formación de super-estrategas... Pero va a ser que no. ¿Existe algún ministro de Medio Ambiente que sea famoso por sus tesis doctorales o sus artículos de investigación? ¿Alguno famoso porque fue él mismo quien ideó unos planes magníficos, sacando oro de donde había caca de la vaca, para sacar al país de una crisis profunda? Yo diría más bien que abundan los ejemplos de políticos que la cagan a diestro y siniestro.
Así que de esto se desprende que somos un poquito más incompetentes que los políticos (en la teoría, no en la práctica), ya que ellos son asesorados directamente (en teoría) por profesionales de cada una de las disciplinas que sean necesarias. Pero da igual, porque podemos ser igual de responsables o irresponsables, y podemos dejar que sean ellos quienes deciden (ya que están más "puestos") por nosotros. Y, ya que nos ponemos tontos, esas sesiones de "asesoría" se pueden retransmitir en directo por la TV. Creo que casi todo el mundo tiene acceso a una TV... Ya que hay tantas gilipolleces en la TV, ¿por qué no dedicar un par de canales para "enterarse" de lo mismo que se enteran los políticos en esas reuniones y comilonas que se pegan? Podría haber un canal "freak" (donde se explique todo detalladamente) y otro más "ligero" (divulgativo). Accesible, por supuesto, por Internet-móvil-etc.
De este modo, uno puede optar por: a) votar sin tener ni puta idea (el pueblo es el pueblo y vota lo que le sale de sus soberanos huevos = "democracia ésa"); b) votar estando informado; c) no votar (equivalente a "que vote mi representante, que para eso le he votado, para que me represente").
Pero todos tenemos dentro un "¿y si todos menos tú votan que hay que tirarse por el precipicio, tú también te tiras por el precipicio?". Y hasta que no le digamos SÍ, no habrá democracia de verdad. Al fin y al cabo, uno puede siempre ejercer su derecho a preferir la cárcel... Todos por el precipicio y yo en el talego. Libremente. Responsablemente.
A mí se me ocurrió un día que, como la tecnología lo permite, TODO LO QUE EXISTE debería poder ser votado por Internet (móvil, teléfono, correo... Lo que fuere). Cualquier cosa que se reúnan dos políticos a decidir... Eso. Igual que en las comunidades de vecinos se parlamenta sobre el presupuesto para arreglar los telefonillos, se tendría que poder participar en la Junta Municipal de cada uno para decidir si se barre más los sábados por la mañana o los domingos, o si se borran las pintadas semanalmente o anualmente, etc. Cualquier gilipollez. Y, obviamente, lo mismo iría para lo que compete al ayuntamiento, comunidad y país. Y, al igual que en las juntas de vecinos, quien quiera puede delegar (por simple omisión de su voto) en el representante político que votó en su día. Pero si a uno le sale de los cojones, que al menos tenga la oportunidad de decir "no a la guerra" (como hace unos añitos) de manera práctica y efectiva, no sólo a toro pasado y sin capacidad ninguna de decisión ejecutiva. No podemos vender nuestra alma a nadie para todo, especialmente cuando está demostrado que la mayoría de los políticos actúa, cuanto menos, de forma "irregular", tanto moral como humanamente. Los que roban, porque roban, los que joden al prójimo, porque lo hacen, y el resto porque no hace ni dice nada en contra. Y el que hace o dice algo, expulsado, ya no le "ajuntan" nunca más.
A alguna de las personas a las que he logrado emborrachar y hablar de este tema, pero no tanto como para que no me escuchasen, se han mostrado preocupadas... ¡Sí! ¡Con el hecho de otorgar el poder al pueblo! ¿Qué pasaría si hiciésemos eso? ¿Qué pasaría si todos los paletos capullos pudiesen votar por SMS? ¿Sería Jordi Hurtado el nuevo presidente del gobierno? ¿Y qué pasaría si pudiesen votar los Ultras-Sur? ¿Sería legal asesinar a un Boixos Noi si éste pisase la capital de España? Está claro que no nos creemos nuestra propia mentira. Dicho por activa y por pasiva. No nos creemos la democracia. Sabemos que los políticos hacen lo que hagan, que los empresarios de turno (no todos, sino los de siempre) hacen sus trapis y a los de a pie nos revisan la renta con lupa, sabemos... Todo. Pero no lo decimos. Y si lo decimos, no nos lo creemos mucho, porque si no quemaríamos las calles. No nos creemos la democracia porque nos da miedo dejar que voten los Ultras-Sur, el idiota de nuestro jefe, el hijoputa de nuestro vecino que maltrata a su mujer y al perro y al panadero, y a los tres chalaos que agitan banderas aleatorias.
Pero...
Hace tres o cuatro (o quizá cinco o seis) años, hubo aquí, en Madrid (no sé si en otras partes también) un "conato" de esto que digo. No eran votos reales. Eran unas cuantas preguntas, a modo de encuesta, tipo "Si pudieras decidir algo, ingenuo mío, ¿a qué dedicarías más presupuesto? a) Educación; b) Sanidad...". Etc. En teoría era para "sondear" la posibilidad de "consultar al pueblo". La participación, según las fuentes oficiales, no fue tan significativa como para repetir la experiencia. O sea, que fue una puta mierda de participación. Yo, por ejemplo, fui a votar a un centro de mayores de aquí al lado. El voto era por Internet, pero tenías que ir allí con tu DNI y votar desde un ordenador público. Se les había caído la red y no pude votar. Y tampoco volví otro día, porque creo que era ya el último...
Pero no "pasaría" nada. Porque mi representante (el tipo al que yo voté en su día) "habría votado" por mí.
Lo más difícil de dirimir es si uno (yo mismo) está cualificado para opinar y votar en temas que no son de su competencia. ¿Podemos yo o el gilipollas capullo que me vende el pescado decidir sobre estrategias económicas, sobre si es mejor reforestar una zona con pino o eucalipto, o si es mejor o no invertir el 75% del presupuesto estatal en hacer desaladoras en condiciones, y al resto de cosas que le den por culo con el restante 25%?
La respuesta es sencilla: NO, NI DE COÑA. Los ciudadanos normales no estamos cualificados para decidir cuestiones técnicas que no son de nuestra competencia. Para eso están los especialistas. No sé cómo va la cosa, pero me imagino que los políticos tendrán (o deberían tener) a personas que les expliquen si se puede o no y por qué motivos hacer un nuevo embalse en Pelanillas de la Sierra, etc.
De lo cual se extrae que... LOS POLÍTICOS TAMPOCO ESTÁN CUALIFICADOS. Jajajaja... Ellos no son ingenieros agrónomos ni matemáticos ni militares ni genios de la economía ni mucho menos filósofos, educadores, médicos ni estrategas de nada. Deberían ser super-estrategas, y probablemente —en la teoría— deban tener una formación de super-estrategas... Pero va a ser que no. ¿Existe algún ministro de Medio Ambiente que sea famoso por sus tesis doctorales o sus artículos de investigación? ¿Alguno famoso porque fue él mismo quien ideó unos planes magníficos, sacando oro de donde había caca de la vaca, para sacar al país de una crisis profunda? Yo diría más bien que abundan los ejemplos de políticos que la cagan a diestro y siniestro.
Así que de esto se desprende que somos un poquito más incompetentes que los políticos (en la teoría, no en la práctica), ya que ellos son asesorados directamente (en teoría) por profesionales de cada una de las disciplinas que sean necesarias. Pero da igual, porque podemos ser igual de responsables o irresponsables, y podemos dejar que sean ellos quienes deciden (ya que están más "puestos") por nosotros. Y, ya que nos ponemos tontos, esas sesiones de "asesoría" se pueden retransmitir en directo por la TV. Creo que casi todo el mundo tiene acceso a una TV... Ya que hay tantas gilipolleces en la TV, ¿por qué no dedicar un par de canales para "enterarse" de lo mismo que se enteran los políticos en esas reuniones y comilonas que se pegan? Podría haber un canal "freak" (donde se explique todo detalladamente) y otro más "ligero" (divulgativo). Accesible, por supuesto, por Internet-móvil-etc.
De este modo, uno puede optar por: a) votar sin tener ni puta idea (el pueblo es el pueblo y vota lo que le sale de sus soberanos huevos = "democracia ésa"); b) votar estando informado; c) no votar (equivalente a "que vote mi representante, que para eso le he votado, para que me represente").
Pero todos tenemos dentro un "¿y si todos menos tú votan que hay que tirarse por el precipicio, tú también te tiras por el precipicio?". Y hasta que no le digamos SÍ, no habrá democracia de verdad. Al fin y al cabo, uno puede siempre ejercer su derecho a preferir la cárcel... Todos por el precipicio y yo en el talego. Libremente. Responsablemente.
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