RIP Freehand

Se ha comunicado, de modo extraoficial, que Freehand se encuentra extraoficialmente fallecido.
Para algunos Freehand no significará nada, o poca cosa. Pero a muchos les sonará el nombre, asociado sobre todo a Aldus y a Macromedia, y a Adobe en la última época.
Para mí la muerte de Freehand es igual que la muerte de Jesús Gil. Toda una generación -puede que dos- de usuarios ha quedado huérfana de sopetón. A muchos les tiemblan las ternillas a día de hoy, desde que se han enterado de la noticia. Lo que antes era, ahora ya no.
A mí me pasó lo mismo con Jesús Gil. Él siempre había estado ahí. Yo no soy del Atleti, ni me gusta el fútbol. Pero es una figura nacional, igual que lo siguen siendo la Pantoja, Ruiz Mateos o José Luis Moreno. La gente que siempre ha hecho la comidilla ligera en el panorama de la actualidad, con una palada de cutre y otra de glamour.
Freehand llevaba mucho tiempo sin mejorar desde la base, igual que ocurre con Quark, por ejemplo. Llevan sin actualizar el código desde la época de Matusalén. Claro, que lo de Quark es mucho peor. Arrastraba los mismos errores de base desde hacía muchísimos años. Por lo general, se trabajaba bien (excepto por los colorinches chichimona en display que no sé de dónde se sacaban), pero uno nunca sabía si podría sacar un PDF digno de un documento complejo. Cuando había un problema, había que recurrir al EPS, con suerte, y si no había que conseguir una copia de Illustrator para cristianizar los vectores freehandianos.
Después de Freehand 7 no se hizo nada digno. En Freehand 8 y 9 se hicieron un par de cambios interesantes, pero no eran más que dos líneas guarras de código, y tres algoritmos matemáticos de lo más vulgar. Vulgar en comparación, por ejemplo, con las suites de plugins que son capaces de convertir, aunque sólo sea nominalmente, a Illustrator en una aplicación similar a Autocad. Aunque parezca una fruslería, para hacer un simple cálculo matemático viene muy bien un buen plugin, en comparación con instalarse otra aplicación en otro sistema operativo... En Freehand no había manera de cristianar los datos. Los “Xtras” eran casi de risa, muy made in home en comparación con los de la competencia.
De todas maneras, el equipo de Illustrator no va a convencer a naide hasta que no haga documentos multipágina de verdad y se dejen de gilipolleces de que su concepto es el mejor del mundo. Al usuario fiel de Illustrator no le importará que haya multipáginas (porque, si quiere, puede seguir trabajando como hasta ahora). Pero al usuario fiel de Freehand no se la van a dar con queso. Bastante tiene con memorizar los quinientos millones de iconitos de la interfaz, como para andar leyéndose las tropecientas mil páginas del manual para poder “simular” documentos multipágina en *la única alternativa*.
En Adobe han optado directamente por romper el mercado. Ahora sólo queda Illustrator. Las alternativas son de risa: Inkscape y Corel.
Es un golpe de estado y un abuso para el consumidor (si no se le dan herramientas válidas, y una herramienta válida no es un manual de quinientas páginas). Nadie tiene tiempo ni dinero ni huevos (como dice La Cabra) para andar llevando cosas como ésta a los tribunales, pero merecería la pena.
Obviamente, uno que hace ladrillos no está obligado a hacerlos redondos porque hay un veinte por ciento de usuarios que lo prefiere así.
Pero si eres el único que hace ladrillos, la cosa cambia.
Yo, por mi parte, abrazo a Illustrator, les pido la multipágina, escupo sobre los que mataron a Freehand hace ya cuatro años y me preparo para un examen de conciencia pormenorizado, para no caer en la especulación y el abuso de poder, tal y cual pueden presentarse en mi prosaica y simple vida diaria.
RIP.

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