AC/DC
Me mareo sólo de ver a Angus Young moviendo la cabeza arriba y abajo. Es un asceta del rock, un eremita, poseído por el alma de su guitarra, siempre atento a las mareas de la afición, conocedor en toda ocasión de las necesidades del público y del momento musical.
Manolo dijo que en su próxima reencarnación le gustaría ser Robert Plant. A mí no me gustaría ser ni Plant ni Bon Scott ni Brian Johnson, ni muchos otros. Ser Robert Plant o Bon Scott es dificilísimo. Divertido, tal vez, pero muy angustioso. ¿Qué haces cuando Angus hace el salto de la rana en medio de un solo de quince minutos, o cuando Jimmy Page saca el arco del violín y John Bonham se va a tomar un café? (o sea, un cubata) Es el momento de ser un puto antihéroe. Cuando Angus se marca un solo, tú te vas al camerino y te planchas el pelo con una Rowenta Lissima. Y si eres Plant y quieres aguantar el tipo, te agarras a una pandereta y dejas que haga lo que quiera, sin meter mucho ruido, y te pones el ventilador cerca de las melenas, dejando que el aire artificial peine tu pelo. Si llevases cordones en los zapatos, te agacharías y los atarías. Poco más se puede hacer. En esta vida en blanco y negro sólo se puede ser antihéroe o héroe mediático. Sólo se puede aspirar a ser Willi o la Abeja Maya. Y, si acaso, como música de fondo, un Flip perdedor, relegado a la memoria de los eruditos, o a paréntesis en una tesis universitaria.
Manolo dijo que en su próxima reencarnación le gustaría ser Robert Plant. A mí no me gustaría ser ni Plant ni Bon Scott ni Brian Johnson, ni muchos otros. Ser Robert Plant o Bon Scott es dificilísimo. Divertido, tal vez, pero muy angustioso. ¿Qué haces cuando Angus hace el salto de la rana en medio de un solo de quince minutos, o cuando Jimmy Page saca el arco del violín y John Bonham se va a tomar un café? (o sea, un cubata) Es el momento de ser un puto antihéroe. Cuando Angus se marca un solo, tú te vas al camerino y te planchas el pelo con una Rowenta Lissima. Y si eres Plant y quieres aguantar el tipo, te agarras a una pandereta y dejas que haga lo que quiera, sin meter mucho ruido, y te pones el ventilador cerca de las melenas, dejando que el aire artificial peine tu pelo. Si llevases cordones en los zapatos, te agacharías y los atarías. Poco más se puede hacer. En esta vida en blanco y negro sólo se puede ser antihéroe o héroe mediático. Sólo se puede aspirar a ser Willi o la Abeja Maya. Y, si acaso, como música de fondo, un Flip perdedor, relegado a la memoria de los eruditos, o a paréntesis en una tesis universitaria.
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