Políticos de derechas, de izquierdas...

Todos la misma mierda. Sin doble sentido. Al final, lo único que cuenta son los actos y los actos son de politiqueo, amiguismo, conformismo, comodidad, precaución... Conservadurismo. Control y poder. Tener la sartén por el mango, porque los usuarios somos gilipollas.
No digo que no sea la política correcta (en cuanto algo que pueda llamarse “política”), pero las etiquetas, que siempre han sido una mierda, lo son aún más cuando se intentan acentuar las diferencias -aparentando incluso posiciones radicalmente opuestas- con vocablos como izquierda o derecha, blanco o negro. ¿Qué cojones de juego es esto? ¿Es un paripé, un bodeville para hacernos perder el tiempo con las tertulias de la radio? Hay cosas mucho más entretenidas, como tomarse cañas o ver tías en pelotas por Internet.
Vale que uno se acomode en esta sociedad, pero vamos a descarnar de vez en cuando la realidad, porque si no vamos a acabar creyendo nuestras propias patrañas egoístas y... egoístas.