Bachillerato francés
A ver si alguien me explica en qué consiste el bachillerato francés.
Un tipo que conozco sostiene que allí enseñan a razonar. Me gustaría saber de qué manera lo hacen.
Mi colegio era bastante grande (para lo que suele ser un colegio), con mucha gente de clases baja y media. La única lógica que aprendimos fue la del mus. Como en cualquier juego, uno tenía una valía material (en cartas), otra en vacile (faroles) y otra en experiencia (saber manejar ambas valías de un modo honroso frente al rival, calibrando sus opciones).
Esa lógica servía para jugar al fútbol, camelarse al profesor de historia o a tus viejos, sacar mejores o peores notas, etc.
Nos requisaban las barajas de cartas y los amarracos. Al principio llevábamos barajas impolutas de tahúr y amarracos bañados en plata. Luego las cartas estaban marcadas por el uso y los amarracos eran garbanzos o monedas sin valor. Por último, hacíamos barajas con recortes de papel escritos con un bic azul, y amarracos también de papel.
Varias veces he sido el más chulo (y gilipollas, al mismo tiempo) de la clase en toda mis historia como gilipollas profesional. En tercero de BUP me ví obligado a sacar una matrícula de honor en Religión para poder pasar el curso con un suficiente. Yo deseaba que el profesor de turno -el más borde, gracioso e inflexible de todos- me pillase en medio de una partida en una de sus clases, y lo conseguí.
En primero de BUP me resultó imposible sacar un insuficiente en Arte, Matemáticas e Inglés, aunque lo intenté por todos los medios.
Algún día dejaré por escrito un centenar de páginas sobre mi primero de BUP.
A veces tengo la sensación, y lo he hablado con algunos coetáneos, de que nuestra generación —en mi pequeño entorno— sirvió como cierre a varias etapas:
Un tipo que conozco sostiene que allí enseñan a razonar. Me gustaría saber de qué manera lo hacen.
Mi colegio era bastante grande (para lo que suele ser un colegio), con mucha gente de clases baja y media. La única lógica que aprendimos fue la del mus. Como en cualquier juego, uno tenía una valía material (en cartas), otra en vacile (faroles) y otra en experiencia (saber manejar ambas valías de un modo honroso frente al rival, calibrando sus opciones).
Esa lógica servía para jugar al fútbol, camelarse al profesor de historia o a tus viejos, sacar mejores o peores notas, etc.
Nos requisaban las barajas de cartas y los amarracos. Al principio llevábamos barajas impolutas de tahúr y amarracos bañados en plata. Luego las cartas estaban marcadas por el uso y los amarracos eran garbanzos o monedas sin valor. Por último, hacíamos barajas con recortes de papel escritos con un bic azul, y amarracos también de papel.
Varias veces he sido el más chulo (y gilipollas, al mismo tiempo) de la clase en toda mis historia como gilipollas profesional. En tercero de BUP me ví obligado a sacar una matrícula de honor en Religión para poder pasar el curso con un suficiente. Yo deseaba que el profesor de turno -el más borde, gracioso e inflexible de todos- me pillase en medio de una partida en una de sus clases, y lo conseguí.
En primero de BUP me resultó imposible sacar un insuficiente en Arte, Matemáticas e Inglés, aunque lo intenté por todos los medios.
Algún día dejaré por escrito un centenar de páginas sobre mi primero de BUP.
A veces tengo la sensación, y lo he hablado con algunos coetáneos, de que nuestra generación —en mi pequeño entorno— sirvió como cierre a varias etapas:
- Para nosotros no significaba nada de nada la época franquista.
- Con nosotros terminaron la EGB, BUP y demás, para tomar otro aire y pasar a llamarse de otra manera.
- En mi entorno cercano, mucha gente tuvo una relación muy estrecha con el Opus Dei, pero al final allí quedó uno de cada veinte.
- Con nosotros acabó de alguna manera el resplandor de la llamada movida madrileña. Nuestros primos y hermanos mayores se compraban todos los discos de Radio Futura, Tenessee, Rosendo, etc., y los dejaban sobre la estantería para que nosotros los escuchásemos en vivo por última vez.
- Nosotros dijimos hola y adiós a los viejos Amstrad y Spectrum, a los juegos de Atari, al Logo, al Wordperfect y demás malformaciones informáticas.
- Nosotros despedimos a Mazinger Z (y similares). sin llegar a inaugurar plenamente a Oliver y Benji, y Bola de Dragón.
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