Los punkies, los hippies y los carcas
Creo que ya se puede decir que los carcas son igual de carcas que los punkies y los hippies. Tenemos carcas y punkies de cincuenta tacos y tenemos carcas y hippies de dieciséis. Ya tenemos de todo eso que había en el siglo XX en todas las tallas y colores.
A mediados de los noventa se grabó el tema Cannabis de los Ska-P. El tema de la legalización, por el que aún corren ríos de tinta, que ya entonces era un tema más viejo que el cagar. Los de La Polla Records están casi para entrar al asilo... Acaban de sacar un recopilatorio de La Banda Trapera del Río (que vete tú a saber dónde estarán). Y no hablemos de los grupos internacionales. Probablemente el más joven de todos sea Rajoy.
Para mí siguen vigentes la reivindicaciones de esos jóvenes carcas con casa y coche que se suben al escenario y gritan las verdades. Aznar, muérete, sigue gritando Evaristo (ahora sería Rajoy, supongo). También, hace veinte años, había gente de veinte años que se cagaba en los punkies y los hippies con muy buenos modales. Su opinión sigue vigente y sustentada por gente que nació en aquel entonces. La diferencia es que esos tienen ahora muchas más casas y coches que sus contrincantes porque beben menos whisky y están atentos a los movimientos de la Bolsa, aunque se fumen unos canutos en los bautizos y reuniones de trabajo.
A falta de pan, buenas son tortas: creo que he perdido el Vamos Entrando de La Polla, así que he pinchado el Crazy Mama de J. J. Cale, que viene bien para ir de tranqui y también son dos palabras.
Seré breve en la exposición de esta idea, para que no haya malentendidos: la gente que sustenta la Iglesia, el Estado (tal y como es, por ejemplo, en la España actual) y similares está cometiendo un error. Y los que se lo gritan a la cara pierden el tiempo. El predicamento de la Nación, la Tradición, la Religión, y todas esas palabras que se escriben con mayúsculas, es una soplapollez que ya nadie se cree, excepto unos pocos desinformados. Se intenta proteger un modo de vida preestablecido, cómodo, egoísta. En la iglesia católica se vota mucho al PP, pero todavía no he visto que el PP haga nada por el mensaje de Cristo. Más bien le suda los cojones. No se trata de política. Se trata de poner los puntos sobre las íes. Ningún gobierno apoya a los débiles. Se fomenta la economía, se apoya la economía sumergida, se hacen oídos sordos a temas como la especulación (porque están todos metidos, se entiende), etc. Se les va la fuerza por la boca increpándose y diciendo gilipolleces de unidades nacionales, ETAs y nosequeses. Cada vez que se invierte tiempo y dinero en educación es para adaptar los temarios a las ideas del gobierno de turno, para poner y quitar la religión/ética. Joder, que dejen la religión, que por lo menos es entretenida. A mí siempre me han gustado las historias de David y Goliat, lo del derramar el semen por tierra y cuando Jesús entró al templo repartiendo estopa en plan Terminator. En mis libros de religión aparecía con un látigo. Pero un látigo es muy difícil de manejar. No cuela. Yo me lo imagino más bien con una garrota. Eso lo sabe manejar todo Cristo. Lo que no dicen los Evangelios es cómo terminó la trifulca. Si hubiese sido el equivalente a un mercadillo español, Jesucristo no habría llegado a derribar el segundo stand de pantuflas. Habrían aparecido siete gitanos, le habrían degollado sobre un barreño de plástico y habrían puesto sus tripas al sol para venderlas después como estómago de cerdo.
En fin. Creo que los de derechas se ocupan demasiado de proteger un modo de vida anticristiano, antihippie y antipunky. Si digo capitalista, digo sólo una parte de lo que se cuece. Los otros, que no son de derechas ni de izquierdas ni de nada (en este caso se llaman PSOE) tampoco dan la cara por el ser humano. Se limitan a sustituir la religión por la ética y a lanzar mensajes de paz en general, como si fuéramos gilipollas.
Y los que se supone que son de izquierdas de verdad, no sé a qué cojones se dedican. Eso, suponiendo que la izquierda esté dotada del don necesario para arrojar un poco de luz sobre esta sociedad tan demasiado humana (cosa que dudo, por lo que se ve por la tele, se lee en las revistas y se oye por la calle).
En vez de izquierda y derecha, los partidos deberían definirse por su pensamiento. Por ejemplo: radical tradicionalista, engañoso progresista, ecologista colgao, pederasta por la paz, amigo del dinero... Así sería mucho más fácil votar.
Por cierto: que alguien haga un favor a los partidos/similares de izquierdas y les quite ya de una vez esos colores rojos y negros, y esos símbolos guerrilleros. Es una puritita cuestión de adaptación a la realidad. El rojo y el negro son los colores del conde Drácula y, si quieres, de la sangre. Pero aquí hace ya muchos años que no hay sangre de esa ni nadie que se identifique con ella. Y nadie se va a identificar con una hoz y un martillo, más que nada porque aquí nadie da ni clavo, y las hoces, dalles y guadañas son en la actualidad un producto ornamental bastante caro que se utiliza en la decoración de bares y casas rurales. Un diseñador y un creativo para los de izquierdas, por favor. No es cuestión de imagen, en el sentido chorra, sino de evolución. Por lo menos en este país.
Estoy muy jodido con el asunto del Vamos Entrando. No me resultará nada fácil recuperarlo. Se me llenan los ojos de lágrimas sólo de recordar el momento en que Evaristo grita/canta:
Por la paz, por la democracia
tócame los cojones
Lo único que no defrauda es el rock’n’roll. Y las porras.
A mediados de los noventa se grabó el tema Cannabis de los Ska-P. El tema de la legalización, por el que aún corren ríos de tinta, que ya entonces era un tema más viejo que el cagar. Los de La Polla Records están casi para entrar al asilo... Acaban de sacar un recopilatorio de La Banda Trapera del Río (que vete tú a saber dónde estarán). Y no hablemos de los grupos internacionales. Probablemente el más joven de todos sea Rajoy.
Para mí siguen vigentes la reivindicaciones de esos jóvenes carcas con casa y coche que se suben al escenario y gritan las verdades. Aznar, muérete, sigue gritando Evaristo (ahora sería Rajoy, supongo). También, hace veinte años, había gente de veinte años que se cagaba en los punkies y los hippies con muy buenos modales. Su opinión sigue vigente y sustentada por gente que nació en aquel entonces. La diferencia es que esos tienen ahora muchas más casas y coches que sus contrincantes porque beben menos whisky y están atentos a los movimientos de la Bolsa, aunque se fumen unos canutos en los bautizos y reuniones de trabajo.
A falta de pan, buenas son tortas: creo que he perdido el Vamos Entrando de La Polla, así que he pinchado el Crazy Mama de J. J. Cale, que viene bien para ir de tranqui y también son dos palabras.
Seré breve en la exposición de esta idea, para que no haya malentendidos: la gente que sustenta la Iglesia, el Estado (tal y como es, por ejemplo, en la España actual) y similares está cometiendo un error. Y los que se lo gritan a la cara pierden el tiempo. El predicamento de la Nación, la Tradición, la Religión, y todas esas palabras que se escriben con mayúsculas, es una soplapollez que ya nadie se cree, excepto unos pocos desinformados. Se intenta proteger un modo de vida preestablecido, cómodo, egoísta. En la iglesia católica se vota mucho al PP, pero todavía no he visto que el PP haga nada por el mensaje de Cristo. Más bien le suda los cojones. No se trata de política. Se trata de poner los puntos sobre las íes. Ningún gobierno apoya a los débiles. Se fomenta la economía, se apoya la economía sumergida, se hacen oídos sordos a temas como la especulación (porque están todos metidos, se entiende), etc. Se les va la fuerza por la boca increpándose y diciendo gilipolleces de unidades nacionales, ETAs y nosequeses. Cada vez que se invierte tiempo y dinero en educación es para adaptar los temarios a las ideas del gobierno de turno, para poner y quitar la religión/ética. Joder, que dejen la religión, que por lo menos es entretenida. A mí siempre me han gustado las historias de David y Goliat, lo del derramar el semen por tierra y cuando Jesús entró al templo repartiendo estopa en plan Terminator. En mis libros de religión aparecía con un látigo. Pero un látigo es muy difícil de manejar. No cuela. Yo me lo imagino más bien con una garrota. Eso lo sabe manejar todo Cristo. Lo que no dicen los Evangelios es cómo terminó la trifulca. Si hubiese sido el equivalente a un mercadillo español, Jesucristo no habría llegado a derribar el segundo stand de pantuflas. Habrían aparecido siete gitanos, le habrían degollado sobre un barreño de plástico y habrían puesto sus tripas al sol para venderlas después como estómago de cerdo.
En fin. Creo que los de derechas se ocupan demasiado de proteger un modo de vida anticristiano, antihippie y antipunky. Si digo capitalista, digo sólo una parte de lo que se cuece. Los otros, que no son de derechas ni de izquierdas ni de nada (en este caso se llaman PSOE) tampoco dan la cara por el ser humano. Se limitan a sustituir la religión por la ética y a lanzar mensajes de paz en general, como si fuéramos gilipollas.
Y los que se supone que son de izquierdas de verdad, no sé a qué cojones se dedican. Eso, suponiendo que la izquierda esté dotada del don necesario para arrojar un poco de luz sobre esta sociedad tan demasiado humana (cosa que dudo, por lo que se ve por la tele, se lee en las revistas y se oye por la calle).
En vez de izquierda y derecha, los partidos deberían definirse por su pensamiento. Por ejemplo: radical tradicionalista, engañoso progresista, ecologista colgao, pederasta por la paz, amigo del dinero... Así sería mucho más fácil votar.
Por cierto: que alguien haga un favor a los partidos/similares de izquierdas y les quite ya de una vez esos colores rojos y negros, y esos símbolos guerrilleros. Es una puritita cuestión de adaptación a la realidad. El rojo y el negro son los colores del conde Drácula y, si quieres, de la sangre. Pero aquí hace ya muchos años que no hay sangre de esa ni nadie que se identifique con ella. Y nadie se va a identificar con una hoz y un martillo, más que nada porque aquí nadie da ni clavo, y las hoces, dalles y guadañas son en la actualidad un producto ornamental bastante caro que se utiliza en la decoración de bares y casas rurales. Un diseñador y un creativo para los de izquierdas, por favor. No es cuestión de imagen, en el sentido chorra, sino de evolución. Por lo menos en este país.
Estoy muy jodido con el asunto del Vamos Entrando. No me resultará nada fácil recuperarlo. Se me llenan los ojos de lágrimas sólo de recordar el momento en que Evaristo grita/canta:
Por la paz, por la democracia
tócame los cojones
Saaaaaalv(b)eeeeee regiinaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
A la cuenta de prometer
el reino de los cielos
algunos vivillos
lo que están haciendo.
el reino de los cielos
algunos vivillos
lo que están haciendo.
Es tu propio cielo
particular en la tierra.
Compre un pedazo de cielo
pagando la cuota mensual.
particular en la tierra.
Compre un pedazo de cielo
pagando la cuota mensual.
Saaaaaalv(b)eeeeee regiinaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
Hay que estar majareto
para hablar de amor de dios
y al mismo tiempo
preparar los cuadros de marzo
de la represión fascista.
Cómo se puede ser tan fariseo
para hablar de amor de dios
y al mismo tiempo
preparar los cuadros de marzo
de la represión fascista.
Cómo se puede ser tan fariseo
Saaaaaalv(b)eeeeee regiinaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
(bis)
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
(bis)
Control económico es control del poder
control mental, control sexual.
Realmente Dios nunca ha visto religión
que pretenda tanto salvarnos a ostias.
control mental, control sexual.
Realmente Dios nunca ha visto religión
que pretenda tanto salvarnos a ostias.
Saaaaaalv(b)eeeeee regiinaaa
Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
(etc)
Opus Dei yo no...
Creo que queda resumido lo que he dicho en esta pieza antológica del punk español. Si es que se puede llamar punk, y si es que se puede llamar español. Alguien me tiene que explicar bien un día qué es punk y qué es rock y qué es nosequé... Hay veces que dices (en una conversación de bar, se entiende) que unos son punk y otros rock y otros punk-rock y otros pop-punk y otros... Y la gente te mira mal, como es de recibo, pero tampoco se quejan de modo concluyente. Sólo repiten lo que se oye en las tertulias de la radio y te miran de soslayo mientras apuran la copa de un trago.Mater misericordiaaaaaa
Mater misericordiaaaaaa
(etc)
Opus Dei yo no...
Lo único que no defrauda es el rock’n’roll. Y las porras.
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