Cagarse en todo y empezar de cero

En una línea similar a la del anterior post, hace ya tiempo que tengo ganas de sacar de dentro un par de sucesos que se me han clavado en la médula. Son sucesos que hacen referencia a dos sujetos, o tal vez más, que conozco y he conocido hace bastante tiempo, y a lo largo de años (unos más, otros menos). Hablo, más concretamente, de gente que me gustó y que me sigue gustando, pero que me ha sorprendido e incluso herido con lo que he considerado un comportamiento contradictorio, indecente y, en ocasiones, directamente hiriente hacia mi persona.
Es posible que alguien que lea estas líneas sepa a quién me estoy refiriendo, o incluso que sea él mismo quien las lea, así que voy a sentar (asentar) unas premisas antes de seguir adelante:
  • Aprecio notablemente a cualquier persona a la que me refiera (de otro modo, este post no tendría sentido), aunque lleve años sin verla.
  • Me cago en la puta madre de la persona a la que me refiera, por los hechos que refiera en cada caso particular (de otro modo, este post no tendría sentido).
  • Es probable que yo también haya pecado del mismo modo que estas personas, así que no dejo de acusarme a mí mismo de las mismas o similares faltas, y todavía no conozco a nadie que pueda estar libre, con sinceridad, de las culpas que describo (en una u otra medida).
A estas horas de la noche no me apetece quedar bien con nadie. Sólo trato de aclararme.
Me he sentido personalmente ofendido con dos de las personas. Con una, de modo reiterado y sangrante.
La tercera, me ha herido sin saberlo. Yo me había hecho una idea distinta de su persona (que no tenía por qué ser acertada) y no ha resultado así. Eso no significa que la persona la haya cagado. La he cagado yo y me he sentido mal, y me sentiré mal, probablemente, durante mucho tiempo, cada vez que piense en ello.
Pero casi que lo dejo para otro momento, porque me estoy deprimiendo.

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