Veinte de octubre

Veinte de octubre. Es una fecha cualquiera. Ha llovido y aún le queda un poco. Las yerbas madrileñas toman aire y sorben agua. Para ellas es un momento importante. Para los demás, es tiempo de seguir avanzando hacia ninguna parte. Si tenemos suerte, sonará nuestro tema. Después miraremos los hielos al fondo de la copa, nos pasaremos la mano por la cabellera y reprimiremos un suspiro.
Y luego nos darán por el culo a todos.

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