software y ley de Murphy

Supongo que el tema de este tema-entrada-artículo es de sobra conocido, así que voy a poner un breve listado de mis aplicaciones odiadas al respecto: Freehand, QuarkXPress, Flash.
Especialmente Freehand.
Es una aplicación muy cotidiana, muy útil para hacer bocetos. Nunca jamás en la vida la utilizaría para algo serio, aunque tampoco soy fan de Illustrator, pero sí para hacer bocetos. Es un entorno amistoso. Cómodo. Aunque sólo sea por la costumbre. Pero debería ser re-bautizada como "la aplicación que peta cuando al fin has dado con la idea". Sólo "peta" cuando estás en fase creativa. Has decidido "no guardar" porque estás decidido a juguetear, sin pretender nada serio. No quieres que la actividad que vas a llevar a cabo tenga una repercusión en el futuro, quizá porque quieres estar liberado de la presión. Quieres ser libre por un momento, ser libre de "no guardar". Tocas aquí y allá. Cambias un color. Borras todo porque estás en un callejón sin salida. Juegas un poco con el tamaño del logotipo. Piensas en el sentido de lo que haces: ¿por qué? ¿para qué sirve? ¿cuál es el objetivo? Lo haces sin más. Acaricias el ratón y miras la paleta de herramientas. De pronto, todo cobra vida. Tú no mueves un músculo, pero los vectores vuelan de un sitio a otro. Cuando te quieres dar cuenta, el ratón se desplaza vertiginosamente por la alfombrilla y cada cosa ocupa su lugar. Aparece frente a ti la respuesta al interrogante original. Y entonces, Freehand peta.
No hay marcha atrás. Habías decidido que "guardar" no era importante. Tienes que conformarte con no haber "guardado". Aún "guardas" el recuerdo de lo que sucedió cuando las musas se apoderaron de ti. Pero no sabes a ciencia cierta qué tipografía era, ni el número preciso de unidades que había entre A y B. Ni el color exacto. "Guardas" una vaga impresión, como cuando tienes una polución nocturna. Era ideal. Antes de despertar. Luego sólo estás mojado.

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